No es lo más frecuente del mundo, pero sí que ocurre algunas veces y produce una sensación muy molesta que habitualmente se conoce como "espasmos de los párpados".

Se trata de unas contracciones involuntarias de los párpados y que nos pueden dejar muy sorprendidos, sobre todo si es la primera vez.

Pero no hay que alarmarse, porque los oftalmólogos aseguran que "rara vez son un signo de algo serio".

Un problema del músculo, no del nervio

La clave de la escasa gravedad de esta dolencia está en que los espasmos se originan en el músculo que rodea el ojo, y no en el nervio que controla el reflejo del parpadeo.

Si fuese en el nervio lo sabríamos, porque éste enviaría el mensaje a los dos ojos simultáneamente. Y los espasmos a los que nos estamos refiriendo ocurren en un solo ojo.

Además, se trata del tipo más común de espasmo ocular: una serie de contracciones musculares llamadas mioquimia palpebral.

¿Qué es la mioquimia palpebral?

Son "contracciones ondulantes, constantes, suaves y espontáneas que se propagan a través del músculo estriado afectado". 

Habitualmente es una afectación unilateral (de un solo lado) y casi siempre afecta al párpado inferior, aunque alguna vez puede ocurrir en el párpado superior. 

Las contracciones son autolimitadas, periódicas y duran de segundos a horas.

Incluso hay ocasiones en que los espasmos se vuelven crónicos y continúan durante varios días o hasta semanas. Pero es poco frecuente. 

Más típico del sexo femenino y del frío

Según se recoge en la "Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos" (National Library of Medicine), el sexo femenino y el clima frío son factores de riesgo para la mioquimia palpebral crónica. 

También puede ocurrir, en casos raros, que el paciente sufra al mismo tiempo esas contracciones involuntarias e intermitentes en los párpados superior e inferior.

los espasmos oculares son más frecuentes en las mujeres

Es muy molesto ¿Cómo se puede cortar?

No existe una solución rápida para cortar en un momento los espasmos del párpado una vez que han comenzado.

No existe un tratamiento de choque ni medicina contra ello. Sobre todo porque habitualmente no es necesaria.

La mayoría de los oftalmólogos recomiendan el uso de lágrimas artificiales o gotas para lubricar los ojos, porque consideran que puede ayudar siempre y cuando sean naturales y no contengan conservantes químicos, que podrían hacer el efecto contrario.

También consideran que puede ser beneficioso masajearse los ojos en la ducha.

Y son bastante unánimes a la hora de aconsejar cubrirse los ojos con un paño húmedo y tibio justo antes de acostarse, porque ayuda a relajar los músculos de los ojos y abre las glándulas en los márgenes de los párpados. Y "esto aumenta el flujo de aceite hacia los ojos y ralentiza la evaporación de las lágrimas".

¿Medidas preventivas?

Tampoco hay muchas. Los especialistas recomiendan descansar más y reducir el estrés en la medida en la que sea posible, ya que según el Doctor Raj Maturi, portavoz de la Academia Estadounidense de Oftalmología, 

“las contracciones de los párpados son una señal de su cuerpo que le pide que reduzca la velocidad”.

También consideran los expertos que, para ayudar a prevenir esta dolencia, es recomendable disminuir el consumo de cafeína para evitar la tensión muscular que esa bebida puede provocar. Y lo concretan en un máximo de 2 tazas de café al día.

La alimentación puede ayudar

Otra recomendación general de los oftalmólogos es que consideran importante mantenerse hidratado y comer una dieta balanceada.

Necesitamos incluir en nuestra alimentación habitual:

Alimentos ricos en potasio

  • Patatas
  • Plátanos
  • Lentejas.

Abundantes en magnesio, que se encuentra en:

  • Vegetales de hojas verdes
  • Granos integrales
  • Frijoles
  • Nueces
  • Pescado

Ricos en calcio

  • Productos lácteos
  • Sardinas
  • Verduras de hojas verdes oscuras
  • Cereales fortificados para el desayuno

Y es que los desequilibrios en estos minerales pueden provocar espasmos.

Causas del temblor del párpado

"Nadie sabe exactamente por qué sucede." 

Lo que sí tienen claro los especialistas es que si lo que nos pasa es solo que un párpado se abre y se cierra, generalmente estamos ante un caso inofensivo (y a menudo exasperante) de mioquimia del párpado.

Puede ser debida a una pequeña irritación, a una lente de contacto que roza el párpado... 

También podría estar causada por el ojo seco. Una dolencia que se está haciendo demasiado común entre las personas que pasan demasiado tiempo mirando a una pantalla, ya que está demostrado que parpadean menos y no lubrican suficiente. 

¿Alguna vez puede ser grave?

Si los espasmos o contracciones persisten durante un largo período de tiempo, o se acompañan de síntomas adicionales, el doctor recomienda acudir al oftalmólogo para que lo revise y se asegure de que nos ocurre nada más.

Además, hay 3 casos en los que puede ser preocupante y, si lo notamos alguno de ellos deberíamos reaccionar rápido porque son síntomas de un problema más grave.

- En el caso de que notemos que las contracciones se extienden a otros músculos de la cara.

- Si notamos que ambos ojos se contraen al mismo tiempo

- También se vemos que se nos queda el párpado caído o tenemos el ojo rojo.

¿El agua tónica es un mito?

Seguro que todos habremos escuchado alguna vez hablar del agua tónica como un remedio para las contracciones de los párpados porque contiene una pequeña cantidad de quinina. 

La quinina es un medicamento aprobado para tratar la malaria y que también se ha utilizado de forma no autorizada para tratar los calambres nocturnos en las piernas.

Pero ni para los espasmos ni para las piernas inquietas hay evidencia científica de que el agua tónica prevenga o alivie las contracciones. Incluso en la FDA americana aseguran que no es seguro ni efectivo.

Como tampoco parece serlo inyectar una pequeña cantidad de Botox en el músculo orbicular que rodea los párpados, con el objetivo de detener las contracciones. Aunque alguna vez y en caso graves, sí que se hace,..

Pero lo más habitual es que la mioquimia de los párpados desaparezca por sí sola, sin intervención médica.

En la gran mayoría de los casos basta con descansar, tomar medidas para reducir el estrés, lubricar el ojo y esperar.