Opinión | Cartas

La línea de vida

La teoría de "la navaja de Ockham" sostiene que en una situación crítica, la explicación más simple suele ser la más probable.

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La línea de vida es un accesorio de seguridad en el trabajo consistente en un arnés unido a una cuerda o cable de acero (con una resistencia mínima de 400Kg, según normativa). Con ella se asegura que los trabajadores de altura no puedan precipitarse.

A los diez-quince minutos del apagón las mesnadas de los agoreros empezaron a pregonar que era un ciber-ataque. Pocos minutos después la oposición hacía responsable al Gobierno. Maravilloso el Gobierno del Reino de España, capaz de provocar una dana de intensidad desconocida o se guarda en el bolsillo un fusible de veinte céntimos cortando el suministro eléctrico a varios países.

El apagón podría considerarse como "anecdótico", siempre puede ser peor, debiera servir para despertar nuestras conciencias. Nuestra vida, la sociedad tan confortable en la que vivimos, dependen de finísimos filamentos que se pueden fundir sin causas aparentes. Igual que el aire que respiramos, hemos asumido que el confort y la eficacia que nos rodea dependen de un botón que oprimimos cuando nos parece.

Hay un principio que dice que solo está libre de fallo el elemento que no se ha instalado. La producción y distribución de la energía eléctrica, suponemos complejísima y dependiente de multitud de sistemas. La teoría de "la navaja de Ockham" sostiene que en una situación crítica, la explicación más simple suele ser la más probable.

Los técnicos nos darán un informe certero y real sobre el apagón y han de ser ellos en exclusiva, pues si lo hacen los políticos, que de todo saben, menos tener la boca cerrada, remataríamos el siglo intentando desenmascarar al responsable.

Mientras tanto vamos a utilizar los recursos de forma responsable por el bien de todos.

F. Mario Santos

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