El Castillo y el Campus Viriato son dos ejemplos de edificios cuyos usos ha reconvertido la ciudad de Zamora para contribuir al desarrollo económico. En el primer caso, la fortaleza medieval ha pasado de ser institución educativa a reclamo turístico y parada obligatoria para todo aquel que visita la capital. En el segundo, la unión de todos los zamoranos hizo posible que un antiguo cuartel militar que iba a ser vendido terminara adaptándose para albergar las aulas de las diferentes escuelas de la Universidad de Salamanca que operan en Zamora. Dos casos que recuerdan mucho a la Zamora del futuro, que dará a inmuebles sin uso desde hace demasiados años, como son los casos del Banco de España o del antiguo laboratorio situado en los jardines del Castillo, una nueva funcionalidad.

Reconversiones que buscan la prosperidad

El proyecto del Castillo fue uno de esos que consiguieron cambiar el paradigma del turismo, añadiendo un nuevo atractivo que siempre estuvo ahí, pero que no se estaba explotando. La ciudad de Zamora había utilizado la fortaleza como Escuela de Arte y Superior de Diseño de Zamora y también como Escuela de Idiomas, manteniendo la actividad educativa hasta el año 2007. Después de cuatro años de obras y una inversión millonaria, en el año 2009 concluyeron los trabajos de recuperación y consolidación de las estructuras defensivas y el Castillo abrió al público para su visita.

Reconversiones que buscan la prosperidad

Esa intervención permitió conseguir un aspecto del Castillo muy parecido al de la antigüedad, donde destaca la excavación de la liza, un gran espacio diáfano situado entre la muralla exterior y el cuerpo principal del Castillo. Además, se adaptó un paseo de ronda desde donde todo aquel que sube tiene la oportunidad de observar unas inolvidables vistas de la ciudad en todo el perímetro de la fortificación.

Reconversiones que buscan la prosperidad

Unos cuantos años antes, la ciudad de Zamora había incorporado a su patrimonio, el de todos los ciudadanos, las instalaciones del antiguo Cuartel Viriato. Fue el 30 de mayo de 1990 cuando una manifestación pacífica frente a las dependencias castrenses terminó con el salto de la valla y la ocupación de este espacio. Aquel día se había convocado un paro general de seis a ocho de la tarde para que los zamoranos pudieran participar en esta concentración y el resultado fue que más de 25.000 personas se dieron cita ante la otrora casa del Regimiento de Toledo 35. Un acto que terminó con la recuperación de esta superficie para uso de toda la ciudad. En este caso, como Campus Viriato.

En el horizonte, Zamora tiene por delante la tarea de dar nuevos usos a edificios que siempre estuvieron allí. Los precedentes marcan un buen punto de salida.