El nuevo servicio de salud financiera de BBVA ya permite que los clientes de la entidad visualicen su patrimonio neto a través de la “app”. Se trata de una iniciativa que se pone en marcha por primera vez en España y que se enmarca en las prioridades estratégicas de la empresa. La idea es ofrecerle al ciudadano una información detallada y permitirle una gestión diaria más eficiente. En el marco de la puesta en marcha de este servicio, LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA y BBVA han organizado el webinar “Salud financiera, qué es y cómo gestionarla”, que se celebrará el próximo 28 de octubre a partir de las 12.00 horas. Uno de los ponentes en la cita será el sociólogo, politólogo y responsable del Departamento de Asuntos Públicos de Atrevia, Manuel Mostaza, que participará en una mesa redonda junto a Alberto Guillén, responsable global de Producto Digital en BBVA; y Esther del Brío, catedrática de Economía Financiera de la Universidad de Salamanca. El experto de origen sanabrés aborda en esta entrevista su visión sobre la salud financiera y las consecuencias que ha tenido la pandemia en los hogares.

–¿Qué tratará de transmitir durante su intervención en este webinar?

–Básicamente, intentaré señalar cómo la pandemia y la reclusión provocada por el confinamiento han acelerado cambios que ya estaban en marcha. Hablo de temas relacionados con los patrones de consumo y de ahorro de los ciudadanos. Lo interesante a partir de ahora es ver si esos cambios van a seguir o se van a frenar, pero la crisis ha funcionado como catalizadora de esos cambios. También hay que tener en cuenta que la capacidad de consumo de algunos no ha decrecido. Por ejemplo, los funcionarios o los pensionistas han seguido ingresando al mismo ritmo, pero han realizado poco gasto. Mientras, otros sí que han tenido una afectación y han afrontado un golpe fuerte. Por tanto, en mi intervención realizaré esas reflexiones sobre los cambios que se han producido y acerca de la situación en la que se ven las familias.

–¿Esa diferencia de ingresos en función de la ocupación provoca una salida de la pandemia a dos velocidades?

–Lógicamente, hay que diferenciar entre la gente a la que la situación le ha ido bien y ha ganado más dinero, la que ha mantenido su estándar y ha logrado un saldo positivo por la reducción de gasto y luego la gente que lo ha pasado mal. En todo caso, una de las lecciones que nos deja la pandemia es que no se puede vivir al día y que las cosas no siempre van eternamente bien. Puede llegar un momento en el que las cosas se compliquen.

–Para muchos, se trata de situaciones sobrevenidas sin previo aviso y sin culpa. ¿Cómo se encara esta situación?

–Totalmente. La situación es así. Con esto, se ha visto que hay muy pocas certezas. Lo que siempre ha ido bien, puede que a partir de ahora no lo haga y que no sea culpa de nadie; que haya una situación que viene de fuera, un cisne negro. Aquí, o eres capaz de resistir la tentación y ahorrar, o cuando vienen estas, lo pasas mal.

–¿Qué se le puede decir a las familias en estas situaciones para que actúen correctamente?

–Yo, desde luego, creo que la gran recomendación es la de los abuelos. No se puede vivir al día. No puede ser así porque, cuando llega una curva fuerte, te sales de la carretera. Otro asunto relevante es la importancia de la formación. La pandemia no ha afectado igual a las personas con distintos niveles de cualificación y eso es un recordatorio también que va contra el cinismo que impera a veces. No da todo igual.

–¿Considera que falta formación financiera en general entre la población?

–Formación financiera no hay y nunca ha habido. De algún modo, hablar de dinero no está bien visto y falta formación. Ese es un tema y otro es en qué medida son conscientes las familias de la necesidad de sumarse a la cultura del ahorro. No es algo propio de España; la tendencia a vivir a crédito es universal. Pero sí creo que la pandemia supone una llamada de atención.

–¿Cree que se va a aprender la lección o que, una vez regrese la normalidad, la gente se olvidará de las precauciones y se volverá al escenario previo?

–Los seres humanos somos contradictorios, tenemos una memoria selectiva y pensamientos sesgados. Como esto, por suerte, va a pasar, probablemente volveremos a tropezar. Forma parte de la naturaleza humana. Como digo, estamos llenos de sesgos. Además, siempre hemos sabido que somos seres emocionales con una parte racional. Es probable que aprendamos poco.

–En el caso concreto de Zamora, una de las ventajas es la importante presencia de funcionarios y pensionistas, que han tenido garantizado su poder adquisitivo.

–Sí. El drama de la España interior es la despoblación, pero la gente tiene una capacidad de gasto muy garantizada, como se ve en los grupos que has comentado. El asunto demográfico es una pendiente que va cayendo, pero es cierto que, en Zamora, una crisis como esta se nota menos a efectos de consumo.