Opinión

Condiciones competitivas para que vengan médicos

Las retribuciones, con ser importantes, no son la única causa de esta huida de sanitarios a otras comunidades

Concentración número 128 en Bermillo de Sayago

Concentración número 128 en Bermillo de Sayago / Cedida

La provincia se queda sin médicos. Cada concurso de traslados es una sangría sanitaria, porque los facultativos, sobre todos los más jóvenes, aprovechan para tratar de acceder a plazas que les resultan más atractivas. El último balance es desolador y se traduce en 60 vacantes en los centros de salud, sobre todo en las comarcas. La posibilidad de cambiar de lugar de trabajo ha dejado a Zamora sin dos anestesistas, tres oftalmólogos y profesionales de otras ramas igualmente demandadas. A ello se une un hecho que preocupa a la profesión, y es que 28 plazas se encuentran ocupadas por facultativos que carecen de especialización, es decir sin el MIR. Sus contratos, pese a ser totalmente legales, evidencian una realidad incuestionable, que Zamora sufre una pérdida paulatina de médicos que deja a la población, sobre todo a la del mundo rural, desprovista de uno de los servicios más básicos.

Las retribuciones, con ser importantes, no son la única causa de esta huida de sanitarios a otras comunidades, puesto que Castilla y León se encuentra por debajo de la media nacional en cuanto al salario que perciben sus médicos, pero por encima de otras muchas regiones. El último informe elaborado por el Centro de Estudios del Sindicato Médico de Granada, "Diferencias retributivas de los médicos de hospital españoles en 2023 y recortes desde 2009", parte de que los sueldos de este colectivo son bajos si se comparan con sus compañeros de profesión en otros países. Un médico interino eventual o sustituto, mayor de 30 años, sin dedicación exclusiva, que desarrolla su actividad en Castilla y León y, por lo general, no suele realizar ninguna guardia, cobra una retribución mensual bruta de 3.953 euros. Este mismo médico percibiría 3.929 euros al mes en Canarias, pero bajaría hasta los 2.776 euros si decide trabajar en Navarra.

En términos generales, los facultativos que más perciben son los que ejercen su profesión en Ceuta y Melilla o el País Vasco, con sueldos brutos que oscilan entre los 3.961 y los 4.449 euros. Muchos interinos, eventuales o sustitutos tienen la mirada puesta en Murcia, la ciudad mejor pagada para este tipo de médicos, que llegarían a los 4.190 euros brutos a final de mes. Por lo tanto, es acuciante buscar explicaciones más allá de las económicas. La falta de contratos atractivos y las condiciones laborales dentro de los hospitales son, según los sindicatos, los factores que más influyen para que los médicos descarten Zamora entre sus opciones o, una vez finalizada su formación, prueben suerte en otras regiones o incluso en el extranjero, con destinos como Reino Unido, Alemania y países nórdicos. La sanidad pública no puede funcionar con criterios exclusivamente económicos en provincias como Zamora, con una población dispersa en 248 municipios y con una media de edad que roza los 60 años. Este es el perfil de uno de cada cuatro pacientes, aquellos que viven en pueblos que no superan los 500 vecinos.

La especialidad de medicina de familia, la que más demanda tiene en el territorio provincial, no encuentra a profesionales dispuestos a ocupar la plaza en algunos de los pequeños consultorios de la geografía zamorana que siguen manifestándose cada semana para recibir una atención sanitaria digna. Dos de cada diez residentes rechazan esta opción tras aprobar el MIR condicionados por las distancias y el hecho de que tengan que cubrir varios pueblos a la vez, al menos durante los cuatro años de residencia una vez terminada la carrera. Solo la mitad de los médicos de "cabecera" formados en la región se quedan en ella una vez concluida su especialidad, un problema que unido a la falta de otros muchos servicios, como el que ofrecen los pediatras, hacen que en la práctica toda la provincia sea un puesto de difícil cobertura en relación a la sanidad. Al igual que en otros trabajos como el de maestros, el "boca a boca" es crucial y Zamora no aparece en las quinielas de los jóvenes estudiantes de medicina salvo cuando la necesidad aprieta y los puntos obtenidos en los exámenes no son suficientes. Excepciones existen, como ha ocurrido este año con un recién licenciado que ha elegido Medicina de Familia en Zamora con una puntuación tan alta que le hubiera permitido poder realizar prácticamente cualquier especialidad y en prestigiosos hospitales del país.

Los médicos no llegan, muchos de los que están se quieren ir, y hay decenas en espera de la jubilación. En manos de la Administración está convertir a la provincia en una plaza atractiva para los MIR, con incentivos económicos y con unas condiciones laborales que permitan a Zamora ser competitiva como destino para los profesionales de la medicina.

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