El 13 de enero la Iglesia celebra la memoria de San Hilario de Poitiers, que nació en torno al año 310 en esta ciudad francesa y fue bautizado en el año 345, siendo elegido obispo cinco años después. Entre su obra teológica destaca el tratado “De Trinitate”, en el que defendió la fe trinitaria y la divinidad de Cristo frente a la herejía arriana. Según explica San Isidoro de Sevilla, Hilario fue el primer prelado que introdujo los cánticos en las iglesias de Occidente. Uno de sus discípulos más conocidos fue San Martín de Tours. Murió el 13 de enero del año 367 y sus reliquias se veneraron en la ciudad que había pastoreado hasta que, en 1652, los hugonotes las profanaron y quemaron. Benedicto XVI dijo en 2007 que “Hilario consagró toda su vida a la defensa de la fe en la divinidad de Jesucristo, Hijo de Dios y Dios como el Padre”.