Isabel Ferreira es la secretaria de Estado de Valorización del Interior del Gobierno de Portugal. Dicho de otro modo, una de las principales responsables de la lucha contra la despoblación en el país vecino. Mañana, la política lusa participará en la jornada Razones para Quedarnos, organizada por LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA, en colaboración con la Fundación Rei Afonso Henriques.

La política lusa, junto al subdelegado del Gobierno. | Jose Luis Fernández

–¿Qué se puede hacer, en materia de cooperación transfronteriza para paliar el problema de la despoblación?

–Lo que se puede hacer corresponde al trabajo que ya venimos haciendo. La nueva política de cohesión territorial busca paliar el problema de la despoblación a través de la atracción de inversiones para el interior, de la diversificación y cualificación del tejido productivo, del aprovechamiento del potencial endógeno, de la promoción del asentamiento de personas en los territorios del interior y de la afirmación de los territorios transfronterizos. También tenemos la Estrategia Común de Desarrollo Transfronterizo (ECDT), que es un documento estratégico y constituye una herramienta flexible y orientadora que define las líneas generales para brindar una respuesta inclusiva orientada al desarrollo territorial, a la creación de oportunidades y al desarrollo de proyectos personales, profesionales y familiares, especialmente para las mujeres y los jóvenes.

–¿Qué similitudes encuentra entre las zonas interiores de Portugal y la parte de la Raya en España?

–Los territorios del interior de Portugal y de La Raya en España han venido siguiendo dinámicas históricas, políticas, económicas, sociales y culturales que muestran un carácter de relativa similitud, favoreciendo así el desarrollo de relaciones estables de cooperación. No podemos dejar de reconocer que se está intensificando la despoblación y el envejecimiento de los territorios de ambos lados de La Raya, de los más acentuados de la Unión Europea, y con perspectivas demográficas negativas para el futuro. Estos dos fenómenos son de los más relevantes por su impacto social y territorial. Sin embargo, si estos territorios se valoran desde una perspectiva transfronteriza y con medidas integradas, presentan un enorme potencial de crecimiento y de aumento de la competitividad. Cuentan con recursos endógenos únicos que pueden atraer dinámicas emprendedoras e inversión empresarial que generarían empleo y contribuirían a la fijación de la población y a la atracción de jóvenes. Es decir, existen retos comunes a estos territorios de Portugal y España. Entendemos que la mejor forma de superarlos es también recurriendo a respuestas comunes.

–¿Se están cumpliendo los acuerdos que se alcanzaron en Guarda hace ya ocho meses?

–Sí, el Gobierno de Portugal ha mantenido estrechas conversaciones con el Gobierno de España para la implementación de medidas dirigidas al espacio transfronterizo desde que la cumbre hispanolusa de Guarda aprobó la Estrategia Común de Desarrollo Transfronterizo. Tras esto, se han promovido relaciones bilaterales regulares para dar seguimiento y monitorizar las acciones de la estrategia. Este diálogo permanente es necesario, y ha sido muy útil, porque la estrategia, pionera en la Europa, contribuye con medidas concretas para crear nuevos centros económicos en las regiones transfronterizas Portugal-España, que asentarán población y atraerán nuevos residentes a estos lugares. Esta estrategia es de gran importancia para el desarrollo de la cooperación entre Portugal y España y marca el inicio de un proceso a largo plazo para la aplicación, seguimiento y evaluación de sus medidas.

–¿Qué se puede esperar del nuevo marco comunitario europeo en la línea de la lucha contra el reto demográfico?

–La Unión Europea definió los objetivos para el próximo marco de programación financiera comunitaria y llamó a combatir el cambio climático, construir la sociedad digital y reducir las desigualdades. Pero también tiene como objetivo central responder al desafío demográfico, a través de la implementación de políticas activas de empleo y atracción de inversión hacia el interior, combinadas con medidas de apoyo a la vivienda e incentivos fiscales que tienen como objetivo apoyar el asentamiento de personas en el interior y atraer nuevos residentes y empresas para una mayor cohesión social y territorial.

