Cipirano García, director general de Caja Rural de Zamora, será uno de los intervinientes en el foro “Razones para quedarnos III”, en el que se debaten estrategias para fijar población en la provincia, este año centradas en temas de fiscalidad y empleo. La jornada organizada por LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA se celebrará el viernes 28 de octubre a las 11 en el salón de actos del Seminario Menor de San Atilano, y también se podrá seguir por streaming en la página web del periódico.

–Zamora pierde 2.000 habitantes al año, y en la próxima década bajaremos de la barrera psicológica de los 150.000. ¿Cree que aún estamos a tiempo de revertir esta tendencia?

–Tenemos que ser optimistas siempre, incluso en estas circunstancias. El recorrido que nos ha llevado a esa situación viene de lejos y yo creo que todo el mundo es consciente de que si no se pone ninguna medida bajaremos de 150.000 o no se sabe a dónde llegaremos. Hay que poner alguna cortapisa y provocar una involución en ese proceso para modificar una realidad que ya se ve venir desde hace mucho tiempo.

–¿Qué es lo que necesita Zamora para que no se cumplan esas predicciones, atraer empresas, inversiones públicas o una fiscalidad diferenciada?

–Tiene que ser un compendio de todo eso, no creo que haya ninguna iniciativa capaz por sí sola de modificar nuestra situación de forma inminente. Lógicamente, parece un despropósito que el Gobierno no haya incluido a Zamora en las medidas de fiscalidad diferenciada, como estaba previsto, porque si bien hay provincias con menor densidad de población, nosotros estamos en la cresta de la ola de pérdida de población, y porque todas las previsiones apuntan a que seremos la provincia que va a sufrir mayor deterioro a medio y largo plazo, algo evidente ya que tenemos la media de edad más avanzada. Tengo confianza en que el Gobierno modificará esta decisión par ayudar a quien más lo necesita, a Zamora.

–¿Cómo se pueden atraer inversiones privadas a la provincia? No hay una varita mágica ni de crear empresas.

–Es complicado si no tenemos en cuenta incentivos como la fiscalidad diferenciada, insisto, que es una de las medidas determinantes. Si no se hace nada diferenciador con provincias como la nuestra la inversión continuará fluyendo en los polos de desarrollo que ya están establecidos y cada vez habrá más desigualdad entre los territorios.

–¿Cree que las instituciones públicas están suficientemente comprometidas con Zamora y con la cuestión demográfica de provincias como esta?

–El resultado es evidente, hace falta mucho por hacer. Los políticos que nos representan tienen un empeño en tratar de que seamos optimistas, que lo somos, pero una cosa es ser optimista y otra cosa es no ser realista. Las estadísticas que este mismo periódico publica continuamente acreditan cuál es la realidad, que es palmaria e indiscutible.

Cipriano García, en su despacho de Caja Rural de Zamora. | José Luis Fdez. Alejandro Bermúdez

–Caja Rural ha sido de las primeras instituciones en coger la bandera de distintos proyectos que interesan a la sociedad zamorana, como por ejemplo Monte la Reina, fueron los primeros en poner dinero sobre la mesa. ¿Cómo valora el papel del Gobierno dos años después, han estado a la altura?

–El camino se hace andando, y seguro que existen buenas intenciones, pero la realidad es que dos años después seguimos en el mismo punto. Entendemos que es un proyecto complejo por tratarse de algo relacionado con la seguridad nacional, pero no conocemos que haya habido ninguna actuación. Lo que hay son dos presupuestos con una asignación de 20 millones, pero esos 20 millones nos pueden durar eternamente si no se gastan nunca. El presidente ha dicho en varias ocasiones que se va a llevar a cabo Monte la Reina y no pongo en duda su palabra, pero lo cierto es que Zamora sigue en la misma situación que hace dos años. Asimismo, la reconversión de la N-122 de Aliste necesita de un empuje presupuestario contundente por su absoluta necesidad para esta provincia.

–¿Qué se puede hacer desde la sociedad zamorana para que los gobiernos autonómico y nacional tengan más en cuenta a la provincia, sus problemas y sus reivindicaciones?

