El Ayuntamiento de Benavente es uno de los varios patrocinados del foro “Razones para quedarnos III que organiza LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA y que girará en torno a medidas de fiscalidad y empleo para fijar población en la provincia. El congreso anual se celebrará el viernes 28 de octubre a las 11 horas en el salón de actos del Seminario Menor San Atilano, y también se podrá seguir en directo por el streaming en la página web del periódico. Luciano Huerga es el alcalde de Benavente, durante su mandato la ciudad se ha marcado el polígono Puerta del Noroeste como principal proyecto para el desarrollo económico y demográfico de la ciudad.

–¿Qué supondría para la ciudad, en términos de empleo y población, materializar un proyecto como Puerta del Noroeste?

–La creación de entre 1.800 y 2.000 puestos de trabajo directos y aprovechar todo el potencial de Benavente como nudo logístico y de transporte por carretera, para atraer a nuevas empresas a partir de ahí. Por eso hablamos de que es un proyecto ancla que servirá para fijar población y para atraerla. Cuesta 13 millones de euros y se va a financiar entre el Ayuntamiento de Benavente, la Diputación de Zamora y la Junta de Castilla y León, que es la que tiene que aportar la mayor parte del dinero, porque es la que tiene las competencias en fomento del empleo. Necesitamos que se aporte ya el dinero para comenzar las obras en 2023.

–¿Qué más elementos cree que necesita la provincia para fijar población y detener la sangría demográfica?

–Para que la gente se quiera quedar aquí tienen que darnos “razones para quedarnos” las administraciones públicas competentes, que en empleo, sanidad y en casi todas las cuestiones fundamentales son competencia exclusiva de la Junta de Castilla y León. Yo creo que la Junta tiene que dar un giro de 180 grados en políticas de empleo, sociales y de servicios públicos o no habrá razones para quedarnos porque no habrá ni gente para quedarse.

–¿Estamos a tiempo de darle la vuelta a las previsiones? El INE da por sentado que la provincia de Zamora va a bajar de los 150.000 habitantes al final de esta década.

–No hace falta ser un genio, aunque voy a citar a Einstein, para darse cuenta de que si buscas resultados distintos no puedes hacer siempre lo mismo. Por eso digo que la Junta de Castilla y León tiene que dar un giro de 180 grados. Lamentablemente todas las previsiones del INE se han venido cumpliendo, y esa también se cumplirá si no cambiamos. En los últimos 35 años pareciera que la Junta de Castilla y León en lugar de una agenda contra la despoblación ha llevado a cabo una agenda para provocar la despoblación.

–¿A qué se refiere con que se ha fomentado la despoblación?

–En Castilla y León se ha venido haciendo una política centralista, entendida como fomentar únicamente dos polos de desarrollo económico, Valladolid y Burgos, generando desequilibrios y agravando la desigualdad entre territorios. Esto ha provocado un éxodo interior, pero sobre todo que la gente se vaya fuera de la comunidad porque ya no hay actividad económica en sus provincias. Insisto en que se necesita un cambio de 180 grados dentro de la Junta de Castilla y León, que no le pidan responsabilidades a quien no las tienen y ejerzan las suyas, que ya va siendo hora. Un claro ejemplo en Zamora es el proyecto de la biorrefinería de Barcial del Barco, más de 10 años hablando de ello pero los hechos demuestran que la Junta no ha querido apoyar ese proyecto. En el nuestro, el Puerta del Noroeste, también hay ciertas dificultades, esperemos que salvables desde el dialogo y el sentido común.

–¿Dificultades para el Puerta del Noroeste, por parte de quién?

–Ahí está la hemeroteca. En el año 2019, en plena campaña electoral, vino el señor Mañueco y dijo que apoyaría con 10 millones de euros al Puerta del Noroeste. En la campaña de las autonómicas de 2022 le preguntaron por los 10 millones y dijo que aportará “lo que haga falta”, pero ya no hablaba de 10 millones, y ha venido hace unos días a Villabrázaro y otra vez dio muy buenas palabras, pero ningún hecho concreto. Necesitamos pasar de la política de las palabras a la política de los hechos. De los 13 millones que cuesta el proyecto ya hay 9.060.000 euros consignados y la cantidad restante, como es un Plan Territorial de Fomento, competencia exclusiva de la Junta de Castilla y León, lo tiene que poner el Gobierno autonómico. Mañueco no puede pretender que el Ayuntamiento de Benavente asuma una aportación de siete millones, primero, ¿qué plan de fomento sería ese si tenemos que poner nosotros el dinero?, y segundo, que un ayuntamiento que ingresa 17 millones de euros al año no puede invertir siete millones. Para la Junta, que maneja un presupuesto de miles de millones, es una cantidad ínfima, dicho con todo el respeto al dinero público.