–¿Cuáles son las estrategias que se deben trazar para fijar población en zonas como Tras-Os-Montes y Zamora cuando existen polos de atracción como Lisboa, Oporto o Madrid?

–En Portugal, las medidas de política pública incluidas en el Plan de Valoración del Interior se implementan en la creación de líneas de incentivos financieros para atraer inversión y apoyo a entidades ubicadas en las diferentes regiones. Hemos prestado especial atención al apoyo a las instituciones de educación superior, a las medidas para asegurar y atraer personas cualificadas y a la capacitación y creación de servicios públicos de interés general que son fundamentales para la calidad de vida de las familias. Tenemos nueve programas que se dedican fundamentalmente a empresas, entidades de economía social y entidades del sistema científico y tecnológico, con el objetivo de promover el desarrollo social y económico, la oferta de empleo cualificado, la innovación y transferencia de tecnología, con especial foco en el interior y territorios transfronterizos. La operacionalización de estas estrategias está asociada a instrumentos financieros con dotaciones específicas y adaptados a estos territorios. Uno de los principales objetivos es incrementar la creación de valor en los territorios del interior, lo cual solo es posible a través de la potenciación de las actividades que se realizan en estos territorios, con la incorporación de conocimiento y tecnología, lo que requiere de personas cualificadas y permite que se paguen salarios más altos.

–¿Considera que se abre una oportunidad en ese sentido tras la pandemia?

–Se hizo evidente para todos que la pandemia de COVID-19 ha marcado implacablemente a las áreas fronterizas entre Portugal y España. Portugal y España vivieron una grave situación de salud pública y un cambio en la vida cotidiana de las poblaciones portuguesa y española, a nivel individual y colectivo, con impacto en la vida económica. La magnitud del desafío al que se enfrentaron las sociedades implicó un cambio sustancial y doloroso en la normalidad social. En este momento, es urgente aunar todos los esfuerzos para afianzar el proceso de convergencia de los territorios transfronterizos, con el fin de dinamizar el tejido socioeconómico, debido al impacto que genera el cierre de fronteras y la ralentización de las actividades económicas, como resultado del brote pandémico. Tendrá que haber una adaptación estructural de las economías a una realidad post-COVID y la programación de los mecanismos de apoyo a la economía deberá llevarse a cabo, ya sea a través de fondos nacionales o europeos, o de otros instrumentos disponibles.

–Hace poco, usted se reunió con Francesc Boya en Braga. ¿Qué conclusiones extrajeron de ese encuentro?

–Participamos en un taller de colaboración luso-español para ciencia e innovación. En este evento, fue posible analizar los retos a los que se enfrentan Portugal y España en las áreas de energía y agroalimentación, con foco en ciencia e innovación y en las oportunidades de colaboración al nivel portugués y español. Fue muy importante escuchar las iniciativas existentes y compartir perspectivas para el futuro sobre las áreas más relevantes de interés común. También hubo una oportunidad para reunirse a nivel político y se discutieron temas extremadamente importantes para los territorios transfronterizos. Este encuentro bilateral fue muy fructífero y nos permitió concluir que estamos articulados y comprometidos con el logro de los objetivos comunes.

–La jornada organizada por La Opinión de Zamora le permitirá encontrarse de nuevo con Boya y con otros responsables públicos relacionados con la cuestión demográfica. ¿Qué ideas espera sacar de esta cita?

–Participar en la jornada es una oportunidad para escuchar las perspectivas de las entidades locales, regionales y nacionales sobre el desafío demográfico y las formas de enfrentarlo a través del fortalecimiento de la cooperación transfronteriza y una buena articulación y aplicación de futuros instrumentos financieros comunitarios. Este evento nos permitirá entender que el desafío demográfico en los territorios transfronterizos de Portugal y España debe ser monitorizado y articulado de cerca por las entidades públicas de los dos países, dada su importancia. Es un gran placer sumarme a este debate y estoy segura de que redundará en una importante reflexión sobre el futuro de nuestra frontera.