Zamoreando

En situación de alerta

El plástico que envuelve comida es más peligroso de lo que se creía

Una clienta escoge un producto envasado en plástico de un solo uso en un supermercado

Una clienta escoge un producto envasado en plástico de un solo uso en un supermercado / JORDI OTIX

Carmen Ferreras

Carmen Ferreras

Cuando no son ciertos medicamentos, son directamente los alimentos o los envases que los contienen. El caso es que, entre pitos y flautas, estamos en situación de alerta permanente. No pasa una sola semana sin que se produzca una noticia de este tipo. Después de superar productos químicos, bacterias y superbacterias como las que contaminan la carne de algunos supermercados españoles, acaba de aparecer en escena el Bisfenol A. Servidora no sabía de su existencia hasta este momento.

Empiezo por decir, tras buscarlo en Internet, que el Bisfenol A es una sustancia química que se usa desde hace varias décadas en la fabricación de plásticos ligeros y duros, como el policarbonato, y la resina epoxi. Se encuentra en objetos de uso cotidiano, como en láminas protectoras en el interior de latas metálicas de alimentos o en tapones de botella. Pues bien, el plástico que envuelve nuestros alimentos es más peligroso de lo que se creía al contener esta peligrosa sustancia química. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria dio la alarma tras detectar casos de intoxicación. Aviados vamos. Da la sensación de que nos estuvieran envenenando para diezmar la población en una especie de curioso triaje.

El asunto no es ninguna bobada cuando otra Agencia Europea, la de Sustancias y Mezclas Químicas ha señalado que el Bisfenol A incrementa un tipo de glóbulo blanco, denominado TH13, en el bazo lo que puede dar lugar al desarrollo de inflamación pulmonar alérgica y trastornos autoinmunes. Puede causar irritación respiratoria, daños oculares serios, alergias cutáneas y es muy tóxico también para la vida acuática a través de los pescados que igualmente ingerimos sin sospechar que pueden estar contaminados por esta sustancia.

Sin embargo, en lugar de retirar del mercado toda clase de plásticos, sean o no sospechosos, ahí continúan para mayor gloria del sector. Conviene saber que esa sustancia está en las propias botellas de plástico reutilizables, en los platos de plástico de policarbonato, en recipientes "tupper" para guardar alimentos o en hervidores de agua eléctricos. Su presencia se asocia asimismo, aunque en menor medida, a plásticos de cloruro de polivinilo, el famoso PVC, presentes en productos no alimenticios como juguetes y, en algunos papeles térmicos como el ticket de la caja del supermercado.

Esto que ocurre con medicamentos y alimentos se está convirtiendo en una especie de condena con resultados dispares y con un pronóstico, a medio plazo, no muy halagüeño. Y eso que en lo que a España respecta, Sanidad vigila. No sé hasta qué punto de una forma eficiente y eficaz. Sabiendo lo que saben de tantos y tantos componentes como el Bisfenol A, ¿a qué diantre esperan para retirarlo?

Suscríbete para seguir leyendo