Opinión

¿Insolucionable las residencias particulares de mayores?

CARTAS

CARTAS

Ante el nombramiento a la doctora Chimeno como presidenta de la Sociedad de Medicina Interna y aun cuando no es su objetivo primordial –ha mencionado a los ancianos y "calidad de la persona enferma"– le agradeceríamos que, lateralmente a su hacer, se preocupara de la triste y sobada historia de las residencias particulares para mayores. Ya lo comentó en LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA del 10 de setiembre Pedro Bécares: "Señores políticos, abórdenlo de una vez, cómo se nota que no les preocupa".

Había leído de tiempo en tiempo ciertas llamémoslas "anécdotas" que hoy estoy en condiciones de confirmar. Carecen del número adecuado de personal –aunque no sueltan de la boca el dichoso ratio–. Desconozco quién lo recluta, pero su competencia tanto en el trato con un mayor como sirviendo en el comedor deja a la vista no haber sido aleccionadas en su cometido. Por supuesto que las hay competentes y educadas, pero el hecho de ser escasas influye en la falta de compañerismo. Esto es importante ya que es un círculo en el que el trabajo de uno repercute en el resto. Gritan mucho y las hay que casi rozan el maltrato; me ha ocurrido que de una planta superior bajase en varias ocasiones una residente en busca de mi auxilio…

¿Consideran normal que quede impune la agresión física con herida –por segunda vez– de una auxiliar?, la impunidad de la primera vez le ha dado oxígeno para repetir, pero ¿y la dignidad de la agredida? Al margen de la bonita frase "cuidamos de sus seres queridos" demuestra la residencia que únicamente le motiva el lucro ya que la susodicha trabaja y grita mucho, ("los burros también trabajan…").

Teóricamente existe inspección externa, pero no observo vigilancia interna. Hay mucha tela que cortar en este tan delicado tema, ya que no se trabaja con objetos si no con personas vulnerables

Animo a la doctora Chimeno por si pudiera mejorar la situación.

Josefa Rubio

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents