Opinión | Zamoreando

Bien por la "Obispa"

No hay nadie, dentro y fuera de Estados Unidos que se atreva a hacer frente al multimillonario presidente. Solo una mujer, concretamente una "Obispa" episcopaliana.

obispa trump

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El 47 presidente de Estados Unidos ha llegado muy crecidito a la Casa Blanca. Entre lo que se quiere anexionar y lo que borra del mapa porque no le interesa, la geopolítica mundial va a sufrir un cambio bestial. En lugar de tranquilidad, con sus "mítines", Trump provoca desasosiego e incertidumbre. Ciertas escenas provocadas por su irascible locuacidad no dejan de ser preocupantes. Como cumpla, y parece que sí, con todo lo que viene anunciando, aviados vamos, porque Europa ha entrado de lleno en el radar del nuevo presidente de Estados Unidos y no para bien. Lo ha reiterado en infinidad de ocasiones: "La UE es muy, muy mala para nosotros. Nos tratan muy mal".

No hay nadie, dentro y fuera de Estados Unidos que se atreva a hacer frente al multimillonario presidente. Solo una mujer, concretamente una "Obispa" episcopaliana, sin alzar la voz, sin despeinarse, en público y a la cara, le ha cantado cuatro verdades que al magnate le han sentado como una patada en el trasero. No está acostumbrado a que le rechisten y mucho menos una mujer por muy "Obispa" que sea.

Mariann Edgar Bude, primera obispa diocesana de Washington desde noviembre de 2011, en un tono conciliador pero firme, de cuya solidez no había duda alguna, cerró su sermón en la catedral Nacional de Washington, instando al presidente a "tener misericordia de la gente de nuestro país que ahora está asustada". La prelada pidió directamente al mandatario que se apiade de los inmigrantes y los miembros de la comunidad LGBTQ, todos ellos en el punto de mira inminente del nuevo presidente. La respuesta gestual de Trump fue bastante elocuente.

Ni que lo diga la "Obispa" ni que lo diga el Dalai Lama. Trump es muy suyo y hará durante su mandato lo que le venga en gana dado su poder omnímodo en esta legislatura que será la última para el mandatario ya que la enmienda número 22 de la Constitución de Estados Unidos establece que ninguna persona podrá ser elegida más de dos veces como presidente. Y este es su segundo mandato. El republicano pasa de recomendaciones, vengan de quien vengan. Así y todo, ¡olé!, bien por la Obispa de Washington

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