Opinión | El espejo de tinta

El espejo de la hemeroteca

OPINIÓN | No hay una sola mala actuación de Sánchez, por acción, por omisión o por negación de la realidad, que no pueda ser confrontada con unas palabras suyas pronunciadas en el pasado en sentido inverso

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez / EFE

No creo que exista un personaje en la historia que siga con tanta perfección la constante de haber actuado en cada momento exactamente al contrario de lo que predicó antes, como el aún presidente del gobierno Don Limpio somete en la publicidad televisiva la limpieza de los azulejos a la prueba del algodón para descubrir que lo que parecía impecable se mantiene, a pesar del brillo aparente, lleno de mugre. Doña Hemeroteca actúa como espejo perfecto, sin necesidad de deformar la realidad al estilo valleinclanesco del callejón del Gato, para exponer la falsedad absoluta de su acción con respecto a lo que en cualquier momento anterior expuso, argumentó, prometió o exigió a otros Pedro Sánchez.

Es bien sabido que hay quienes defienden que a la guerra y el amor se debe sumar la política como escenario y actividad en la que todo está permitido. Es más, cuando en la guerra y el amor, gracias al avance civilizatorio, ya no todo vale, algunos se empeñan en que la máxima marxista de que el fin justifica los medios reine sobre la política. Y en eso nuestro presidente es profeta y es dios a la vez. Mentir, engañar, traicionar; o, más diplomáticamente dicho, abdicar de cualquier peso moral de lo defendido hasta alcanzar el poder, para evitar que limite las opciones de mantenerlo, parece la hoja de ruta que en los últimos tiempos se desvela como sagrada.

Lo estamos viendo estos días. No hay una sola mala actuación de Sánchez, por acción, por omisión o por negación de la realidad, que no pueda ser confrontada con unas palabras suyas pronunciadas en el pasado en sentido inverso, con cadenciosa solemnidad y contundente gesto. No es necesario entrar al fondo, basta con quedarse en la forma de esta verdad incontestable: no hay crítico más salvaje o juez más inmisericorde para sus acciones que el propio Sánchez en sus palabras anteriores. El gobernante frente a su reflejo en el espejo de la hemeroteca. Mirándose a otro espejo encontró a su actual jefe de gabinete, Diego Rubio, quien hizo su tesis doctoral sobre "La ética de la mentira". La mentira entendida como virtud.

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