ENDOCRINOLOGÍA Y NUTRICIÓN

Celulitis: Todo lo que hay que saber sobre la "piel de naranja"... y consejos para librarse de ella

El proceso de aparición de la celulitis comienza con una reducción de la circulación y linfática en la zona

Celulitis: Todo lo que hay que saber sobre la "piel de naranja"... y consejos para librarse de ella

Celulitis: Todo lo que hay que saber sobre la "piel de naranja"... y consejos para librarse de ella / Freepik

La celulitis es uno de los terrores que nos quitan el sueño cuando estamos a las puertas de ir a la playa y dejar buena parte de la piel al descubierto.

Pero, ¿qué es la celulitis?

  • Un trastorno del tejido subcutáneo debido a la acumulación de toxinas, líquidos y grasa, que se acompaña de cambios en la microcirculación del tejido conjuntivo encargado de sostener y proteger otros tejidos y órganos de nuestro cuerpo.

El proceso de aparición comienza con una reducción de la circulación y linfática en la zona. Los vasos se vuelven permeables y se produce el escape de líquido al exterior, formándose un edema.

Así, las células de grasa, adipocitos, sufren hiperplasia e hipertrofia, cambios en su metabolismo y se disponen en islotes de forma no homogénea.

Los desechos celulares hacen más denso el líquido intersticial, dificultando el intercambio de nutrientes e irritando a los fibroblastos, que comienzan a sintetizar fibras de colágeno y elastina.

Estas fibras forman un entramado que atrapa a vasos, nervios y adipocitos produciendo dolor y aspecto de piel de naranja, llegando finalmente a la esclerosis.

Los problemas circulatorios, que pueden agravar o desencadenar la aparición de celulitis

Este fenómeno suele aparecer en la pubertad y afecta al 90% de las mujeres, aunque los hombres tampoco se libran de ella.

Qué origina la celulitis

Existen una serie de factores que predisponen a una persona a desarrollar celulitis, entre ellos:

  • Predisposición genética.
  • Factores hormonales que se manifiestan en determinados momentos del ciclo vital como son la pubertad, el embarazo o la menopausia.
  • Los problemas circulatorios, que pueden agravar o desencadenar la aparición de celulitis.
  • Alteraciones adiposas (obesidad localizada)
  • Estreñimiento.
  • Medicamentos inductores y/o agravantes, como los anticonceptivos orales, los antitiroideos o los betabloqueantes.
  • Llevar una vida muy sedentaria.
  • Consumo de alcohol excesivo.
  • Factores emocionales y estrés.
  • Déficits nutricionales y dietas ricas en carbohidratos y grasas.

Grados de celulitis

Los especialistas en dermatología de la Fundación Piel Sana establecen una categorización de la celulitis «en función de la existencia o no de piel de naranja»:

  • Grado 1: En este caso la piel está lisa, no se ve ni a simple vista ni cuando se pinza la piel con los dedos.
  • Grado 2: En este grado, al comprimir la piel con los dedos o contraer la musculatura aparece la famosa piel de naranja.
  • Grado 3: La celulitis se ve claramente cuando la persona está de pie, pero desaparece cuando se tumba.
  • Grado 4: La piel de naranja aparece «con o sin pinzamiento, de pie y tumbada y suele corresponder a mujeres postmenopáusicas y con obesidad».

Otra forma de clasificar la celulitis es en función de la consistencia de la piel:

  • Piel dura: el tejido de las zonas más problemáticas está duro y tonificado. Tejidos tonificados, rígidos y duros al tacto. Es típica de mujeres jóvenes que hacen ejercicio físico. Suele asociarse con estrías y se correspondería con el grado
  • Piel flácida: Los tejidos están blandos y os tejidos se muestran blandos y oscilan con el movimiento. Son las mujeres más sedentarias o aquellas que han perdido mucho peso en poco tiempo, las que presentan este tipo de piel.
  • Piel edematosa: se caracteriza por ir acompañada de inflamación de los miembros inferiores y por causar dolor.
  • Piel mixta: "es la más frecuente, más de un tipo de celulitis en diferentes localizaciones en la misma persona", indican desde la Fundación Piel Sana.

¿Se puede eliminar?

Aunque son muchos los tratamientos y cremas que podemos encontrar en el mercado para combatirla la realidad es que no hay un tratamiento realmente eficaz para terminar con ella.

Así que antes de acudir a "productos milagro" que probablemente sólo nos hagan perder dinero, lo mejor es seguir las recomendaciones del Consejo General de Farmacéuticos

Lo que si es posible es mejorar su apariencia y en algunos casos su grosor. Así que antes de acudir a "productos milagro" que probablemente sólo nos hagan perder dinero, lo mejor es seguir las recomendaciones del Consejo General de Farmacéuticos, que son los que mejor pueden asesorarnos sobre los mejores productos:

  • Nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena, pero la realidad es que lo más indicado es aplicar los anticelulíticos todo el año 1-2 veces al día.
  • A la hora de aplicar este tipo de cremas, se debe realizar un masaje circular ascendente desde el tobillo hasta la cintura para estimular la circulación.
  • Usar exfoliante 1 o 2 veces por semana aumentará la eficacia del tratamiento.
  • Y no sólo las cremas. Es esencial complementar estos tratamientos con ejercicio físico (donde no se produzca impacto) y una dieta equilibrada.
  • Beber al menos 2 litros de agua al día.
  • Limitar el calor excesivo de exposiciones solares intensas, saunas y/o baños calientes.
  • Evitar el uso de ropa ajustada y tacones altos.
  • Valorar el uso de medias de descanso.
  • No permanecer muchas horas sentado, de pie o con las piernas cruzadas.

Cuándo consultar con un especialista

Y un último apunte sobre la celulitis que hacen los farmacéuticos. En algunas ocasiones este fenómeno deja de ser sólo una cuestión de estética y debe llevarnos a consultar con un médico. ¿Cuándo?

  • Si el paciente es menor de edad.
  • Si hay sospecha de celulitis ocasionada o agravada por medicamentos.
  • Si se asocia a enfermedades metabólicas, hormonales u ortopédicas.
  • Si es un caso de Grado 4 o sospechamos celulitis infecciosa.
  • Si se asocia a otras patologías dermatológicas.
  • Si no se observa mejoría tras el tratamiento o hay empeoramiento.