Consejos de autoprotección ante el riesgo de inundaciones o en caso de emergencia por lluvias intensas
Los ríos con crecidas pueden convertirse en zonas peligrosas que es mejor evitar

Ilustración de una fuerte lluvia
Tercer capítulo de “Los juegos del riesgo (o consejos de autoprotección)”. Una serie de relatos breves sobre recomendaciones de autoprotección que puestas en práctica impedirán que una situación que conlleva un riesgo para las personas, los bienes o el medio ambiente, acabe en una emergencia de protección civil o minimizarán de forma significativa sus efectos en caso de que la emergencia se produzca. La técnica empleada para memorizar e interiorizar las recomendaciones que se presentan en cada capítulo consiste en convertir una situación de riesgo en un conocido juego de mesa en el que Riesgo es el jugador al que hay que ganar y los consejos de autoprotección forman parte de las reglas de juego.
Veamos qué han hecho los jugadores esta vez para incluir a Riesgo en la partida y cuál es el juego en el que tendrán que derrotarlo.
¿Quién no ha tenido que aprenderse de memoria alguna estrofa cuando completo el romance que Gerardo Diego dedicó al río Duero? Río Duero, río Duero,/ nadie a acompañarte baja,/ nadie se detiene a oír/ tu eterna estrofa de agua./ Indiferente o cobarde, /la ciudad vuelve la espalda. /No quiere ver en tu espejo/ su muralla desdentada./ Tú, viejo Duero, sonríes/ entre tus barbas de plata,/ moliendo con tus romances/ las cosechas mal logradas. /Y entre los santos de piedra/ y los álamos de magia/ pasas llevando en tus ondas/ palabras de amor, palabras…
El emblemático río de Castilla convertido en alguien que ríe, que vive en continuo cambio porque el agua que lleva nunca es la misma aunque suene igual y también que siente la soledad que provoca la indiferencia de los demás, a excepción hecha de los enamorados, claro, que lo han convertido en vertedero de palabras empalagosas y otras cursilerías...
Personificación de un río bien distinta de la que hace el poeta de Santa Marta de Tormes, Armando Manrique, en estos versos que escribió hace solo unos meses: Una tarde del otoño,/ cerca del Mediterráneo;/ el cielo bramó,/ atroz, fiero, bravo,/ cerniéndose hosco/ en montes y campo/ rugieron las presas,/ crecieron barrancos/ desbordando cauces,/ acequias y lagos./ De la oscura sierra/ las aguas bajaron/ y a la alegre huerta,/ furiosas llegaron,/ tiñendo de luto/ lo más cotidiano./ Sembró la guadaña/ su reguero trágico,/ casas destruidas,/ coches apilados,/ lóbregos garajes/ de horror y de espanto;/ riadas de temor,/ pueblos anegados/ vidas enredadas/ en infame barro;/ se sumió Valencia/ en tristeza y llanto;/ ilusiones rotas,/sueños en el fango…
Sigamos con la personificación de un río que se desborda para convertirlo en el jugador llamado Riesgo, el cual, sin que ellos se lo pidan, ha sentado alrededor de la mesa de juego a quienes tiene a diario como vecinos, los residentes del barrio “Las Cañas”. El río crecido se transforma en un jugador violento, despiadado que no hace distinciones entre clases sociales, edades o géneros. Todos tienen que jugar sus cartas, quienes viven en esa última promoción de adosados que se vendieron a precios astronómicos, los abuelos que habitan la que ha sido su casa toda la vida, esa pareja disonante que ha llevado el arte a la barrida o las populares TikTokers @lascañas que viendo que con la que estaba cayendo no podían jugar al fútbol, convirtieron en trend el tema “ojalá que llueva café” bailado bajo una portería inundada…
Así pues, la situación de riesgo que se afronta en este capítulo son las inundaciones o la emergencia por lluvias intensas y los vecinos de “Las Cañas” deberán jugar con Riesgo a Gotas, un juego de cartas inspirado en el popular Pelusas.
Material:
120 cartas de gotas (sí, son muchas gotas, pero es que esto es una inundación). Todas las cartas llevan el dibujo de una gota y sobre la gota hay un número, del 1 al 10. Del 1 al 5, hay 9 cartas de cada número. Del 6 al 10 hay 15 cartas de cada número.
14 cartas de Protección Civil. Las cartas de protección civil impiden que las gotas continúen acumulándose, es decir, que la riada cause daños a las personas o los bienes. Estas cartas contienen las imágenes de consejos de autoprotección ante el riesgo de inundación o en caso de lluvias intensas (1 carta por consejo):
- Informarse si el lugar en que se vive o trabaja es una zona de riesgo o se encuentra en un cauce seco por el que puede bajar una riada.
-Conocer cuáles son las vías y lugares de evacuación y los puntos de reunión.
-Localizar los puntos más altos de la zona para poder dirigirse a ellos en caso de riada.
-En caso de evacuación, llevar lo imprescindible y dirigirse a sitios elevados.
-Mantenerse informado de las predicciones meteorológicas a través de los medios de comunicación.
