La administración dirigida por Francisco Guarido afronta en este mandato tres proyectos clave llamados a revitalizar por completo la actividad turística de la capital. El primero de ellos es la liberación de la muralla, cuyo proceso avanza a velocidad de crucero y sobre el que ya existen planes de futuro. El segundo es el Museo de Baltasar Lobo, pendiente de lo que ocurra con el Banco de España para poder trasladarse al Ayuntamiento Viejo. Y el tercero es el Museo Pedagógico, que viajará desde el Campus Viriato hasta los laboratorios del Castillo. A todo ello, habrá que añadir el futuro Museo de Semana Santa y una novedosa propuesta en colaboración con la Iglesia. Además, evidentemente, del potencial patrimonial del románico y el modernismo, y el natural del río Duero Así es la Zamora del futuro diseñada por el Ayuntamiento de Zamora.

–Tras varios años liberando la muralla, parece que el proyecto entra en fase final. ¿Cómo se encuentra actualmente el proyecto para descubrir el monumento medieval?

–Desde el año 2016, el Ayuntamiento de Zamora ha gastado en torno a cuatro millones de euros en este proceso. Hemos hecho un avance como nunca antes se había realizado y seguimos adelante. En el futuro más inmediato, tenemos el derribo del lineal que va desde el número 43 al 49 de la avenida de la Feria. Es un paquete entero y lo tenemos prácticamente para salir a licitación. Con eso, terminaríamos ya con la Feria.

–¿Y para cuándo está previsto entrar con las máquinas en el parque de San Martín?

–En la próxima reunión de la Comisión Territorial de Patrimonio va a entrar el expediente de derribo del edificio de Iberdrola, que ya está en el parque. Una vez pase ese trámite, que lo hará sin dificultades, será solo licitar y derribar. Y, a continuación, abordaremos el edificio de Bajada de San Martín número 2, que también es de propiedad municipal. De esta manera, quedaría todo completado desde la rotonda de la avenida de la Feria hasta el Sillón de la Reina; excluyendo, evidentemente, los primeros números de la Feria, donde hay negocios y no quieren vender.

–¿Qué hay de la rehabilitación de la muralla que se había negociado con el Ministerio de Cultura?

–Eso es cosa del Estado. Todo esto que he relatado debe figurar en el nuevo Plan Director de la Muralla, esa revisión que contrató el Estado y que tendrá que estar lista ahora, en noviembre. A partir de ahí, es cuestión de que el Gobierno se gaste unas perrillas, como se comprometió. Y más ahora, con la llegada de fondos europeos, que muchos de ellos están vinculados a asuntos turísticos. Lo que está claro es que el millón que había comprometido ya se ha quedado corto. Porque ya no es rehabilitar los tramos que nosotros estamos descubriendo, sino que deberían actuar en otros paños como los de la ronda del Degolladero, que están en muy malas condiciones. Yo estoy convencido de que el Estado va a cumplir su palabra. Hay que tener en cuenta que primero vino la pandemia y después un cambio de ministro de Cultura. Insisto, confío en ellos.

–Otro proyecto clave es el Museo de Baltasar Lobo. ¿Cómo va de encarrilado de cara a su traslado desde la plaza de la Catedral a la Plaza Mayor de la capital zamorana?

–Tenemos hecho ya el proyecto de obra, que es el que ha pasado el filtro de la Comisión Territorial de Patrimonio, y estamos a punto de terminar el proyecto museográfico y el museológico. Todo esto va hilado con el proyecto del Banco de España y hay que recordar que éste último ha ido ya a Junta de Gobierno Local. Si todo va como pensamos, se subirá a la Plataforma de Contratación del Estado en no más de una semana, pasará por licitación y se adjudicará antes de final de año. De esta manera, mientras se hace la obra del Banco de España, comenzaremos a licitar el Museo de Baltasar Lobo a principios del año que viene. Hay que tener en cuenta que son tres proyectos: el de obra, el museológico y el museográfico. Y estamos trabajando con uno de los mejores estudios de toda España en cuestiones de museos, como es Frade Arquitectos. Yo espero que se licite a primeros del año 2022. Invertiremos 1,2 millones de euros y va a ser un atractivo de primera línea.

–Y a eso hay que añadir el Museo Pedagógico, que viajará desde el Campus Viriato hasta los antiguos laboratorios situados en el Castillo.

–Y también tenemos hechos los proyectos, tanto el de obra como el museográfico, porque aquí no hace falta museológico. Este nos costará alrededor de medio millón de euros y lo tenemos listo para licitar. Ya tenemos solución para los gigantes, así que está todo bastante hilado.

–Zamora, por lo tanto, incorpora tres nuevos atractivos a su oferta para conseguir reactivar un sector que lo necesita.

–Creemos, sinceramente, que la oferta turística de Zamora se completará muchísimo cuando terminemos todos estos proyectos. Porque, a todo esto, habría que añadir el Museo Etnográfico de Castilla y León, el Museo de Zamora, todos los atractivos patrimoniales de la ciudad y el río Duero. Va a quedar una ruta muy potente de museos y lo que queremos es obligar al visitante a quedarse, al menos, una noche. Las posibilidades de negocio cambian completamente pernoctando una noche y eso lo potenciaríamos mucho ampliando nuestra red de museos.

–¿Incorporaría algún museo más a esa ruta?

–Evidentemente, ahí tiene que entrar el Museo de Semana Santa y también tenemos que sentarnos las instituciones, no tardando mucho, para ubicar un Museo de Tapices en colaboración con la Iglesia. De este modo, la ruta de turismo en Zamora sería mucho más completa de lo que es actualmente.

–Una apuesta total por el turismo de cara a un futuro absolutamente inmediato.

–El potencial del turismo como motor económico de la ciudad es evidente y palmario. En los últimos cuatro años hemos incrementado muchísimo el número de turistas que llegan a Zamora. Y no solo es por el AVE de Madrid. Vienen de todas partes de España. Esto es el fruto de un trabajo que otros empezaron antes y que hemos continuado nosotros, abriendo nuevos frentes para completar la oferta. Una vez superada la pandemia, el turismo va a recobrar una fuerza inusitada. La gente tiene ganas de salir y de conocer la España interior. Y Zamora tiene todas las papeletas para duplicar, en pocos años, el número de turistas que venían antes de la pandemia. Cumplimos todos los cánones.

–Bien para la capital y bien para la provincia.

–Claro. Cuando hablo de la capital, hablo de toda la provincia. Ahora estamos actuando en conjunto y no como antes, que cada uno iba por su sitio. Creo que estamos haciendo las cosas bien con la Diputación de Zamora, nos reforzamos mutuamente y eso se traduce en mejores resultados. Si a nosotros nos va bien, le irá bien a los pueblos de Zamora. Y viceversa.