Opinión

Criterio y crítica

Razonamiento.

Razonamiento. / Columbia’s Zuckerman Institute.

A lo largo de nuestro desarrollo intelectual, por osmosis o impregnación social, vamos a ir acumulando los conocimientos que la convivencia nos facilita, y con ello dando forma a nuestras funciones intelectuales superiores; atención, memoria, razonamiento… que en su conjunto nos darán unos caracteres singulares, que nos harán diferentes a nuestros semejantes. Hoy queremos destacar el criterio como factor esencial, al prestarnos un perfil de personalidad, definido por unos determinados valores o verdades, que son el fundamento o guía de nuestra comportamiento; nuestras relaciones de convivencia, van a estar dirigidas por nuestros criterios, de tal forma que, sentiremos como tóxicas, todas aquellas personas que perturban nuestro arquetipo mental, nuestras verdades, y sin embargo, viviremos como amables, a todas aquellas personas cuyas opiniones se sitúan, cerca de nuestros íntimos sentimientos.

La conformación de criterios propios, es esencial para el individuo, porque en su conjunto marcarán el camino, las actividades, las relaciones de cada uno de nosotros, y servirán como referentes de nuestra actitud frente a los demás; de aquí que seamos diversos o distintos, bien solidarios, empáticos o generosos, o fríos, tristes y solitarios…, dependiendo de la información y enseñanza recibida. Los maestros junto con las familias, son las fuentes que alimentan esta hechura de cada uno, amén de los diferentes actos sociales.

El criterio nace de la crítica, del análisis, de la discusión interna que cada uno realiza, mediante un diálogo interior; o externamente, cuando frente a un hecho tenemos que dar una respuesta; surgen así nuestras verdades o valores, que hemos ido elaborando a lo largo de nuestro camino, y desde el discernimiento de la información recibida, podemos dar una respuesta, nuestra respuesta. El permanecer abiertos a todo tipo de información nos enriquece, así como en ocasiones las dudas de nuestras verdades, porque la vida cambia, y nosotros con los años debemos ir adaptándonos a cada realidad, de aquí que puedan darse cambios de opinión, siendo siempre positivos, cuando están correctamente argumentados.

Ocurre sin embargo, que cada día son más los individuos que defienden sus valores como algo pétreo, inalterable; su rigidez es absoluta, están convencidos de sus verdades, haciéndolas irrefutables a cualquier tipo de argumentación; este hecho nace, además del perfil de personalidad, que normalmente es rígida, exigente…, de la sobre información que recibe, especialmente, a través de las redes sociales, algo que impresiona de paradójico, lo normal sería, que una abundante información enriqueciera, permitiendo una visión más amplia y rica de los hechos, pero no ocurre así, en estos casos se da lo que se denomina, “un sesgo de información”, que favorece el recuerdo de aquellos mensajes, que confirman nuestras propias opiniones, es decir, el mismo mensaje permite varias lecturas, y cada uno se queda con aquellas que confirman lo que defiende.

A la vista de esta realidad, donde abundan las verdades absolutas, en el transcurso de cualquier conversación entre: familiares, amigos, compañeros o reuniones de cualquier tipo… se hace imposible un diálogo sereno, sosegado y rico; por lo que, junto con el amplio campo de los responsables educativos, queremos significar la importancia vital para la educación, el abono en la profundización del pensamiento crítico, donde todos los niños, desde el primer contacto con el mundo social, y de forma especial, desde el hogar y las escuelas, sea protegido, propiciando su participación sin sesgo alguno. La formación de grupos de discusión desde la libertad de cada alumno, aporte sus sentimientos, fantasías, realidades especificas… es uno de los fundamentos de nuestra arquitectura mental, que se podrá siempre contrastar con las correspondientes a otras personas, enriqueciendo así el diálogo, base que siempre propicia el acuerdo, y que tanto escasea.

Sería bueno a título orientativo, reflexionar sobre el pensamiento de Tolstoi, "incluso los hombres más inteligentes, son incapaces de vislumbrar las verdades más sencillas y obvias, si les obligan a admitir la falsedad de las conclusiones, a las que habían llegado de antemano". Esto nos permite significar, la importancia del pensamiento crítico, la curiosidad, la observación, y la reflexión, aspectos que han de apoyarse desde la familia, y cultivarse en la escuela, diseñando ambientes de discusión seguros y motivadores. Siempre teniendo en cuenta en palabras de Beltrán Russell, "gran parte de las dificultades por las que atraviesa el mundo, se debe a que los ignorantes están completamente seguros, y los inteligentes, llenos de dudas".

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