Opinión

¿Cuándo sabremos quién miente?

"De la complicidad que pudiera mantener el presidente con su mujer, o con su hermano, no creo que nadie dude"

Sánchez y Ábalos.

Sánchez y Ábalos. / EFE

Aunque llevo mucho tiempo denunciando las formas y el fondo del presidente del Gobierno (un fondo que, dicho sea de paso, ni el propio Sánchez puede que conozca, porque debe ser inescrutable), por el daño que lleva causando a España su impostura, su cinismo y su desvergüenza a la hora de gobernar, hoy tengo que confesar que cada día me cuesta más verle y/o escucharle, y más cuando intenta convencer, a quienes aún le puedan prestar atención, de que todo lo que sostienen los que le atacan son "bulos".

Sí, sí, "bulos" que, poco a poco se va demostrando, son la pura realidad de un Gobierno que, acorralado y extorsionado por los que quieren romper el país y atrincherado en la mentira y el engaño, sigue haciendo todo cuanto está en sus manos para que los casos de nepotismo, tráfico de influencias, malversación, cohecho, organización criminal, corrupción, revelación de secretos… que están sub judice (casos Begoña, David Sánchez, Koldo, Ábalos, Fiscal General del Estado…), se demoren lo suficiente para que cuando se puedan resolver, el resto de personajes posiblemente implicados en algunos de ellos, que hoy niegan la mayor, estén ya alejados de la política (todo apunta a que Pedro Sánchez y Santos Cerdán podrían tener algo que decir al respecto). Ojalá la demora no se alargue mucho y pronto podamos saber cuanto de verdad, o de mentira, hay en las denuncias que dieron pie a los mismos.

De momento, lo que se va sabiendo, por lo que se está filtrando de los informes que está elaborando la UCO (Unidad Central Operativa de la Guardia Civil), y por los whats app que están saliendo a la luz, es que Pedro Sánchez y José Luis Ábalos eran uña y carne antes y después de que el primero apartara al segundo de todas sus responsabilidades en el Gobierno y en el PSOE (julio de 2021), aún no se sabe exactamente por qué. Lo que sí parece intuirse es que el grado de complicidad que mantenían entre sí debió seguir intacto hasta que estalló el caso Koldo, en febrero de 2024; de no haber sido así nadie entendería por qué Ábalos, dos años después de haber sido apartado de todos sus cargos, fue en las listas del PSOE en las elecciones al Congreso de los Diputados que tuvieron lugar el 23 de julio de 2023, en las que volvió a obtener escaño. Lo referido deja claro que, hasta que el PSOE no tuvo más remedio que pedir a Ábalos que renunciara a su acta de diputado, porque todos los indicios apuntaban a que estaba más que implicado en el caso Koldo, Pedro debió saber por dónde y cómo se movía José Luis y viceversa. Como todos sabemos, Ábalos se negó a renunciar su acta y se pasó al Grupo Mixto, donde permanece. ¡Qué escándalo!

Puede que sea muy difícil alcanzar la excelencia en el entendimiento, pero algo habrá que hacer para intentar luchar por la unidad del país y por la igualdad de derechos de todos los españoles

De la complicidad que pudiera mantener el presidente con su mujer, o con su hermano, no creo que nadie dude; así como tampoco de la que, a nivel de servidumbre, ataba y ata al señor Fiscal General del Estado con quien lo nombró (¿La Fiscalía General de quien depende…?). ¡Blanco y en botella!

Por todo ello, a estas alturas de su tercer mandato, lo que es indiscutible es que el autócrata Sánchez tiene harto a medio país, por sus desmedidas ansias de poder, y porque para mantenerse en él siempre ha estado y sigue estando dispuesto a pagar el precio que sea (claro está, a costa de todos los españoles), y a seguir distrayendo, o engañando a la población prometiéndole "el oro y el moro" (a propósito del "moro", seguimos sin saber nada acerca de la relación que mantiene el presidente del Gobierno de España con Mohamed VI, Rey de Marruecos…).

Siendo más que palpable la permanente impostura y el cinismo que envuelven al presidente y a la totalidad de sus ministros, lo más preocupante de todo es la pasividad con que buena parte de la ciudadanía sigue recibiendo sus mensajes. Así de triste es.

Y si a eso le sumamos el desatino con que se están empleando los políticos que reniegan de Sánchez, al ser incapaces de entenderse y de plantearse un acercamiento que les permita hacer juntos, que no revueltos, una oposición más acertada, pues habrá que resignarse y dejar pasar el tiempo, no vaya a ser que por querer correr lo que vayan a conseguir sea "hacer un pan como unas tortas".

Solo si unos y otros se ponen de acuerdo para defender al unísono los principios y valores que puedan compartir, dejando al margen los que les separan, será posible avanzar y convencer a la ciudadanía de que se puede trabajar por una sociedad más justa y equilibrada en la que no haya ni vagos ni señoritos, ni explotadores ni explotados, ni acosadores ni falsos acosados, y por supuesto, ni doctores de todo ni amilanados…

Puede que sea muy difícil alcanzar la excelencia en el entendimiento, pero algo habrá que hacer para intentar luchar por la unidad del país y por la igualdad de derechos de todos los españoles, sin muros que nos separen y sin radicalismos que impidan abrazar la paz respetando la diversidad. Es tiempo de poner sensatez y cordura en el empeño y, por encima de todo, de hacer política con dignidad.

Menos demagogia y más seriedad, señoras y señores del espectro político.

¡País!

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents