Descubrir todas las variables que pueden afectar a los niveles individuales de vitamina D es algo bastante complicado. El cuerpo produce vitamina D cuando la luz del sol alcanza la piel. Esta vitamina D se puede conseguir de los alimentos, ya que se añade a algunos productos de consumo pues existen pocas fuentes alimentarias, o a través de suplementos.

El proceso mediante el que el organismo produce vitamina D también es complejo y comienza cuando la piel absorbe los rayos ultravioleta B invisibles del espectro de luz. El hígado y los riñones también participan para producir una forma de la vitamina que el organismo pueda utilizar.

Los facultativos de la Escuela de Medicina de Harvard en Estados Unidos presentan en su blog los seis factores más importantes que influyen en los niveles de vitamina D individuales:

1. Dónde vives

Cuanto más alejado del Ecuador se vive, menos luz ultravioleta B productora de vitamina D alcanza la superficie de la Tierra durante el invierno. Por ejemplo, los residentes en la ciudad estadounidense de Boston producen poca o ninguna vitamina D durante los meses de noviembre a febrero. Los días cortos y la ropa que cubre brazos y piernas también limita la exposición a los rayos ultravioleta B.

2. Calidad del aire

Las partículas de carbono del aire de la combustión de los combustibles fósiles, madera y otros materiales dispersan y absorben los rayos ultravioleta B, lo que disminuye la producción de vitamina D. En contraste, el ozono absorbe la radiación de rayos ultravioleta B, por lo que los agujeros causados por la contaminación en la capa de ozono podrían llevar a aumentar los niveles de la vitamina.

3. Uso de cremas solares

La crema solar evita las quemaduras al bloquear la luz ultravioleta B. En teoría, esto significa que el uso de pantalla solar reduce los niveles de vitamina D. Pero en su sentido más práctico, los efectos de la crema solar sobre la vitamina D podrían no ser tan importantes pues pocas personas utilizan la suficiente para bloquear toda la luz ultravioleta B o la utilizan de forma irregular. Un estudio australiano muy citado no mostró diferencias en la vitamina D entre adultos asignados de forma aleatoria a utilizar crema solar un verano y otro grupo que empleó una crema placebo.

4. Color de la piel

La melanina es la sustancia de la piel que la hace oscura. La melanina 'compite' con los rayos ultravioleta B con la sustancia de la piel que inicia la producción en el cuerpo de la vitamina D. Como resultado, las personas de piel oscura tienden a requerir más exposición a los rayos ultravioleta B que las personas con piel clara para generar la misma cantidad de vitamina D.

5. Peso corporal

La grasa del cuerpo absorbe vitamina D y por ello se ha propuesto que podría proporcionar un reservorio de esta vitamina para los días lluviosos: una fuente de vitamina D cuando la entrada es baja o la producción se reduce. Pero los estudios han mostrado también que estar obeso se asocia con bajos niveles de vitamina D y que tener sobrepeso podría afectar a la biodisponibilidad de la vitamina D.

6. Edad

En comparación con las personas más jóvenes, las más mayores tienen menores niveles de sustancia en la piel que convierte la luz ultravioleta B en el precursor de la vitamina D. También existen evidencias experimentales de que las personas mayores son productores menos eficientes de vitamina D que las personas más jóvenes.