A principios de los años 90, la globalización prometía un progreso excepcional a escala mundial, un panorama esperanzador tanto para los países desarrollados como los países en vías de desarrollo. Sin embargo, con el paso del tiempo las expectativas se han ido disolviendo al producirse grandes desequilibrios tanto entre los países como dentro de ellos.

El contexto actual hace necesario el debate sobre la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) Responsabilidad Social Corporativacomo una herramienta para gestionar los impactos que la actividad de la empresa causa sobre sus clientes, los trabajadores, el medioambiente, la sociedad€ Así lo explica el Observatorio de Responsabilidad Corporativa, una organización sin ánimo de lucro que busca potenciar la RSC en todo tipo de empresas, además de sensibilizar y hacer un seguimiento de las políticas públicas.

En el caso de las compañías tecnológicas, la RSC es fundamental ahora más que nunca ya que muchas de ellas no gozan de su mejor momento reputacional y, por otra parte, tienen una presencia protagonista en el día a día de las personas, por lo que su responsabilidad es innegable.

Mario Jiménez Arroyo, 'managing partner' de la agencia de comunicación PR Garage, explica: "Las compañías tecnológicas, en muchos casos, llevan asociado un gran consumo eléctrico, lo que genera un impacto considerable a nivel medioambiental, por lo que contar con una buena política de RSC en este sentido, utilizando energías renovables y siendo compañías de huella cero, es muy importante".

Responsabilidad medioambiental y políticas en torno a las personas

Si bien es cierto que cada corporación elige los ámbitos en los que quiere participar desde el punto de vista de RSC, muchas de las firmas tecnológicas vuelcan sus esfuerzos en dos entornos específicos: la responsabilidad medioambiental y las políticas relacionadas con las personas y los Recursos Humanos. "Empresas como Google, por ejemplo, ya utilizan sólo energía verde gracias a políticas que apuestan exclusivamente por las energías renovables", apunta Jiménez Arroyo, que asegura que cuando se trata de compañías de gran envergadura, el impacto es perceptible.

Según el informe de Clicking Clean de Greenpeace, corporaciones como las de Apple, Google y Facebook ya se han unido al RE100, un grupo formado por algunas de las empresas más grandes del mundo comprometidas al 100% con la energía renovable. Apple, por ejemplo, se ha propuesto incrementar la energía renovable para 2020, mientras que Amazon y Facebook se han fijado el objetivo a largo plazo de energía renovable al 100%.

Otro ejemplo de RSC en empresas de tecnología es el modelo de Salesforce Iberia, el llamado 1-1-1. Tal como explica Enrique Polo, 'country manager' de la empresa, este proyecto consiste "el 1% del tiempo de los empleados se dedica a actividades de voluntariado; la compañía dona otro 1% de sus licencias de producto y servicios 'cloud' a las ONG, poniendo en sus manos herramientas que les permitirán ser más eficientes y optimizar sus tareas; y por último, el 1% de los beneficios de Salesforce también se destina a estas organizaciones no gubernamentales, para que dispongan de ese dinero libremente en su labor benéfica".

Por su parte, el consorcio privado chino Alibaba Group, dedicado al comercio electrónico B2B en Internet, participa en proyectos enfocados a mejorar la vida en las zonas rurales de China. La Fundación Jack Ma, vinculada a la empresa, lucha contra la pobreza de las áreas más remotas potenciando la educación, premiando a los maestros por su labor con el objetivo de elevar los estándares educativos en las zonas rurales de China. Jack Ma, presidente ejecutivo de la compañía, sostiene: "Debemos garantizar que nuestros hijos tengan la capacidad de competir en el futuro y la única solución sostenible para acabar con la pobreza es a través de la educación".