“Siempre estaré para Zamora, para lo que sea menester”. Miguel Ángel Mateos Rodríguez, el “gran gestor cultural de Zamora”, cerraba con esas palabras, de forma sorpresiva, el homenaje que ayer le rindió su querido Instituto de Estudios Zamoranos (IEZ) Florián de Ocampo, con apoyo de la Diputación Provincial, en el Teatro Ramos Carrión.
El destacado zamorano, asomaba desde un vídeo que ponía el broche de oro a un acto entre académico e informal, en el que se ensalzó al historiador, intelectual, político, gran orador y reconocido profesor “de pata negra”, como le definió el presidente de la Fundación Ortega Marañón, José Varela Ortega, hace no tanto.
Historiadores, poetas, escritores, artistas, políticos y zamoranos de a pie asistieron al desglose de la trayectoria personal y profesional del “constructor de la cultura zamorana”, impulsor imprescindible del IEZ que despertó gracias a su trabajo como presidente durante trece años, desde 1983, destacó el vicepresidente segundo y responsable del área de Educación y Cultura de la Diputación, Jesús María Prada, al abrir el acto.
El homenaje, apertura del curso 2022 del IEZ, indicó el presidente, Marco Antonio Martín Bailón, sirvió también para presentar el libro monográfico “Homenaje a Miguel Ángel Mateos”, obra coordinada por el historiador José Carlos de Lera, en el que se recogen 16 semblanzas del intelectual zamorano, “datos inéditos y testimonios de sus compañeros de viaje, de su vida”, de su amplio recorrido académico y como figura “imprescindible por su gestión cultural”, explicó el también vocal de Historia del IEZ. El volumen incluye 22 artículos de carácter científico.
“Debemos seguir creando oportunidades ”
“No me merezco el homenaje porque hubo gente que me ayudó, intercedió por mí creando oportunidades para Zamora y vinculando a Zamora a instituciones extranjeras con los estudios locales y provinciales”, declaró Miguel Ángel Mateos en su cortísima intervención. Y aconsejó “no abandonar nunca” esa senda porque “eso ayuda a motivar la historia, que es pacificadora del pasado”. El público escuchó emocionado a quien “prefirió ser cabeza de ratón a cola de león en su tierra”, donde dejó un marchamo esencial en la cultura de la provincia, subrayó José Andrés Casquero.
El historiador y exdirector del Archivo Provincial, José Andrés Casquero, comenzó su discurso con un tinte más personal de Miguel Ángel Mateos, aquel niño que con solo siete años se quedó huérfano y que pasó por los seminarios para formarse, un recuerdo emotivo que dio paso a una reseña sobre el erudito con “personalidad poliédrica”.
El perfil elaborado al detalle por Casquero puso en valor al estudioso y la “huella destacada” que dejó en la provincia, una “imprescindible personalidad de la cultura zamorana” de tal magnitud que “es difícil entender sin él las últimas cuatro décadas de la cultura en Zamora”.

El orador no olvidó mencionar el impulso que Mateos dio, junto a su estrecho colaborador por entonces Juan Carlos Alba, a la actual Fundación Hispano Lusa Rei Afonso Henriques (FRAH) que presidió y de la que “la salida de ambos no fue voluntaria”, resaltó, un proyecto que conllevó la rehabilitación del ruinoso convento de San Francisco, su actual sede.
Mateos terminó sus estudios en la Universidad Complutense de Madrid en 1968, pero no volvería a Zamora hasta 1979 para impartir clases en el instituto María de Molina, del que fue rápidamente director y desde cuyo cargo comenzaría a tener una proyección pública, agrandada como “gran activo” del movimiento Aceña Cultural, del que fue director, agregó Casquero.
Esa proyección le llevaría, de la mano de José Ramón Ónega López, al cargo de director provincial de Educación con el Gobierno de España de UCD de Calvo Sotelo. Apenas cuatro años tras su llegada a Zamora, toma las riendas del IEZ de Ocampo, refundado en 1975, y “lo revitaliza” junto a Alba que sería el secretario, “sobre quien pilotó el buen funcionamiento del Instituto”; a Enrique García Prieto y a José Luis González Vallvé, entre otros. Durante sus años de mandato se creó un archivo cultural, una enciclopedia de la provincia, becas, el Premio de Investigación Joven o el Premio de Poesía, más tarde bautizado como de Claudio Rodríguez.
Casquero hizo referencia a la incursión del profesor en la política, fundador con 60 años de la extinta Adeiza con la que llegó a ser concejal del Ayuntamiento de Zamora entre 2003 y 2011.
Su peso en el ámbito cultural “desdibujó su perfil como profesor de instituto”, según el exdirector del Archivo Provincial, que se refirió a Mateos como “paradigma de la gestión cultural” que “consiguió tejer redes institucionales y académicas”, implicar en sus proyectos para Zamora a la Complutense, la Fundación Ortega y Gasset, al CIS o a la Academia de las Letras Españolas y de las Letras Portuguesas. Se retrotrajo al “logro personal de Mateos”: el Instituto Universitario Ortega y Marañón que se materializa en 2015 para cursar postgrados de Ciencias Sociales y Humanidades, pero en 2020 la Ortega Marañón abandona el proyecto. Y la retirada de Miguel Ángel Mateos de la escena pública ya había comenzado.