Opinión | Siete días y un deseo

Pongamos que hablo de Sanabria y mucho más

"Renfe, una de las empresas públicas más significativas de este país, será la responsable de los problemas de una parte muy significativa de esta provincia"

ESTACIÓN AVE OTERO SANABRIA

ESTACIÓN AVE OTERO SANABRIA / ARACELI SAAVEDRA

Se confunden quienes centran sus diatribas contra Renfe por eliminar algunas paradas del AVE en Otero de Sanabria, con los perjuicios que ocasiona semejante decisión para la comarca, y se olvidan de otras manifestaciones o concentraciones, ya históricas, en varias comarcas de Zamora. Pongamos que hablo de Sayago o de Tábara, podría ser el título de una canción si tuviéramos la suerte de que el malogrado Antonio Flores anduviera por estos andurriales. Recuerden su célebre "Pongamos que hablo de Madrid", una canción que describe la vida cotidiana y las frustraciones de sus habitantes. Es decir, lo mismito que encontramos en estas tierras y, de modo muy especial, en las zonas señaladas. Pero a falta de un cantautor que ponga letra y música a nuestras desazones, que al menos quede registrada mi perplejidad y queja por no prestar la misma atención a lo uno y a lo otro. Si usted desconoce de qué estoy hablando, se lo resumo rápidamente: de la sanidad pública y de los problemas que existen en las zonas rurales para acceder, en igualdad de condiciones que el resto de la ciudadanía, a los servicios sanitarios, las consultas médicas, las extracciones de sangre, etc.

¿Habrán pisado la comarca en alguna ocasión o solamente la conocerán por los folletos turísticos? Segurísimo que han andado por aquí, al menos para mojar sus posaderas en el Lago de Sanabria, subir a la Laguna de Peces, recorrer las calles de Ribadelago Viejo o comer un sabroso chuletón en alguno de los famosos restaurantes de la comarca. Vamos, que pongo la mano en el fuego por lo que intuyo y no me quemo

O sea, si nada cambia, Renfe, una de las empresas públicas más significativas de este país, será la responsable de los problemas de una parte muy significativa de esta provincia, la que, según se ha dicho y defendido desde tiempos inmemoriales, posee unos recursos impresionantes para construir un futuro como Dios manda. Pero si la movilidad no se facilita, pues entonces estamos poniendo piedras en un camino que no es fácil de transitar. ¿Sabe Renfe de qué estamos hablando? Y cuando me refiero a Renfe estoy señalando a sus gestores, cuyos máximos responsables están puestos por el gobierno de turno. Por tanto, ¿esta gente conoce la realidad económica y social de Sanabria y, por consiguiente, el impacto que supone la decisión tan arbitraria que han tomado? ¿Habrán pisado la comarca en alguna ocasión o solamente la conocerán por los folletos turísticos? Segurísimo que han andado por aquí, al menos para mojar sus posaderas en el Lago de Sanabria, subir a la Laguna de Peces, recorrer las calles de Ribadelago Viejo o comer un sabroso chuletón en alguno de los famosos restaurantes de la comarca. Vamos, que pongo la mano en el fuego por lo que intuyo y no me quemo.

Pero pongamos que hablo de Sanabria y mucho más, que así reza el título del artículo que está leyendo. Comprobará que únicamente pretendo llamar la atención por las numerosas quejas que han brotado en los pueblos de Zamora durante los últimos tiempos. Si antes me refería a las concentraciones históricas por la sanidad pública en Sayago o la zona de Tábara, no podemos olvidar las plataformas que han surgido contra los parques eólicos, las macrogranjas y las plantas de biogás. O las protestas de "La Carballeda no se calla", una iniciativa que surgió a raíz de los incendios de 2022 en la Sierra de la Culebra y que refleja la determinación de sus habitantes para alzar la voz y exigir soluciones a sus demandas. ¿Les suenan estas protestas y súplicas de la ciudadanía? Intuyo que sí. Pues bien, si prestan atención y analizan lo observado desde una perspectiva crítica, se darán cuenta que, como casi siempre, quienes deben solucionar los problemas señalados por los ciudadanos consideran que ya hacen todo lo que se puede y, por consiguiente, no hay motivos para tanta rabia e indignación. Total, que unos por otros, la casa sin barrer. Y no solo en Sanabria, con Renfe.

Sociólogo

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents