Opinión

La reconquista del noroeste y el kit de guerra

OPINIÒN | En lugar de pinturas, tambores y kits de guerra, entonemos los indios y las indias el cuidado y ver claro lo que un día ignoraba del Bolero de Algodre, ay, ay, ay ¡las vueltas que da el mundo!

Artículo de opinión.

Artículo de opinión.

Estaba ilusionada con la reconquista del noroeste emprendida por Prensa Ibérica en las comunidades situadas en el mapa de España arriba a la izquierda (creo que no se ha notado mucho el jueguecito de palabras "arriba la izquierda"). Porque creo que es justo reconquistar industrias cerradas sin reconversión, infraestructuras que nunca se abren, servicios que se trancan y casas que se arroñan (y viceversa), y población que se pierde emigrando en busca de pan, trabajo y libertad.

Me refiero a ese foro de debate y reivindicación de las comunidades de Asturies patria querida, Galicia "miña terra galega", y nuestra Castilla y León que, pese dar nombre a la lengua oficial del Estado como castellano, despoblamos de letras en un CyL que parece representar con el vaciamiento de fonemas también el de personas: la pérdida de población de las tres comunidades del noroeste.

Desde el noroeste de Castilla y León (solo o acompañado) del territorio zamorano, podemos aportar a este Foro del Noroeste nuestra historia provinciana para aprender de ella.

Dice el rey Fernando I en el romancero: "Al otro lado del Duero un rincón se me olvidaba. Zamora tiene por nombre, Zamora la bien cercada". Y como se acaba de reabrir el resistente puente románico de Piedra que une las dos orillas de Duero, y se está despejando la vieja muralla desdentada, desde nuestra historia medieval y provinciana aportamos la denuncia de ese olvido que también se recoge en el origen de la reconquista del noroeste.

Hay que denunciar el olvido de esta tierra el noroeste, porque el poder ha estado mirando hacia la derecha del mapa de España -hacia el Mediterráneo, que también es nuestro "mare nostrum"- y se ha olvidado de las tierras cercanas al gran Océano Atlántico que nos acercó al continente americano unos siglos después del olvido de un rey: a la miña terra galega, a la asturiana patria querida y a la "Castilla miserable, ayer dominadora, envuelta en sus andrajos, desprecia cuanto ignora", como dijo con dureza Antonio Machado, en tiempos de guerra.

Como fueron tiempos de guerra aquellos en los que la historia dice que el mismo Duero que hoy ya vuelve a permite unir las dos orillas por su puente medieval, fue frontera de la reconquista en los años en que Almanzor arrasaba Zamora y la despoblaba por guerra. Aunque volvía a poblarse con presuntos cristianos venidos de otras tierras, y volvía a renacer. Hasta hoy con su puente de Piedra y su Muralla renovados.

Y precisamente quería escribir una reflexión basada en los hitos o tópicos (no voy a discutir) más conocidos de nuestra historia provinciana: el olvido histórico de los grandes mandatarios, el despoblamiento debido a la guerra... y las posibilidades de volver a empezar. Algo que el Foro del Noroeste está intentando.

También me vino a la mente la conquista del oeste americano, en la que los europeos –que entonces dominaban- arrasaron la cultura indígena. Y sobre todo la "Conquista del Oeste", la película en la que los buenos eran los vaqueros y los colonos que iban con fusiles y carretas a ocupar las tierras ajenas, y los malos eran los indios que defendían la madre tierra propia que los alimentaba a ellos, a sus hijos y a su historia.

La situación de Zamora me pareció similar a la de la conquista del oeste, en la que los colonos son como ahora las empresas multinacionales que ponen en Zamora los parques eólicos, los huertos solares y las plantas de biogás –como pusieron antes los embalses que anegaron las tierras de cultivo- para cambiar la forma de vida de los pocos indios que aún defienden el territorio como hicieron Gerónimo, Toro Sentado o Caballo Loco, y las mujeres como Pocahontas que son menos conocidas pero igual de luchadoras. Esos locos bajitos que se han hecho grandes y no quieren que sus pueblos sean conquistados por el séptimo de caballería del capitalismo armado en forma de productores de energía y destructores del territorio. Y que luchan pancarta en mano para defender la madre tierra.

En estas reflexiones estaba para aportar ánimos por un lado, y alertar de peligro por otros en esa reconquista justa y pacífica del noroeste peninsular, que se hace debatiendo y no luchando, cuando oigo decir a una señora que representa a la Unión Europea que tenemos que preparar un kit de supervivencia por si hay una guerra en Europa y en consecuencia en España (incluido el noroeste olvidado, que para eso tal vez sí se acuerden).

¡Y claro! me ha pillado desprevenida porque no tengo ni un dron que ponerme.

Y desorientada también. Porque parece que la Europa occidental estamos en la OTAN, en la que manda Estados Unidos, y su presidente "pato Donald Trump" –gracias al intermedio que mantiene el humor en tiempos revueltos- está apoyando al Sr. Putín, que es muy malo según le han dicho en la escuela a mi nieta. Y aunque es presidente de Rusia y no es comunista; y la OTAN se hizo contra el comunismo y Rusia aunque la Unión Soviética paró a Hitler en la Segunda Guerra Mundial. Y ahora el "pato" y el Putin son colaboradores, Ucrania está medio olvidada. Y los grandes olvidados son los habitantes de Gaza, que han vuelto a las ruinas de sus casas y los vuelven a bombardear los israelíes para que se vayan. Con la ayuda de Trump que quiere hacer un resort en la franja de Gaza, sobre miles de niños, mujeres y hombres muertos y enterrados.

Ante tanta confusión y miedo como están sembrando. Y ante la invasión del territorio indígena del noroeste y la provincia querida de Zamora por el capitalismo invasor. Mi sencilla aportación al debate de nuestra miña terra, patria querida, y resistentes piedras de arte: en lugar de pinturas, tambores y kits de guerra, entonemos los indios y las indias el cuidado y ver claro lo que un día ignoraba del Bolero de Algodre, ay, ay, ay ¡las vueltas que da el mundo!

"Y no fumar la pipa de la paz con tú, por Manitú". (Gracias Sabina cuando era Sabina).n

Estaba ilusionada con la reconquista del noroeste emprendida por Prensa Ibérica en las comunidades situadas en el mapa de España arriba a la izquierda (creo que no se ha notado mucho el jueguecito de palabras "arriba la izquierda"). Porque creo que es justo reconquistar industrias cerradas sin reconversión, infraestructuras que nunca se abren, servicios que se trancan y casas que se arroñan (y viceversa), y población que se pierde emigrando en busca de pan, trabajo y libertad.

Me refiero a ese foro de debate y reivindicación de las comunidades de Asturies patria querida, Galicia "miña terra galega", y nuestra Castilla y León que, pese dar nombre a la lengua oficial del Estado como castellano, despoblamos de letras en un CyL que parece representar con el vaciamiento de fonemas también el de personas: la pérdida de población de las tres comunidades del noroeste.

Desde el noroeste de Castilla y León (solo o acompañado) del territorio zamorano, podemos aportar a este Foro del Noroeste nuestra historia provinciana para aprender de ella.

Dice el rey Fernando I en el romancero: "Al otro lado del Duero un rincón se me olvidaba. Zamora tiene por nombre, Zamora la bien cercada". Y como se acaba de reabrir el resistente puente románico de Piedra que une las dos orillas de Duero, y se está despejando la vieja muralla desdentada, desde nuestra historia medieval y provinciana aportamos la denuncia de ese olvido que también se recoge en el origen de la reconquista del noroeste.

Hay que denunciar el olvido de esta tierra el noroeste, porque el poder ha estado mirando hacia la derecha del mapa de España -hacia el Mediterráneo, que también es nuestro "mare nostrum"- y se ha olvidado de las tierras cercanas al gran Océano Atlántico que nos acercó al continente americano unos siglos después del olvido de un rey: a la miña terra galega, a la asturiana patria querida y a la "Castilla miserable, ayer dominadora, envuelta en sus andrajos, desprecia cuanto ignora", como dijo con dureza Antonio Machado, en tiempos de guerra.

Como fueron tiempos de guerra aquellos en los que la historia dice que el mismo Duero que hoy ya vuelve a permite unir las dos orillas por su puente medieval, fue frontera de la reconquista en los años en que Almanzor arrasaba Zamora y la despoblaba por guerra. Aunque volvía a poblarse con presuntos cristianos venidos de otras tierras, y volvía a renacer. Hasta hoy con su puente de Piedra y su Muralla renovados.

Y precisamente quería escribir una reflexión basada en los hitos o tópicos (no voy a discutir) más conocidos de nuestra historia provinciana: el olvido histórico de los grandes mandatarios, el despoblamiento debido a la guerra... y las posibilidades de volver a empezar. Algo que el Foro del Noroeste está intentando.

También me vino a la mente la conquista del oeste americano, en la que los europeos –que entonces dominaban- arrasaron la cultura indígena. Y sobre todo la "Conquista del Oeste", la película en la que los buenos eran los vaqueros y los colonos que iban con fusiles y carretas a ocupar las tierras ajenas, y los malos eran los indios que defendían la madre tierra propia que los alimentaba a ellos, a sus hijos y a su historia.

La situación de Zamora me pareció similar a la de la conquista del oeste, en la que los colonos son como ahora las empresas multinacionales que ponen en Zamora los parques eólicos, los huertos solares y las plantas de biogás –como pusieron antes los embalses que anegaron las tierras de cultivo- para cambiar la forma de vida de los pocos indios que aún defienden el territorio como hicieron Gerónimo, Toro Sentado o Caballo Loco, y las mujeres como Pocahontas que son menos conocidas pero igual de luchadoras. Esos locos bajitos que se han hecho grandes y no quieren que sus pueblos sean conquistados por el séptimo de caballería del capitalismo armado en forma de productores de energía y destructores del territorio. Y que luchan pancarta en mano para defender la madre tierra.

En estas reflexiones estaba para aportar ánimos por un lado, y alertar de peligro por otros en esa reconquista justa y pacífica del noroeste peninsular, que se hace debatiendo y no luchando, cuando oigo decir a una señora que representa a la Unión Europea que tenemos que preparar un kit de supervivencia por si hay una guerra en Europa y en consecuencia en España (incluido el noroeste olvidado, que para eso tal vez sí se acuerden).

¡Y claro! me ha pillado desprevenida porque no tengo ni un dron que ponerme.

Y desorientada también. Porque parece que la Europa occidental estamos en la OTAN, en la que manda Estados Unidos, y su presidente "pato Donald Trump" –gracias al intermedio que mantiene el humor en tiempos revueltos- está apoyando al Sr. Putín, que es muy malo según le han dicho en la escuela a mi nieta. Y aunque es presidente de Rusia y no es comunista; y la OTAN se hizo contra el comunismo y Rusia aunque la Unión Soviética paró a Hitler en la Segunda Guerra Mundial. Y ahora el "pato" y el Putin son colaboradores, Ucrania está medio olvidada. Y los grandes olvidados son los habitantes de Gaza, que han vuelto a las ruinas de sus casas y los vuelven a bombardear los israelíes para que se vayan. Con la ayuda de Trump que quiere hacer un resort en la franja de Gaza, sobre miles de niños, mujeres y hombres muertos y enterrados.

Ante tanta confusión y miedo como están sembrando. Y ante la invasión del territorio indígena del noroeste y la provincia querida de Zamora por el capitalismo invasor. Mi sencilla aportación al debate de nuestra miña terra, patria querida, y resistentes piedras de arte: en lugar de pinturas, tambores y kits de guerra, entonemos los indios y las indias el cuidado y ver claro lo que un día ignoraba del Bolero de Algodre, ay, ay, ay ¡las vueltas que da el mundo!

"Y no fumar la pipa de la paz con tú, por Manitú". (Gracias Sabina cuando era Sabina). n

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