El próximo viernes, 28 de octubre, se celebra en Zamora el foro “Razones para quedarnos III”, que analizará distintas cuestiones a estudiar para revertir el problema demográfico en la provincia, como la fiscalidad y el empleo. La jornada organizada por LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA comenzará a las 11 en el salón de actos del Seminario Menor San Atilano. Una de las entidades patrocinadoras es el Ayuntamiento de Toro. Esta ciudad, al ser el tercer municipio más grande de la provincia, es uno de los puntos clave para estimular el desarrollo económico de la provincia de Zamora en la lucha contra la despoblación, con proyectos de envergadura tan ilusionantes como la reapertura del campamento militar de Monte la Reina.

–¿Qué supondría para la economía de la ciudad de Toro la reapertura del campamento de Monte la Reina?

–Traería lo que más necesitamos, que es gente. Esto tendría un efecto en cadena porque se reactivaría el sector inmobiliario, el sector de la hostelería, se tendría que dotar al centro de salud para atender a más gente y se llenarían colegios, que están bajo mínimos, con toda esta población. Así que supondría un impulso muy importante a la ciudad, porque que vengan más de 1.000 personas a vivir a la ciudad de Toro o a alrededores, que necesitarían servicios en la ciudad, supondría consolidar un futuro más esperanzador del que tenemos.

–Hace casi cuatro años desde que se anunció ese proyecto, ¿en qué punto está, lo veremos hacerse realidad pronto?

–Ya han empezado las actuaciones, llevan un mes trabajando a un ritmo frenético desde Defensa. Me consta que se está realizando el desbroce y el derrumbe de edificios que estaban en ruinas y se va a realizar todo el perímetro. Antes de Navidad esa primera parte ya va a estar ejecutada, y de cara a 2023 hay 20 millones de euros en los Presupuestos Generales del Estado. O sea que ya no es una promesa del Gobierno, es una realidad, está en marcha, todo el mundo puede comprobar al ritmo desde el que trabajan porque se ve desde la carretera. Estamos muy esperanzados sl ver que ya por fin se va a ejecutar la inversión que había planteado el Gobierno; es verdad que a veces los gobiernos plantean inversiones que no se ejecutan, pero en este caso se está ejecutando y hay una previsión para el año que viene de 20 millones de euros que una vez que comience la obra se va a ejecutar de seguido.

–¿En qué fecha calcula que podremos ver el campamento abierto y funcionando?

–Esos proyectos los lleva el Ministerio de Defensa, pero no lo veremos abierto el año que viene porque es una obra civil enorme. Sin embargo, los trabajos están avanzando y a medio plazo Monte la Reina va a ser una realidad.

–¿Cree que otras administraciones públicas deberían colaborar más con los municipios rurales y ciudades pequeñas en la lucha contra la despoblación?

–La Junta lleva anquilosadas décadas y no existe ningún tipo de actividad para paliar la despoblación, es una administración que está muy lejana a los ayuntamientos. Las diputaciones deben colaborar dentro del margen de obra que tienen; veo que en Zamora sí están llevando a cabo iniciativas, pero no es suficiente para que los zamoranos veamos una percepción de utilidad de las diputaciones, tienen que trabajr más. Las instituciones provinciales son elementales en el medio rural, pero el modelo actual de diputaciones tiene que experimentar un cambio para tirar del carro de los municipios; una ciudad como Toro tiene ciertas capacidades, pero otros municipios más pequeños no tiene ni medios materiales ni humanos para llevar a cabo ciertas inversiones.

–La sanidad es uno de los servicios más básicos, ¿cuál es su situación actual en Toro?

–En los últimos meses se han repuesto varias plazas del centro de salud, que atiende a casi 15 municipios, pero es necesaria la implantación de más especialistas y de algún médico de familia más. La cita previa en Toro suele tardar casi una semana, y hay pueblos alrededor donde el médico solo va una vez a la semana si hay personal. Hace falta un refuerzo y que la Junta de Castilla y León haga una apuesta por el sistema público. Hay que incentivar a los profesionales médicos para que vengan a Castilla y León, y que encuentren aquí un lugar atractivo para desarrollar sus carreras.

–¿Qué más cree que haría falta para luchar contra la sangría demográfica?

–Es muy necesario dotar al medio rural de infraestructura industrial y de infraestructura de comunicación. No podemos tener zonas opacas de fibra óptica, y todas las administraciones tienen que trabajar unidas para facilitar eso. Por otro lado, tanto la Administración General del Estado como las administraciones autonómicas deberían descentralizar muchos servicios para dotar de vida al medio rural, y no centralizar todo en las grandes capitales.

–¿Cómo valora que Zamora se haya quedado fuera de las primeras medidas de fiscalidad diferenciada?

–No hay que dar esa batalla por perdida, desde la Diputación de Zamora se está haciendo un esfuerzo enorme y creo que el Gobierno central debería luchar por la posición de Zamora porque es la provincia con menor crecimiento demográfico de España, acumulamos los peores datos y sorprende que otras estén en esa fiscalidad diferenciada, y Zamora no lo esté cuando ya llevamos muchas décadas de abandono por parte de la Administración central y de la autonómica.

–¿Qué se podría hacer en Toro y comarca para fomentar el empleo a partir de sus recursos endógenos?

–En el caso de Toro nos falta un impulso en el aspecto de la educación. Llevamos años reclamando la implantación de ciclos formativos en la ciudad y actualmente solo tenemos uno, y la Junta de Castilla y León cada año hace oídos sordos a las peticiones de Toro para la implantación de ciclos formativos relacionados con el empleo que se puede generar en Toro: con la viticultura, con los trabajos agrícolas, con la atención turística, con la atención sociosanitaria. Año tras año reclamamos la implantación de esos ciclos y año tras año la Junta de Castilla y León desoye las peticiones de los municipios, y por lo tanto en Toro hay un problema enorme de empleo porque las empresas no encuentran personas cualificadas para desarrollar su trabajo.

–¿Eso además ayudaría a que los jóvenes no abandonen su tierra tan pronto como a los 18 años?

–Claro, si ya de origen tienen que ir a formarse fuera, probablemente su primer trabajo lo busquen fuera. Hay que facilitarles que la formación sea en su entorno, y seguramente muchas personas estarán encantadas de poder desarrollar su vida laboral en su tierra. En Toro partimos de la base de que los estudiantes para realizar no ya un grado universitario, sino un ciclo formativo, tienen que irse de aquí y empiezan a construir sus vidas en otras ciudades más grandes. Hay una clara tendencia a centralizar la Formación Profesional en capitales, pero se están olvidando de que los ciclos tienen que estar implantados donde se desarrolla el trabajo para el que se están formando.

–¿Cree que localidades medianas como Toro y las cabeceras comarcales, pueden ser la clave para anclar la población al medio rural?

–Hubo un proyecto de ordenación en la Junta de Castilla y León que ha quedado en el altillo, y creo que es necesario articular el territorio a través de las poblaciones medias, que no todo se centralice en las nueve capitales de provincia. Ese plan de Castilla y León lleva muchos años elaborándose, ahora lleva tiempo parado y es elemental establecerlo para minimizar los esfuerzos de la administración utilizando esas ciudades medias para que sean referentes, y no solo la capital de provincia.