Opinión | ZAMOREANDO

Las pintadas toman Zamora

Pintadas en un vagón de tren.

Pintadas en un vagón de tren. / Archivo

La vieja Zamora está más «pintarrajeada» que nunca. Las pintadas proliferan. Nada se resiste a los nuevos vándalos, estos que campan por sus respetos en el siglo XXI y que son tanto o más bárbaros que aquellos, pero sin sangre, claro. Lo cierto es que por donde van y vienen, no es que no crezca la hierba, que también, es que no queda una pared, un escaparate, un monumento sin recibir el bautismo de formas y colorines a los que no terminamos de acostumbrarnos. Que forma de guarrear la ciudad.

Los locales comerciales que permanecen cerrados se llevan la peor parte. Si se pudiera reclamar, con solución económica inmediata, al Ayuntamiento de turno a buen seguro que se perseguiría esta forma de manifestarse que atenta contra la belleza y la limpieza del patrimonio de Zamora y del otro particular de cada quien. Lamentablemente no se hace nada para evitarlo. Mucha multa en lo tocante a los vehículos, pero nada se dice y se hace con este asunto al que hay que sumar el otro tanto o más guarro de los contenedores.

La ciudad no soporta una pintada más. Parece una vieja embadurnada hasta las orejas de potingues de colores que, en lugar de embellecer, afean considerablemente el rostro en este caso de la Zamora urbana tan necesitada de protección. No entiendo esto que algún desquiciado ha llamado arte y alguna mamá ha defendido a capa y espada porque su vástago tiene derecho a manifestarse libremente. Pues, claro que sí, pero en las paredes de su hogar. En el salón, en la cocina, en los dormitorios, en las cortinas, en cualquier lugar susceptible de ser embadurnado por el ‘arte’ del rey de la casa.

A buen seguro eso no ocurre. Es como lo de ir por la calle tirando todo lo que estorba en el bolso o en la mano. ¿Para qué están las papeleras? En contra de lo que algunos pueden creer, no son objetos de adorno. Están puestas por el Ayuntamiento para ser utilizadas como contenedores de mano. Ya nada digo los que soportamos a la puerta de acceso al portal de la vivienda, las colillas de los que necesitan salir a tomarse un respiro a base de nicotina.

Pues, nada. A seguir ensuciando Zamora. Van camino de emborronarla. Nunca como hasta ahora las pintadas habían tomado Zamora con esa promiscuidad.

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