La sobriedad aparejada a estos tiempos de pandemia se ha instalado en Zarzuela y las mujeres de la Familia Real la abanderan. Solo la princesa de Asturias, que cumplirá 15 años este 31 de octubre y ayer se adelantó a la celebración, lució unos simbólicos tacones de tres centímetros, eso sí, cuadrados y discretos, con motivo del acto de la Fiesta Nacional en el patio de la Armería del Palacio Real.

Las manoletinas con purpurina rosada de la diseñadora mallorquina Úrsula Mascaró resplandecían en la soleada mañana madrileña del primer día de una semana en la que Leonor de Borbón afronta sus principales compromisos anuales como heredera de la Corona. El jueves llegará a Oviedo con sus padres, los reyes, y su hermana Sofía para entregar, por segunda vez, los premios que llevan su nombre, pero en un marco muy diferente –y restringido por la pandemia– al del año pasado, cuando debutó en el Campoamor.

Los looks que anticiparon ayer la Reina y sus hijas puede ser un preludio de la estética que marcará su presencia en Asturias. La reina repitió el Felipe Varela estrenado en su visita a Japón en 2017: abrigo rojo carmín con lazos y un vestido de terciopelo burdeos con botonadura y lazada en la zona superior. Es la primera vez que la consorte no sorprende con nuevo modelo para la Fiesta Nacional. La infanta, con blusa blanca de Zara y pantalón azul tinta de Stradivarius, también se sumó a ese carrusel de austeridad, adoptado por Letizia desde que la pandemia ha cambiado la vida de los españoles.

La reina ya apenas se da color en el pelo y lleva un maquillaje discreto. Sus hijas casi no utilizan joyas, solo Leonor lucía la venera del Toisón de Oro que le otorgó en 2018 su padre, el rey Felipe, con motivo de su designación como princesa de Asturias. En los últimos doce meses la primogénita de los reyes ha tenido un papel más protagonista y también ha acumulado tablas a la hora de hablar en público, aunque el año pasado ya demostró en el Campoamor que no le falta soltura ni saber estar. A lo largo del año ha acompañado a sus padres en varias citas oficiales y ha participado en iniciativas relacionadas con la pandemia, como el mensaje que envió a los jóvenes, en el que también estuvo su hermana. La heredera, que ya ha pasado por una PCR y por un confinamiento escolar a principios de curso, dejó claro que sabe de tendencias, con un jersey de lana de alpaca de mangas abullonadas de la firma sueca Other Stories (59 euros) y una falda fruncida con largo midi y cintura alta, por debajo de las rodillas, en color azul empolvado, que recuerda a modelos que han llevado otras jóvenes princesas europeas, como las de Bélgica y Holanda. La infanta Sofía se calzó slippers a tono de Pretty Ballerinas, con punta afilada y plana. Como complementos, la reina optó por salones de charol de Lodi, también repetidos, y una cartera de mano de ante rojo de Magrit. Los pendientes de diamantes, oro blanco y rubíes de la firma madrileña Aldao y el anillo de Karen Hallam que apenas se quita completaban el look.