La pandemia ha roto uno de los relatos que se ha instalado desde que irrumpiera la pasada primavera: el consumo global de alcohol, aunque también el del tabaco y el de cannabis, han descendido en estos meses en contra de lo ocurrido con los hipnosedantes sin receta, que prácticamente se ha duplicado.

Meses en los que han aumentado las horas que dedican los españoles a divertirse con Internet aunque el juego online, también en contra de lo que cabía esperar, se ha mantenido estable.

Así lo constata la "Encuesta OEDA-COVID-2020" realizada por el Ministerio de Sanidad y el Plan Nacional Sobre Drogas en los meses de noviembre y diciembre pasados a través de 8.780 entrevistas telefónicas, de las cuales 7.886 se han hecho a personas de entre 15 y 64 años y 894 a mayores de esa edad.

Una muestra que permite tener una "foto muy exacta de lo que ha pasado en España" este periodo, ha destacado el delegado del Gobierno para el Plan Nacional de Drogas, Joan Villalbí, en la presentación de sus resultados este viernes.

Ante los datos, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha señalado que "es posible cambiar hábitos y tendencias adictivas", por lo que su departamento va a explorar "todas las vías" para mantener ese camino una vez acabe la pandemia.

Caída de las borracheras

Las bebidas alcohólicas se han erigido como la primera sustancia con capacidad adictiva en esta crisis sanitaria pero, en contra de lo que se ha instalado en el imaginario, lo cierto es que ha disminuido su consumo.

"El relato que presentaban los medios es que la gente acaparaba bebidas alcohólicas en el supermercado, pero teníamos cerrado todo el canal de restauración y hostelería, por lo tanto, el consumo global bajó", ha destacado Villalbí.

Así, los datos muestran una disminución del consumo de bebidas alcohólicas en ambos sexos y en todos los grupos de edad: si antes de la pandemia la prevalencia era del 62 %, tras ella ha descendido el 57,3 %, ocho puntos porcentuales menos, si bien en el caso de los jóvenes de 15-24 años el porcentaje se dispara al 25 %.

Hay gente que bebe ocasionalmente y otra de forma diaria, y aquí también se ven cambios: el consumo diario se mantiene estable y se concentra en personas de edad más avanzada, con una prevalencia en los últimos 30 días durante la pandemia del 9,4 %.

Lo cual responde al patrón tradicional observado en nuestro país que está modificándose para aproximarse al del norte de Europa, donde la gente no bebe cada día pero sí de forma intermitente, sobre todo los más jóvenes.

Sin embargo, se ha constatado "un gran descenso" de las borracheras: los consumos intensivos de alcohol en forma de intoxicaciones etílicas, en ambos sexos y en todos los grupos de edad alcanzaban una prevalencia antes de marzo de 2020 del 17,2 %, pero con el coronavirus ha caído al 9,7 %. Y ese descenso se multiplica en el grupo de 15-19 años, en el que alcanza el 25 %.

"Esto en el fondo es un experimento natural: cuando ha habido menos acceso y disponibilidad, ha habido menos consumo, y esto es algo de lo que deberíamos sacar conclusiones", ha invitado el delegado del Gobierno.

Inicio en el tabaco

Mientras, el tabaco ha pasado del 29,1 % al 27,7 %, aunque en este caso las mujeres de 25-34 años y de 45-54 años han hecho un consumo estable antes y después de la pandemia; sin embargo, en los grupos de edad más jóvenes y en los mayores de 60 años, el descenso roza el 10 %.

"Lo que vemos -ha señalado Villalbí- es que la mayoría de la gente no fumaba antes de la pandemia y sigue sin fumar, pero hay una pequeña proporción que lo ha dejado y otra mucho más pequeña que se ha puesto a fumar".

Alrededor del 70 % de los encuestados no fumaba antes y sigue sin hacerlo, el 2,6 % lo ha dejado y alrededor del 1,2 % ha empezado a hacerlo en este periodo.

