Añadir menos sal con menor frecuencia se asocia a un menor riesgo de enfermedad cardíaca, insuficiencia cardíaca y cardiopatía isquémica, según un nuevo estudio publicado en el 'Journal of the American College of Cardiology'. Incluso entre quienes siguen una dieta del tipo DASH, las intervenciones conductuales para reducir el consumo de sal podrían mejorar aún más la salud del corazón.

Existen pruebas sustanciales que relacionan el consumo elevado de sodio con la hipertensión arterial, uno de los principales factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, los estudios epidemiológicos que investigan esta relación han arrojado resultados contradictorios debido a la falta de métodos prácticos para evaluar la ingesta de sodio en la dieta a largo plazo.

Estudios recientes sugieren que la frecuencia con la que un individuo añade sal a sus alimentos podría utilizarse para predecir su consumo individual de sodio a lo largo del tiempo.

"En general, descubrimos que las personas que no añaden sal a sus alimentos con mucha frecuencia tienen un riesgo mucho menor de padecer enfermedades cardíacas, independientemente de los factores de estilo de vida y de las enfermedades preexistentes", señala Lu Qi, profesor de la Escuela de Salud Pública y Medicina Tropical de la Universidad de Tulane en Nueva Orleans (Estados Unidos).