A la espera de la ley de Bienestar Animal

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Cartas de los lectores

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No sé si algunos de los implicados, por tener animales, en concreto perros, o por sufrir estos en comunidades estarán conmigo que la situación es insoportable. Por más que se le pida a los dueños que controlen los ladridos, estos demuestran una incompetencia absoluta, no se por ello si el que manda en casa es el perro o el dueño.

Tengo perro o perra desde que era un niño, me ha acompañado siempre en mis marchas por el monte y mi relación ha sido de colegas, pero impidiendo en todo momento el descontrol el incomodo a otras personas y sobre todo el ladrido sin ton ni son.

Estamos viviendo, sufriendo, cómo hay personas que sacan a los patios de las comunidades los perros a que se desfoguen y den la lata hasta que a ellos mismos se le levante dolor de cabeza, con un egoísmo y falta de educación absoluta.

No por tener perro ni el dueño ni el animal pueden hacer lo que les de la gana

En mi caso he tenido que servirme hasta en ocho ocasiones de la Policía Municipal para acceder al dueño y poner un poco de control. A los pocos días se vuelve a producir la misma situacion.

Lo curioso es que los vecinos aguantan estoicamente los ladridos y lo que no son ladridos, deposiciones etc. y apenas denuncian.

Espero que con la ley de Bienestar Animal podamos conseguir también bienestar para las personas y la convivencia sea igualitaria.

No por tener perro ni el dueño ni el animal pueden hacer lo que les de la gana.

Evaristo Álvarez Rodríguez