–Fundamentalmente la unidad de todos los estamentos públicos y privados, algo que hemos pregonado desde esta entidad siempre que tenemos oportunidad; si cada uno hacemos la guerra por nuestra cuenta el resultado es el que estamos viendo. Y segundo, tener proyectos concretos que puedan acometer las administraciones con el dinero de los contribuyentes.

–Por fin parece que Zamora 10 tendrá un segundo capítulo, pero durante un tiempo parecía que iba a desaparecer. ¿Se han sentido solos desde Caja Rural tirando de esta iniciativa?

–No es que nos hayamos sentidos solos, es que claramente hemos estado solos en algunos momentos. Tengo que darle las gracias a las asociaciones AJE (Asociación de Jóvenes Empresarios) y Aztur (Asociación Zamorana de Turismo Rural) que en un momento muy delicado dieron la cara con el fin de que no desapareciera una entidad que sigo pensando que es fundamental para esta provincia.

–¿Qué ideas cree que deberían guiar las actuaciones de Zamora 10 en esta segunda etapa?

–Exactamente las mismas que el primer día, muchos pensamos que esta iniciativa es la mejor que se puede proponer en una provincia como la nuestra, donde esa unidad institucional y empresarial es determinante a la hora de que cambie la situación económica y social de Zamora. Nosotros estamos de salida en el liderazgo del proyecto, pero el nuevo empuje de los emprendedores que continuarán la iniciativa seguramente va a traer buenas ideas, y además Zamora 10, como siempre ha sido, estará abierta a propuestas de cualquier zamorano para discutirlas en el ámbito empresarial e institucional.

–¿Cómo valora la primera edición de la feria Fromago?

–Un éxito incontestable. El modelo que representa Zamora 10 creo que es una acreditación clara de que, si se unen los profesionales para llevar a cabo iniciativas de progreso con su experiencia, y las instituciones dan apoyo económico y continuidad a esas ideas, salen cosas buenas para la provincia. Yo creo que Fromago ha supuesto incluso un cambio radical de menta lidad, necesitamos valorar que realmente somos tan capaces como cualquier otro sitio para realizar cosas grandes. Esta feria ha demostrado lo importante que es contar con la experiencia de los profesionales en comunión con las instituciones, que realmente se han volcado, fundamentalmente la Diputación Provincial, pero también la Junta de Castilla y León y la colaboración del Ayuntamiento.

–Hay otros proyectos ilusionantes, como la estrategia Silver Economy o el polígono Puerta del Noroeste en Benavente. ¿Confía en que salgan adelante y sean un revulsivo para la provincia?

–Por supuesto, estos proyectos que ya están en marcha y otros que surjan. Estoy seguro de que muchos empresarios y profesionales pensamos que en Zamora hace falta una oficina de inversiones, dinámica y eficaz, que debería ser un referente, con el consenso de todas las administraciones, los profesionales y las empresas, para que promotores de proyectos lleven en su carpeta unas mejoras diferenciadoras que se deberían establecer de forma institucional, para que Zamora pueda venderse con un portfolio que realmente acredite la unidad de criterio de las instituciones zamoranas y las mejoras que se pueden proponer para que esas industrias que suelen irse a los focos ya establecidos se puedan decantar por Zamora.

–La Fundación Caja Rural ha cumplido 25 años, y es reconocida por la mayoría de los zamoranos como la única entidad privada, o una de las pocas, que continúa apostando por el medio rural y apoyando prácticamente todos los proyectos positivos que surgen de los pueblos. ¿Cómo valora este cuarto de siglo de historia?

–Desde mi punto de vista la Caja Rural y su fundación han vivido 25 años determinantes. La Fundación surge gracias a los resultados de la propia entidad y ha ido evolucionando de forma paralela a la propia Caja. Con toda modestia, creo que igual que hemos recorrido este camino en 25 años, Zamora de igual forma tiene posibilidades de crecimienot y desarrollo. Como responsable de la Caja Rural de Zamora me siento absolutamente orgulloso de los objetivos que hemos conseguido, aunque sé que todo es mejorable, y esperamos que la trayectoria futura continúe en la misma dirección.