Ya avanzábamos en la entrega anterior que fue durante la Edad Media cuando se produjeron las primeras manifestaciones escritas en asturleonés. La Nodicia de kesos, una breve lista de quesos de finales del siglo X procedente de un monasterio de Rozuela (León), es uno de los primeros documentos que presenta ya rasgos del romance. Sin embargo habitualmente se considera que el Fuero de Avilés es el primer texto redactado enteramente en esta lengua. Sabemos que el asturleonés alcanzó en el siglo XII, y especialmente en el XIII, un gran prestigio, al ser la lengua hablada en la corte y en las principales ciudades del Reino de León. Esto se manifiesta en su importante uso en la documentación jurídica y administrativa de concejos, monasterios y catedrales. El Fuero Juzgo –el texto legal más importante de aquel periodo–, los fueros de Salamanca, Zamora, Ledesma o Alba de Tormes se redactaron en esta lengua, así como muchos documentos notariales.

Entre los textos redactados en asturleonés en Zamora, destacamos una versión de Flores de Derecho, un tratado procesal del Maestro Jacobo, traducido al leonés probablemente desde el original castellano. Aunque sin duda el más conocido es el Fuero de Zamora, un documento de gran importancia, pues establecía el ordenamiento jurídico del concejo. Se trata de una literatura funcional, carente de propósito estético, pero no por ello poco interesante. Su redacción en leonés nos ofrece algo parecido a una fotografía de la lengua hablada en el siglo XIII en la ciudad. A continuación ofrecemos un fragmento:

Nengum omne que lo corir con armas por affronta de omnes bonos, peche D sueldos al sennor que tovier ela tierra; e quien no matar, pechen elos postores cada casa senos fuelles de coneyos. E se non podieran aver el fuele del coneyo, pechen quatro dineros de la moneda que corir al sennor que tovier ella tierra. E los juyzes faganno beysar a sos parientes; e se lo non quisieren beysar, sean enemigos del conceyo.

El merino vaya a rouso e a homizio et a furto e a feridas en que yuyzes ayan parte, e a morte de omne en que juyzes ayan parte; e vaya a falsidat. E por todas estas rancuras vaya el merino al coral, e demuestre sua rancura, e aya derecho por ellos; e non sea con ellos en coral. E de todas estas calonnias, hu rancuroso hovier, aya el merino ela tercia parte, e los yoyzes ela tercia parte, e el rancuroso ela tercia, e hu rancurosso non hovier, parta el merino con los yoyzes por medio.

Literatura en asturleonés en Zamora (II) Edad Media

El fuero de Zamora presenta algunos rasgos occidentales, como son los diptongos decrecientes ei y ou (‘beysar’ o ‘rouso’), que hoy solo conocen las hablas más occidentales de la provincia. El lingüista Américo Castro encontró estos rasgos en la documentación medieval de otros lugares cercanos, trazando el límite oriental de ou en Bamba y de ei en Toro. El hecho de que la toponimia actual del centro de la provincia conserve puntualmente estos diptongos nos hace pensar que estos rasgos pudieron tener una presencia mayor en zonas situadas mucho más al este de su distribución actual.

Pero no toda la literatura medieval leonesa es de tipo jurídico. La lírica escrita en romance autóctono tuvo también sus frutos, aunque la posible traducción al castellano y pérdida de documentos originales dificulta su estudio. Ramón Menéndez Pidal señalaba que en algunos de estos poemas conservados lo leonés se mezclaba con lo gallego y lo castellano. Entre las obras más conocidas están la versión leonesa del Libro de Alexandre (hablamos de la copia de Juan Lorenzo de Astorga, quien probablemente no era el autor) y la Disputa de Elena y María. Mientras que el primero representa un estilo más erudito, propio del mester de clerecía, el segundo tiene un carácter más popular y próximo a lo juglaresco. La Disputa de Elena y María cuenta la discusión entre la amiga de un abad y la de un caballero sobre cuál de ellos es mejor amante. Aunque no podemos situar exactamente en Zamora esta obra, no nos resistimos a mostrar un pequeño fragmento, como muestra de esa literatura medieval en la que muchas veces conviven elementos procedentes de distintos romances:

·······················mefura

biue b[i]en fin rrancura;

diz buenas palabras,

mas non sabe jogar las tabras

nin defpende su auer

en folia nin en mal fen.»

Elena la cato

de fu palabra la fon fano,

g[raue m]ientre le rrefp[u]fo,

agora oyd commo fabro:

El brevísimo auge de la literatura asturleonesa medieval daría paso al silencio casi absoluto del periodo posterior. Y aunque hasta el siglo XIV los notarios leoneses mantenían rasgos dialectales en los documentos, el uso literario del idioma tendría que esperar a los siglos XV y XVI, en que autores como el probablemente fermosellano Juan del Enzina lo hicieran renacer en su variedad sayaguesa, pero esa es ya otra historia de la que hablaremos en sucesivas entregas.

Bibliografía recomendada

Bartolomé Pérez, N. (2011). Llingua y lliteratura en Llión. Faceira, publicación cultural zamorana, 2.

Castro, A. y Onís, F. (1916). Fueros leoneses de Zamora, Salamanca, Ledesma y Alba de Tormes. Madrid: Centro de Estudios históricos.

Menéndez Pidal, R. (1914). Poesía leonesa inédita del siglo XIII. Revista de Filología Española, 1.