Los que han incrementado el consumo de tabaco rozan el 5,7 %, y los que han reducido o abandonado el hábito se elevan al 8,1%.

Por su parte, el consumo de cigarrillos electrónicos ya era bajo pero también desciende del 3,5 % al 2,3 %, en ambos sexos y en todos los grupos de edad, aunque la bajada es mayor en los menores de 35 años.

Cannabis y cocaína

La crisis sanitaria ha complicado el acceso a las sustancias ilegales como el cannabis, que sigue siendo la más consumida de este grupo de drogas ilícitas junto con la cocaína.

Antes de la primavera de 2020, la prevalencia de consumo de cannabis entre las personas de 15 a 64 años era del 7,8 %, mucho mayor en hombres que en mujeres con un 10,6 % frente al 4,9 %, respectivamente. Después, esos valores disminuyen al 6,5 % en el total, al 8,5 % en hombres y al 4,4 % en mujeres.

En estos meses, un 3,5% de la población ha dejado de consumir cannabis o lo ha disminuido, y solo un 1 % declara haber empezado.

Igualmente, la encuesta revela un descenso del uso de cocaína, cuya prevalencia ha pasado del 1,4 % al 1 %; ese mismo porcentaje asegura haberla dejado o disminuido su consumo, frente al 0,3 % que ha iniciado o aumentado.

Hipnosedantes sin receta

En este caso, la pandemia ha traído un incremento de los fármacos para la ansiedad o para tratar problemas de insomnio del 1,9 % al 3,1 %, algo que preocupa especialmente en la Delegación porque fueron sin receta.

La subida se produjo en todos los grupos de edad y en ambos sexos, pero más en las mujeres: antes del coronavirus, la prevalencia en ellos era del 1,4 % y del 2,3 % en mujeres, que se han disparado al 2,1 % y 4 %, respectivamente. El 0,7 % ha tomado tranquilizantes en los últimos 30 días.

Mientras, el 1,3 % de la población de 15 a 64 años ha consumido analgésicos opioides sin receta tanto antes como durante la pandemia por Covid-19, sin diferencias por sexo.

Juego online

La población ya utilizaba Internet antes del estallido de la pandemia para divertirse, y no se han apreciado diferencias en el patrón de uso por sexo ni por grupos de edad, salvo en el de los mayores de 59 años, en el que ha disminuido ligeramente.

Pero sí que se aprecia un aumento significativo del tiempo dedicado a la red, que antes se usaba de media 2,5 horas y con el coronavirus se emplea una más, hasta 3,5.

Jugar con dinero de manera presencial, un hecho más frecuente en hombres y en menores de 25 años, ha bajado de manera clara por el cierre de las casas de apuestas o la interrupción de las competiciones deportivas.

Pero lo que preocupaba en el Ministerio, que era el juego online, no ha mostrado cambios, aunque hubo un incremento en menores de 25 años: la prevalencia en antes del mes de marzo de 2020 fue del 4,5 %, (7,6 % en hombres y 1,4 % en mujeres y del 4,3 % después) pero en esa franja de edad pasó del 7,4 % al 7,9 %.

Hábitos en mayores

Estos resultados se dan en el grupo de personas de entre 15 y 64 años; en los mayores de esa edad, el consumo de alcohol es menor y ha bajado del 34,2 % antes de la pandemia al 31,8 % después, lo mismo que ha sucedido con el tabaco (que ha descendido del 10,9 % al 8,9 %).

En este grupo no se ha detectado consumo de cigarrillos electrónicos ni otras sustancias psicoactivas tales como hipnosedantes sin receta, analgésicos opioides sin receta, cannabis y cocaína.

La mitad ha usado internet por diversión, siendo algo mayor el uso en hombres que en mujeres; pero es significativo el aumento del tiempo empleado, que ha subido a 1,5 horas.

Respecto al juego con dinero de manera presencial, ha descendido del 8 al 5,3 %. Los mayores de 64 no han hecho uso de la modalidad online.