Por más vueltas que das, el culo siempre se te queda atrás

Esa costumbre de castigar no se debe tanto a la brutalidad como al atraso de determinada sociedad

Dibujo del planeta Tierra

Dibujo del planeta Tierra

Agustín Ferrero

Agustín Ferrero

Decía una joven monja de 29 años en entrevista concedida a un periódico: "Me vino la conversión y la fe gracias a Tamara Falcó". Y se quedó tan ancha. A ver si va a resultar ahora que la marquesa es una santa y va por ahí haciendo milagros, pensé yo para mis adentros. Pero no iba la cosa por ahí. La joven monja se había enterado que la Sra. Falcó había participado en un retiro espiritual, y que, si lo había hecho alguien a quien consideraba su referente, y teniendo tantos posibles, por qué no lo podía hacer ella también. Así que, ni corta ni perezosa, se puso a ello y acabó recibiendo los hábitos. Ahora parece ser que comparte monasterio con otras hermanas en Murcia.

Eso de ser rey o reina, en según qué países, es algo que desborda cualquier descripción de un cuento oriental, por mucha imaginación que tenga su autor. Resulta que, en la reciente boda del príncipe de Jordania, al que asistieron los reyes eméritos de España, la novia llegó en un automóvil Rolls Royce que había sido fabricado a la medida de la reina de aquel país. Al parecer, allí no se conforman con que les haga buen tipo el traje de novia. No sé bien por qué, pero eso me recordó aquel refrán que dice: "Aunque solo fuera por el gusto de descansar, todos los hombres deberían trabajar".

Pienso sobre si la protección animalista no debía fijar unos límites más estrictos que impidan a los seres humanos estar expuestos a sufrir un accidente cuando circulan por nuestras carreteras. Pero todo es función de puntos de vista

En Tanzania son partidarios de aplicar el dicho de "la letra con sangre entra". Así que a los niños le sacuden en las manos o en el culo con una vara flexible para que se le quede más fijado el teorema de Pitágoras. La noticia hablaba también de derechos humanos, de los del niño, y de no sé cuantas cosas más. Pero esa costumbre de castigar no se debe tanto a la brutalidad como al atraso de determinada sociedad. De hecho, aquí, en España, ese era el menú diario en las escuelas allá por la mitad del siglo pasado. Más de un abuelo zamorano podrá dar fe de ello. Mientras leía esta noticia no pude por menos de recordar unos versos que escribí cuando era adolescente y correteaba por el bosque de Valorio:

¿Qué es lo natural?

lo natural es el viento,

también lo es la lluvia,

pero no lo es el huracán.

Y en Tanzania ahora, como en España entonces, parece ser que lo cotidiano poco tiene que ver con lo natural, pero sí mucho con los huracanes.

Este tipo de noticias no hay que buscarlas en la prensa del corazón, ni en patéticos programas televisivos, porque de repente aparecen en cualquier parte, en cualquier medio, sea generalista o especializado. De hecho, la noticia sobre la conversión de la monja la encontré en un periódico deportivo.

"Por más vueltas que das, el culo siempre se te queda atrás". Y es que no se puede huir de la realidad, como tampoco de lo que puedan ser las preferencias de las mayorías. Ese tipo de noticias que cito no sé si pertenecen o no a ellas, pero, seguimos leyéndolas y dándoles un eco que quizás no merezcan.

Al fin pude encontrar una noticia interesante. Se refería al aumento de accidentes de tráfico, provocados por animales, en la comunidad de Castilla y León. Durante los últimos diez años han pasado de ser 6.500 a 12.000, con un balance de 100 víctimas solo en el último año. En Zamora, el número de accidentes, en el año 2022, ha llegado a ser de 1.200. El abandono del monte, no contarse con "pasos de fauna" y no encontrarse señalizados los "puntos negros", apuntan a ser algunas de las causas. Me quedé cavilando sobre si la protección animalista no debía fijar unos límites más estrictos que impidan a los seres humanos estar expuestos a sufrir un accidente cuando circulan por nuestras carreteras. Pero todo es función de puntos de vista.

"Cuando tú estás llena, a mí no me sobra nada, y en tal momento me siento tan completo como un puzle de mil piezas". Es algo que le dije un día a mi mujer con la mejor intención. Cierto es que esa frase admite más de una forma de entenderla, y que cualquiera puede optar por elegir alguna que no llegó a pasar por la mente de quien la pronunció. Aun dudo si la llegó a interpretar o no como parte de una estrofa de amor.

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