Zamora tiene que explicar en Bruselas que necesitamos la fiscalidad diferenciada antes de bajar a los 12,5 habitantes por kilómetro cuadrado

–¿Cómo valora que el Gobierno de la nación haya excluido a Zamora de las primeras medidas de fiscalidad diferenciada?

–Es la Unión Europea la que ha fijado el criterio de aplicar la fiscalidad diferenciada a territorios con una densidad de población por debajo de los 12,5 habitantes por kilómetro cuadrado. Habrá que ir con nuestras reivindicaciones, las de Zamora, y hacerle entender a Bruselas que hay territorios que no queremos llegar a esa barrera de 12,5 y que para eso necesitamos actuar también con diferenciación económica positiva. Y tiene que haber esa diferenciación en los tributos a nivel estatal, pero también en los instrumentos fiscales que tiene la autonomía. Fundamentalmente, con la aplicación de tramos de IRPF diferentes a las personas que viven en el medio rural, y sobre todo con una fiscalidad inferior para las pymes.

–Ha mencionado también la necesidad de un cambio en servicios básicos, ¿cuál es la situación de la sanidad en Benavente?

Si la Junta no paga más a los médicos rurales que a los de las ciudades, no cubrirá esas plazas

–La Junta dice que tiene dificultades para encontrar médicos para el medio rural, y las empieza a tener en núcleos medianos y pequeños como este, y debería de preguntarse por qué. No somos un territorio atractivo para esos trabajadores, y eso que hablamos de trabajadores públicos con su sueldo garantizado y una seguridad. Para hacer esos puestos atractivos no hay otra solución que compensarlos económicamente con un sueldo diferente, mejor, igual que pedimos una fiscalidad diferente y mejor. Si no lo hacen, nadie va a querer ir a los consultorios de los pueblos, pero es que ya lo empezamos a notar en pequeñas ciudades de Benavente, donde antes había ocho médicos ahora hay cinco, y donde tenía que haber tres pediatras hay uno y medio. ¿Cómo queremos que la gente se quede aquí a formar una familia si no tienen capacidad ni de atender a sus hijos?

–También han reivindicado especialidades para el hospital.

–La Junta no tiene un hospital de verdad en Benavente, y lo digo con todo el respeto para la gente que trabaja allí, porque solo tiene una especialidad, que es medicina interna. Un hospital necesita prestar servicios, si no solo es un ambulatorio grande, y de hospital tiene el nombre. Nuestros vecinos cuando tienen una urgencia pediátrica o coronaria, se van directamente a Zamora o León, porque saben que aquí no les van poder atender como le gustaría a los profesionales. Nuestra aspiración siempre ha sido que el Hospital de Benavente sea un hospital de verdad que dé servicio al norte de Zamora y al sur de León, estamos hablando de 80.000 personas que tendrían un hospital adecuado a menos de media hora. Prestar servicios en este tipo de ciudades pequeñas y medianas también vertebra el territorio.

–¿Qué infraestructuras necesita la provincia?

–Es imprescindible tener cuidadas las carreteras, las provinciales, las autonómicas y también las autovías. Y que haya transporte público, lo del transporte a la demanda es un eufemismo para no decir que no hay líneas regulares. Si quitamos servicios porque no hay gente esto es el pez que se muerde la cola, habrá menos gente porque no hay servicios, y menos servicios porque hay menos gente. Otro ejemplo del abandono de la Junta es la estación de autobuses de Benavente, competencia exclusiva del Gobierno autonómico, está en un estado de abandono deplorable, y estamos hablando de un núcleo con la importancia que tiene en el transporte a nivel autonómico como Benavente. Y otra política muy importante es la digitalización, ¿cómo va a venir gente a trabajar a los municipios rurales o semiurbanos si no tenemos unas redes de telecomunicaciones adecuadas? En el último año y medio se está empezando a hacer lo que no se ha hecho en la última década, poniendo la fibra óptica, pero con fondos europeos gestionados por el Gobierno de España. Otra vez más pidiéndole a papá Estado que le ejercite y le pague sus propias competencias a la Junta.