Zamoreando

El dengue en España

Es la enfermedad emergente con mayor potencial de riesgo en todo el mundo.

Carmen Ferreras

Carmen Ferreras

El dengue, como la malaria y la filariosis, entre otras, serán todo lo enfermedades tropicales que usted quiera, sin embargo, su feudo no se localiza exclusivamente en las Américas, en Asia y en África como cabría pensar. Además de Bangladesh, donde su presencia es notable, Perú o el África Ecuatorial, el dengue, cuya incidencia mundial ha aumentado peligrosamente en las dos últimas décadas, está planteando un importante desafío para la Salud Pública Mundial, hasta el punto de que se ha convertido en la enfermedad emergente con mayor potencial de riesgo en todo el mundo.

La Organización Mundial de la Salud ha hablado advirtiendo que la mitad de la población mundial está expuesta a contraerla, sin que exista a día de hoy tratamiento alguno conocido. El porcentaje aumenta a velocidades supersónicas, debido fundamentalmente a la globalización y al incremento del calentamiento global que va ampliando las áreas donde los mosquitos transmisores pueden vivir. No seré yo quien diga que la globalización no tiene ventajas pero hay que ver la de inconvenientes, sobre todo en materia sanitaria, que presenta.

El pasado año, 2023, se registró un repunte muy preocupante de esta enfermedad en el mundo con la aparición simultánea de múltiples brotes que se han extendido a regiones donde nunca antes se había detectado casos. No hay que tomarse a broma esta enfermedad y ser conscientes, sobre todo los Gobiernos, del peligro latente que existe, poniendo el foco de atención en el hecho de que el dengue es asintomático en el 80% de los casos. Esto significa que los casos de muerte provocados por el dengue suponen solo la punta del iceberg de un problema muy superior.

A los españoles también debe preocuparnos, puesto que el dengue volverá a ser endémico en España en 30 años. La apreciación, pronóstico o llámelo usted como quiera es de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica. Y es que la incidencia de este tipo de patologías está aumentando notablemente en España donde, por culpa del mosquito tigre está presente y en expansión en toda la costa del Mediterráneo, Andalucía y algunas zonas del interior de Aragón, País Vasco, Madrid, Extremadura y las Islas Baleares.

Le voy a confesar una cosa pero, por favor, que no salga de aquí. Yo he sufrido dos de las enfermedades tropicales que cito más arriba: paludismo y dengue. Vivía por entonces en Guinea Ecuatorial y era una cría de apenas 10 años, quizá por eso superé ambas con notable. Recuerdo las dos enfermedades como si las estuviera viviendo de nuevo. No crea usted, a mi modesto entender, que el paludismo es peor que una mala gripe. También he pasado por esa experiencia y las pasé canutas. En cuanto al dengue, recuerdo despertar una mañana, con un sarpullido bestial por todo el cuerpo, roja como la grana, sin que muy buena madre supiera de qué iba aquello hasta que el médico la sacó de dudas. Sólo cursé con esa rojez impresionante y cierto picor que mi madrecita del alma, intentaba paliar con compresas de agua fría y vinagre. Y aquí me tiene. No obstante que los Gobiernos actúen y que los servicios sanitarios no permanezcan ajenos a un problema que no está por llegar puesto que ya habita entre nosotros.

Es bueno saber que las autoridades comunitarias ya consideran al dengue como una de las diez grandes amenazas de salud pública en Europa.

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