Él siempre decía que había médicos que trataban enfermedades y médicos que trataban personas. Y todos los que tuvieron la suerte de conocerlo sabían a qué grupo pertenecía. Tanta era su generosidad y tanto el amor que brindó, que una parte nos está volviendo en forma de abrazos apretados y palabras de apoyo.
Queremos daros las gracias por todas las muestras de afecto, agradecimiento y admiración hacia él que nos habéis transmitido. Gracias a los familiares, amigos y conocidos que nos han sostenido en estos días oscuros. A los vecinos de Fuentelapeña, Castrillo, Vadillo, Fuentesaúco y de toda la Guareña. A los vecinos de San Miguel de la Ribera y de El Piñero.
A los compañeros del Centro de Salud "La Guareña", que como nosotros lloran y se duelen por perder a su "capitán", como dijeron en una carta que nos conmovió. Gracias por abrirnos las puertas de vuestra casa.
Al pueblo y Ayuntamiento de Fuentelapeña, y a todos aquellos que promovieron y asistieron a un homenaje sentido y sincero en el que su ausencia era atronadora. En estos duros momentos, en los que el dolor nos atraviesa y las lágrimas no nos dejan ver, hemos podido sentir vuestro calor, vuestra emoción y el cariño que le profesabais, que era mutuo. Os agradecemos profundamente que estuvierais allí, acompañándonos y arropándonos. Nos sentimos abrazados tanto por los que se acercaron a nosotros como por los que no pudieron hacerlo.
Él hubiera querido despedirse de todos vosotros con palabras salidas del corazón, como todo lo que hacía. Pero no pudo ser. Gracias a todos y a cada uno de vosotros por todo el cariño, admiración, confianza y respeto hacia él.
Esposa, hijos, madre, hermano y demás familia de José Manuel