Opinión | Necrológica

Gracias, alcalde de Mombuey

"Rapino, como te solíamos llamar, te vamos a echar mucho de menos. Descansa en la tierra de los valientes, que tanto supiste cultivar en vida"

Francisco Antón Rapino, alcalde de Mombuey, en el año 2000.

Francisco Antón Rapino, alcalde de Mombuey, en el año 2000. / JOSE LUIS LEAL / OPZ

Este caluroso domingo 25 de mayo nos ha dicho adiós una persona muy querida, Francisco Antón Rapino, Paco Rapino, para todos los de su tierra, zamorano de arraigo y sentimiento, amigo, y alcalde de Mombuey por Futuro en estas últimas municipales.

Cuando llamé desde Madrid para encargar unas flores de despedida de funeral, en nombre de todos los que integramos este nuevo partido político, Futuro, me advirtieron - en la floristería- que estaban casi colapsados por la demanda de flores para el alcalde; que tardarían en llevarlas. Las pedimos azules y amarillas con una banda que rezaba estas dos únicas palabras: “Gracias, alcalde”.

Francisco Antón Rapino ha sido, durante más de 40 años, regidor de Mombuey, y otros dos pueblos de su mismo ayuntamiento, Fresno de la Carballeda y Valparaíso. Mombuey es el ayuntamiento al que dedicó su vida y el pueblo donde también será enterrado mañana día 26 a las 11 de la mañana. Amaba su pueblo y, sobre todo, se preocupaba por sus vecinos. Es reconocido por el hombre que siempre estaba dispuesto a ayudar, a hacer un favor, a tender su mano. Por ejemplo, lo mismo colaboraba con la Asociación de Gigantes y Cabezudos, que con los jóvenes en las fiestas, con los mayores cuando necesitaban alguna gestion o con cualquiera que tuviera una necesidad. Rapino era el hombre que se ilusionaba con cada conquista para Mombuey. ¡La ilusión que le hizo conseguir el paso de la vuelta ciclista a España por su pueblo!

 Por eso lo votaba la gente, y así, ilusionado, lo recuerda su amigo y gran colaborador en el Ayuntamiento de Mombuey, Javier Ferrero Sánchez, segundo en su lista por Futuro y concejal en el Ayuntamiento por Valparaíso

Su paso por la vida es un caminar consciente, pacífico, generoso, entregado, de servicio público, vocacional; nuestro alcalde de Mompuey ha sido un político de raza, leal, comprometido, imbatible, y capaz de construir en positivo alianzas, acuerdos, en pro de su comunidad de vecinos.  

Su paso por la vida es, también, un ejemplo de capacidad de servicio a los demás, de lucha de un ser humano, sencillo y bueno por cambiar a mejor las vidas en su entorno. Lo recuerdo como un hombre de ilusiones, perseverante y fuerte, que consiguió muchas y notables mejoras en su pueblo. Nació en un tiempo donde solo los fuertes podían salir adelante con la alegría y el talente de Rapino. Los vecinos de Mombuey y de los alrededores lo sabemos, lo agradecemos y lo llevamos en el corazón como un referente personal, digno de reconocimiento.

Por ejemplo, siendo él alcalde se construyó el centro de salud de la Carballeda, también la residencia de mayores, los accesos a la autovía para evitar el aislamiento de Mompuey. Logró prosperidad, algo en lo que todos los políticos deberían estar centrados, y que él entendió desde el principio. Rapino era un hombre resolutivo que, por encima de ideologías y de creencias, sabía cómo ayudar a sus vecinos, construyendo para ellos realidades.

Rapino, como te solíamos llamar, te vamos a echar mucho de menos. Descansa en la tierra de los valientes, que tanto supiste cultivar en vida. Gracias, maestro. Hasta siempre.

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