El pasado 1 de agosto comenzó la primera fase de la nueva teleasistencia avanzada, gracias al contrato firmado entre la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades de la Junta de Castilla y León y Cruz Roja en Castilla y León, entidad adjudicataria de la prestación del nuevo servicio. El desarrollo de esta innovadora prestación tiene cuatro grandes objetivos: mejorar la atención y el apoyo que reciben las personas para que sigan viviendo en su entorno habitual; una atención centrada en las personas, con un abordaje preventivo y proactivo, especialmente aquellas en situación de dependencia; más eficiencia de la gestión, y mejor colaboración entre profesionales por medio de protocolos y procesos bien definidos; y el uso progresivo de la tecnología y digitalización.

En estos dos últimos años, el área de Familia e Igualdad de Oportunidades ha trabajado en la definición y contenido de los servicios de teleasistencia, desarrollando la normativa específica; elaborando documentación técnica; protocolos de actuación; y procedimientos de atención y coordinación. Castilla y León es la primera comunidad autónoma que cuenta con documentación técnica elaborada para los servicios proactivos dentro de la modalidad de teleasistencia avanzada. Todo ello con diálogo y consenso con las entidades locales, mediante un grupo de trabajo que comenzó en 2019, en el que han participado varias corporaciones locales.

Hasta ahora, las entidades locales eran las responsables de licitar la contratación pública del servicio de teleasistencia, con la complejidad que suponen los requerimientos tecnológicos de este tipo de servicios. Esto provocaba que el servicio de teleasistencia se prestara por una diversidad de empresas. Desde el 1 de enero de 2020, la Consejería de Familia asumió la competencia de la planificación, dirección y contratación de este servicio.

De esta manera, se pudo realizar la adjudicación de un contrato único a nivel regional, siendo su financiación pública soportada exclusivamente por la comunidad. Esto permitirá extender la prestación del servicio a más personas con costes menos elevados, y de forma gratuita para los usuarios.

La teleasistencia avanzada incluye la puesta en marcha de servicios proactivos de “apoyo al mantenimiento de la salud y seguimiento de la atención a personas dependientes” y de “seguimiento proactivo y apoyo al cuidador”, que ya se han pilotado desde hace un año y cuya valoración por usuarios y profesionales ha sido muy positiva.

La atención proactiva adapta la intensidad y frecuencia de los contactos a la persona usuaria o su cuidador, en función de su situación y necesidades. De esta manera, se puede determinar una intensidad baja, moderada o alta, en el marco del proyecto individualizado de atención. Estos servicios proactivos se irá incorporando a los usuarios de forma progresiva, en coordinación con todas y cada una de las corporaciones locales, y supondrán que cada persona atendida tendrá un coordinador de caso del CEAS, un técnico coordinador de teleasistencia, y un teleoperador de referencia que realizará los contactos proactivos.

La última fase será la implementación de dispositivos de última tecnología para la detección de posibles situaciones de riesgo, cuyo uso se adaptará a cada tipo y necesidad del usuario de teleasistencia avanzada. En esa lista de dispositivos tecnológicos se incluyen los orientados a la detección de fuego y humo, de gas y monóxido de carbono, de fuga de agua, de situaciones de riesgo y emergencia fuera del domicilio , o para la dispensación controlada de medicación. Esto se financiará con cinco millones procedentes de fondos europeos.