La sonrisa de los bebés es un signo del correcto desarrollo psicomotor y cognitivo, según destacan desde el centro infantil Crezen, en el marco del Día Mundial de la Sonrisa, que se celebra este miércoles.

Así, precisan que "es señal de que todo marcha bien". También constituye un gesto que los más pequeños envían, al principio de forma inconsciente y más adelante con toda la intención, para demostrar que su alimentación está siendo la adecuada, que se sienten plenos y satisfechos.

Según la psicóloga del centro infantil Crezen, Victoria Alonso Planas, "durante los primeros días de vida, el bebé utiliza la sonrisa como un medio para comunicar su estado de confort y, a medida que va creciendo, esta expresión facial adquiere una mayor relevancia en su desarrollo cognitivo, social y emocional".

"Una sonrisa sincera y genuina genera un ambiente de protección que facilita la interacción social del niño, a través del juego compartido y de la conversación", agrega la especialista. Y recalca que, "al mismo tiempo, esta expresión característica del ser humano se relaciona con felicidad y bienestar en el entorno, lo que proporciona y potencia la creatividad y el aprendizaje del niño".

Acto de sonreír

"El acto de sonreír hace que nuestro cerebro libere endorfinas, serotonina y otras sustancias analgésicas naturales. De igual forma, disminuye los niveles de hormonas de estrés, de modo que alivia el dolor físico y el malestar emocional, teniendo una repercusión positiva sobre nuestra salud física y mental", explica la doctora Lola Picudo, psiquiatra en Crezen.

"La sonrisa, además, es contagiosa", añade, ya que, si se sonríe, es probable que el bebé devuelva la sonrisa, "logrando así para él toda esta cascada neurobiológica de efectos tan positivos", asevera. "Todos podemos sonreír; los fetos sonríen en el útero materno. Es un acto innato", comenta la doctora.