-Proteger las puertas de acceso a la vivienda desde el exterior con maderas, sacos de arena, etc.
-Resguardarse en los lugares más altos de la vivienda, con el teléfono cargado, comida y abrigo.
-Desconectar la energía eléctrica de la vivienda y utilizar linterna si es posible.
-No cruzar por zonas inundadas ni en coche ni a pie
-Si se está conduciendo, abandonar el coche si se atasca, el nivel del agua supera el eje de las ruedas o llega por la rodilla; y si el agua no deja abrir las puertas, salir por las ventanillas.
-Intentar localizar y acceder a una zona segura que es aquella donde no hay agua o si la hay, no está en movimiento.
-En caso de no poder acceder a ninguna zona de seguridad, el lugar más seguro es el techo del vehículo.
-Seguir las indicaciones de los servicios de emergencias.
- Llamar al 1-1-2, siempre conecta con la solución de la emergencia.
22 cartas de Riesgo. Las cartas de Riesgo hacen que las gotas se acumulen más rápidamente, lo que significa que el nivel del agua subirá y serán mayores los daños que la inundación provoque:
-Descuidar el estado del tejado, canalizaciones y desagües de la vivienda (2 cartas).
-Permanecer en el sótano o planta baja de la vivienda durante el episodio de fuertes lluvias o inundaciones (2 cartas).
- Colocar los productos tóxicos en un lugar de la vivienda donde el agua pueda alcanzarlos y producir contaminación (2 cartas).
-Dejar los objetos de valor, los documentos personales, los animales domésticos y el agua potable en lugares de la vivienda donde el agua los alcance con facilidad (2 cartas).
- Permanecer cerca de un curso de agua cuando hay aviso amarillo, naranja o rojo por lluvias (2 cartas).
-Coger el coche para desplazarse por lugares donde el agua está en movimiento (2 cartas).
-Conducir por carreteras secundarias en vez de por autopistas o autovías (2 cartas).
-Circular por caminos de tierra con fuertes lluvias (2 cartas).
-Aparcar el vehículo en un cauce seco o en la orilla de un río (2 cartas).
-No dar aviso a la autoridad competente cuando se observa acumulación de restos u obstáculos en los cauces (2 cartas).
-No seguir las indicaciones de los servicios de emergencias (2 cartas).
Idea y objetivo del juego
A las gotas les encanta acumularse y aprovechan cualquier mala decisión para que el nivel del agua suba y Riesgo gane. Ahora bien, cualquier medida de autoprotección bien aplicada puede hacerlas retroceder hasta su cauce ordinario.
Preparación
Se mezclan las 156 cartas y se colocan boca abajo en un montón desordenado en el centro de la mesa, este será el caudal desbordado.
Cómo se juega
Empieza el jugador que primero se beba un vaso de agua de un trago. Después el turno continúa en el sentido de las agujas del reloj.
1. Recoger gotas
El jugador coge una carta tras otra del caudal desbordado y las coloca boca arriba delante de él. Las cartas se agrupan por valores, de manera que todos los jugadores puedan ver cuántas cartas de cada tipo tienen los demás. En cada turno el jugador tiene que coger del montón tantas cartas como quiera, no menos de 3. Una vez que tiene 3 cartas puede plantarse y pasar turno o seguir cogiendo cartas, teniendo en cuenta que los puntos indicados en cada carta se van acumulando.
2. Bajar el nivel del agua
Si una de las cartas que se coge es una carta de protección civil las gotas acumuladas desaparecen. El jugador descarta todas las cartas que en ese momento tiene delante de él separándolas en un montón aparte porque esas cartas ya no juegan y finaliza su turno.
3. Duplicar el nivel del agua
Si una de las cartas que coge es una carta de Riesgo subirá el nivel del agua, por lo que tiene que coger las cartas del jugador que más gotas tiene acumuladas en ese momento delante de él y sumarlas a las suyas y finaliza su turno.
4. Terminar la ronda de turnos y continuar la siguiente
Una vez que ha terminado el primer turno para todos los jugadores, estos recogen las cartas que tienen delante de ellos formando cada uno su caudal de gotas y esos son los puntos que acumulan en ese turno.
Comienza otra ronda de turnos que se juega siguiendo el mismo orden que la primera y aplicando las reglas anteriores.
Final del juego
El juego termina cuando se hayan cogido todas las cartas del caudal desbordado. En ese momento, todos los jugadores que tuvieran cartas de gotas delante de ellos, las recogen y las unen a su caudal de gotas.
A continuación, los jugadores suman los números de las cartas de gotas que hayan recogido en su caudal. El jugador que menos puntos tenga gana la partida. En caso de empate gana el jugador que tenga más cartas de protección civil. Si el empate continúa, gana el jugador que tenga menos cartas de Riesgo.
¿Qué tal les habrá ido a los de “Las Cañas”? Desde hace unos días es trend el baile con la letra “Como una potra salvaje que el oleaje no pierde el sentido…” que tiene como protagonistas a los vecinos de @lascañas, así que se ve que jugaron una buena partida y Riesgo fue derrotado.
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