Cosas que han sucedido mientras se celebraban los "Goyas"

El adversario, por regla general, suele encontrarse enfrente. El enemigo acostumbra a estar a nuestro lado, o incluso a nuestra espalda. Y así es muy difícil avanzar con confianza, porque si bien no se hace imprescindible tener que mirar hacia delante es necesario estar muy atento a los costados y, por si fuera poco, a nuestro trasero.

Esa sensación será la que, más o menos, estará viviendo ahora el PSOE con respecto a su aliado independentista catalán – actualmente llamado Junts - ya que el líder del PP ha manifestado públicamente a través de su líder que antes de las últimas elecciones, Junts le había ofrecido sus votos a cambio de la Amnistía. Una puesta de cuernos, en toda regla, por parte de Junts, al Partido Socialista. Con compañeros de camino como ese el PSOE no necesita tener enemigos.

Por si fuera poco, el líder del PP también ha dicho que le ofrecía el indulto al prófugo de Waterloo, si se portaba bien, si era buen chico. Cierto que un indulto no significa admitir que no haya cometido uno o varios delitos, como sería el caso de la amnistía, pero no por ello dejaría de ser una bajada de pantalones en toda regla. Parece que esto último no ha sentado bien a su socio Vox, y tampoco a parte de su partido. Así que, siguiendo la moda de "donde dije digo ahora digo Diego", el líder del PP se ha corregido a sí mismo, diciendo que ni digo, ni Diego. Que lo de sus devaneos con Junts fueron meros fuegos artificiales o algo por el estilo.

Varios cambios de rumbo del PP. Uno, al menos aparente, con el supuesto endulzamiento de relaciones con los independentistas. Otro lanzando un bote de humo sobre una realidad o sobre una mentira. Vaya usted a saber. En ese afán de aparentar ser "gente de bien" en contraposición con todos los demás, que "se venden" por un puñado de lentejas.

Menos aún llega a entenderse este volavérunt, si se le añade a la olla del aquelarre la supuesta relación de Junts con Rusia, país que le habría ofrecido dinero, además de la ayuda de un contingente de su ejército, si hubiera llegado a declarar la independencia de Cataluña en su momento. Tal supuesta injerencia parece preocupar bastante en Europa, por lo que tiene de ataque frontal a la línea de flotación de las libertades y del respeto electoral hacia los miembros de la UE.

En tanto sucedían estas cosas, el presidente del Gobierno de España departía amigablemente con el de Castilla y León, hombro con hombro, en butacas contiguas, durante la entrega de los premios "Goya" de cinematografía. Tal situación no llegó a ser motivo de portada, y mucho menos de escándalo, o de provocación, como sucedió hace unas semanas con la charleta que mantuvo el presidente de Castilla la Mancha con los de Murcia, Valencia y Andalucía. Y eso que, aquella charleta, gozó de luz y taquígrafos, ya que transcurrió en la FITUR, estando de pie a la vista de todos.

De manera que, en Valladolid, ambos presidentes, nacional y autonómico, asistían al triunfo de la superproducción de J.A.Bayona ("La sociedad de la nieve", con sesenta millones de euros de presupuesto) que arrasaba con casi todos los premios. Y eso, a pesar de competir con la última película del maestro Víctor Erice ("Cerrar los ojos") que es uno de los pocos directores españoles capaces de hacer con un bajo presupuesto verdaderas obras de arte.

El vicepresidente de Castilla y León, en su afán de hacerse notar no perdió la oportunidad de soltar una de las suyas, esta vez contra la cultura, diciendo que "son unos señoritos quienes pretenden vivir a costa de subvenciones para películas que no ve nadie". Precisamente lo dijo en un momento poco oportuno, ya que la troupe del séptimo arte le estaba dando empaque a Valladolid, ciudad donde él tiene su despacho.

Y aquí, en Zamora, el festival lo siguen protagonizando las inacabadas obras y proyectos. Así las obras del conservatorio de música, una vez más, se encuentran paradas, y el proyecto militar de Monte la Reina se ha visto reducido en número (Ha pasado a ser de mil cuatrocientos militares, sobre los tres mil de los que se hablaba al principio) y en plazo, ya que lo de estar en funcionamiento en 2024, ha pasado a 2026, al menos de momento.

Menos mal que nos queda la cosa del fútbol, y el Zamora C.F, a la chita callando, continúa arañando puntos en la liga regular, ya que está tercero, a un solo punto del líder Pontevedra, equipo que ha llegado a jugar en la primera división española, y a continuación del Orense, que ha jugado en la segunda división. Conseguir el primer puesto, le daría opción de ascender directamente a la división superior, lo que lo haría más atractivo para los aficionados zamoranos.

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