Opinión | Zamoreando

Veleta

OPINIÓN | "La credibilidad de Sánchez por los suelos. Su posible prestigio político ha desaparecido del plano internacional."

Pedro Sánchez, en una cumbre de la OTAN.

Pedro Sánchez, en una cumbre de la OTAN. / EP

Veleta: "Dícese de una persona u organización que cambia su actitud y posición en función de las condiciones predominantes en lugar de mostrar convicción alguna", es decir, Pedro Sánchez. Y, ¿por qué soy tan categórica? Porque lo ha vuelto a hacer ¿Y van? Esta vez le ha tocado a la OTAN. Frente a la exigencia de la OTAN de que los aliados destinen el 5% de su PIB a Defensa, el Gobierno español se planta. Ha estado mareando la perdiz todo lo que ha podido hasta este momento en el que los socios de Gobierno, todos contrarios a la OTAN, le aprietan las tuercas con el conocido "o estás conmigo o en mi contra". Para seguir ocupando poltrona, Sánchez necesita estar con Sumar y demás grupúsculos que le mantienen en el poder y que, en realidad, son los que deciden.

Para que conste en acta, Sánchez ha enviado una carta lo suficientemente explícita al secretario general de la Alianza, Mark Rutte, rechazando la exigencia de llegar al umbral del 5% en inversión de Defensa que se exige a todos los países miembros. ¿Qué ocurre? Pues que España se ha quedado sola. Es el único gran país miembro que rechaza llegar a esa cifra. Es la forma de contentar a los Sumar, los Bildu, los ERC y todo ese abanico de partiditos que jamás hubieran soñado la fuerza, la potencia que tienen gracias a este Gobierno. Por eso lo sustentan, porque saben que se les acabaría el chollo.

No sé con qué cara se presentará España en la trascendental cumbre de finales de mes en La Haya. Son tantos los peajes que debe pagar este Gobierno que está atado de pies y manos. Italia, Francia, Alemania o Reino Unido se comprometen a seguir invirtiendo en el ámbito militar mientras el Gobierno de Sánchez asegura que no irá más allá del 2% . Lo que no entiendo es porqué España sigue perteneciendo a la OTAN si es incapaz de cumplir cuando la Organización más lo necesita, dada la coyuntura bélica actual.

La credibilidad de Sánchez por los suelos. Su posible prestigio político ha desaparecido del plano internacional. Es cuestionado allende nuestras fronteras y, además, no cumple, a pesar de su papel de socio. Con los únicos que cumple, por lo menos atendiendo sus exigencias, es con el independentismo y la izquierda cutre que le apoya. Mientras todos los aliados han evitado quedar marcados como países que no quieren elevar el desembolso militar, España y su presidente veleta están bajo el foco.

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