Feliciano, un hombre con pasión

También yo deseo unime a ese homenaje tan merecido a Feliciano Ferrero, alma de la Fundación Cultural de Caja Rural de Zamora. Homenaje que, sin duda, merece por toda su trayectoria profesional y cultural en pro de esta tierra rural, ruralizada, tan cercana y lejana a la vez de compromisos políticos.

Un hombre que merece todos los elogios por su capacidad de empatizar; por su cercanía al pueblo, a los suyos, a la gente sencilla y más rural de nuestra provincia. Un hombre que lo mismo aparece en una fotografía impulsando mascaradas, Semana Santa, que Jornadas seteras, sanitarias,... Sin duda, un hombre con raices profundas en "su" tierra. Observador de inqiietudes e impulsor de esperanzas. Un hombre incansable por vestir cada día de fiesta y domingo "su tierra", nuestra tierra, teniendo como instrumendo "su" Caja Rural. Un hombre sencillo y cercano que merece ser reconocido por toda su trayectoria y labor en esta tierra tan necesitada de hombres que empujen con fuerza. