In memoriam de Manoli Santiago Cabello, mujer de mujeres socialistas

Fue una de las primeras mujeres que tomó conciencia de la importancia de defender los derechos femeninos

Manoli Santiago Cabello

Manoli Santiago Cabello / Cedida

Mª Cruz Hernández

Mª Cruz Hernández

La vida nos da sobresaltos, días amargos, días en los que nos sentimos tristes e impotentes. La muerte de Manoli Santiago Cabello, militante del PSOE de Zamora desde los años 80 y miembro de numerosas ejecutivas y órganos del partido, pero sobre todo impulsora del feminismo desde la Secretaría de la Mujer y la Asociación de Mujeres Progresistas, nos deja un hueco en el alma. Nos hiela el corazón y nos hace sentirnos al mismo tiempo muy tristes y, al mismo tiempo, muy felices.

Muy tristes porque con Manoli Santiago se nos va una parte de todos nosotros, una parte de nuestra vida y una parte de nuestra historia como compañeros que compartimos con ella mucho más que militancia socialista.

Muy felices porque tuvimos la suerte de ser sus amigos, de reír con ella, de disfrutar de su vitalidad, de estar juntos en los momentos buenos y menos buenos.

Si hay alguien que ha representado la lucha por el feminismo y por la igualdad entre hombres y mujeres, una de esas personas, ha sido Manoli Santiago Cabello. Un ejemplo para todas las mujeres socialistas.

La conocimos ejerciendo sus responsabilidades como Secretaria de la Mujer del PSOE de Zamora allá en los años 80. Cuando Felipe González era el presidente del Gobierno de España. Junto a dirigentes provinciales como Andrea Ramos Santiago o nacionales como Carmen García Bloise.

Siempre tengo en la memoria la imagen de Manoli en la antigua sede socialista de la Ronda de San Torcuato con sus gafas colgadas repasando las listas de interventores y apoderados, pendiente de todos los temas que afectaban a las mujeres. Siempre activa, siempre implicada, siempre comprometida, siempre ilusionada con el trabajo que hacía de manera altruista y voluntaria al servicio del PSOE.

La sonrisa de Manoli Santiago era tan grande como su corazón. Socarrona e irónica. A veces hasta quería hacerse la enfadada, algo imposible en las personas buenas por naturaleza a las que les cuesta cabrearse porque su vida tenía un componente de felicidad y amabilidad incompatible con una mala palabra y un mal gesto. En palabras de Machado era "en el mejor sentido de la palabra, una mujer buena".

No recuerdo si fue la primera socialista que ocupó el cargo de Secretaria de la Mujer en una ejecutiva provincial del PSOE de Zamora. Sí digo, a ciencia cierta, que fue una de las primeras mujeres que tomó conciencia de la importancia de defender los derechos femeninos. Con convicción, fortaleza e ideología.

Porque después, afortunadamente, las políticas de Igualdad, contra la Violencia hacia las Mujeres, de defensa de los valores del feminismo, han tenido una trayectoria legislativa impulsada desde el PSOE con dirigentes y representantes como María Teresa Fernández de la Vega o Carmen Calvo, por citar solo dos ejemplos.

Pero en aquellos años 80, recién llegado el Gobierno socialista, hubo un grupo de mujeres que impulsó y promovió desde el partido esa idea tan maravillosa de que las mujeres tenían que estar en el mismo nivel que los hombres en derechos y deberes. En igualdad salarial, en compartir el cuidado de los hijos o en luchar contra el maltrato machista.

Manoli Santiago ha sido una referencia del socialismo en la defensa de los valores femeninos, junto a otras mujeres socialistas de Zamora como Andrea Ramos, Dori Martín, Nati Carbajo, Pilar Cifuentes, Eugenia Fagúndez, Pilar Pelegrín, Macu Hernández, Carmina García Teruelo, Inmaculada García Rioja, Ana Sánchez, Julia Gómez, Saturnina Lorenzo, Julia Romero, Rosa Frechilla, Raquel Fernando, Nieves García, Marian López, Juani Fernández Loro y otras muchas.

Sin olvidar a históricas socialistas de Zamora como Victoria Chillón que, desde los tiempos de la República, hizo valer su papel de mujer luchadora tras el fusilamiento de su marido, el Secretario de la Casa del Pueblo, Manuel Antón.

Con Manoli se nos ha ido una compañera, una amiga y una militante socialista inmensa. Pero, sobre todo, se nos va una persona maravillosa, buena y amable. Se nos va una persona que nos deja la imagen de la dulzura, del cariño, de la solidaridad, de la comprensión, de los valores, de la ética, de la empatía y de la simpatía.

Como toda nuestra generación de

Todo nuestro cariño y afecto para Agustín Martín Sayús, su media naranja, para sus hijas Begoña, Mari Jose y Patricia, para sus nietos y para toda su familia y amigos.

Gracias por tanto y tan bonito Manoli. Siempre en nuestro recuerdo y en nuestro corazón.

Suscríbete para seguir leyendo