Zamoreando

C’est la vie

El exministro Ábalos es un individuo que está de mierda hasta las cejas

José Luis Ábalos, en primer plano, y Koldo García, en 2019.

José Luis Ábalos, en primer plano, y Koldo García, en 2019. / EFE

Carmen Ferreras

Carmen Ferreras

Qué tornadizo y mudable es el destino. Sus jugarretas y faenas son una constante. Por mucho que desde el PSOE nos digan que "quien la hace la paga", no es así. Los que la hacen acaban resguardados por el manto protector de la maquinaria sanchista. Y eso es así por mucho que miren hacia otro lado, den la callada por respuesta o presuman de "ejemplaridad absoluta". ¡Y un cuerno!

El exministro José Luis Ábalos, es un individuo que está de mierda hasta las cejas. Un individuo que se permite amenazar. Un individuo que pretendió darnos lecciones de ética durante la entrevista que se le hizo la pasada semana en "La Sexta Xplica". ¡Qué indignante! ¡Qué sarta de mentiras! Mintió sin despeinarse. Algo que sabe hacer muy bien. Si el "Caso Delcy" no se hubiera producido puede que engañara a algún que otro incauto, siempre los hay, lo malo es que es muy grande su mochila de irregularidades, de mentiras, de engaños, de falsedades.

Pues bien la Comisión de Interior del Congreso, que preside el exministro José Luis Ábalos, se reunirá mañana para debatir y votar diversas iniciativas, entre las que están una de ERC sobre "corrupción" e "impunidad" respecto a casos de corrupción que afectan a las Fuerzas de Seguridad del Estado. Nada sobre los múltiples casos de corrupción que afectan al Gobierno y a tantos de sus socios de investidura. C’est la vie. A este paso, Ábalos se irá de rositas y Koldo no será la cabeza de turco. Muy por el contrario dejarán caer todo el peso en las Fuerzas de Seguridad del Estado que tienen en el Gobierno el peor de los ejemplos.

Es curioso que el debate tenga lugar en plena tormenta provocada precisamente por la detención de Koldo García, exasesor de Ábalos en el Ministerio de Transportes, por presuntamente haber cobrado comisiones por la venta de mascarillas a organismos oficiales. Dicho así de modo resumido. La cosa es mucho más grave y más intrincada de lo que pudiera parecer. Y por mucho que el exministro y gran amigo del presidente del Gobierno alegue que si el mal llamado "Caso Koldo" ya que debiera llamarse "Caso Ábalos", se hubiera producido mientras seguía siendo ministro tendría "que haber dimitido en el momento", mientras que ahora, como diputado, no tiene "ninguna responsabilidad", se equivoca.

Cuan flaca tiene la memoria el ex. Los hechos se produjeron cuando Ábalos era el todopoderoso ministro dueño de una de las carteras más abultadas de Gobierno. ¡Cómo se puede ser tan cínico! Cómo es posible que la Comisión que preside hable de corrupción e impunidad, teniendo en la Comisión a un presunto corrupto sobre el que cada día se estrecha más el cerco para su dimisión. Pero, si además, no se va a quedar "descalzo", en política, para el amigo, siempre hay una salida más o menos digna aunque el susodicho sea un indigno.

La ministra Robles ha dicho que "cada uno tiene que saber lo que tiene que hacer en cada momento". Algunos no lo saben. A algunos hay que señalarles la puerta de salida y ni por esas. El escándalo es mayúsculo y no se puede tratar de minimizar bajo ningún concepto. No hay "peros" que valgan. Si el exministro fuera de ley, por dignidad, ya se habría ido sin esperar a que le echen. Y habrá que echarlo si persiste en no dejar su acta de Diputado. Como que el jefe no sabía los tejemanejes de su mano derecha. Y el jefe era Abalos.

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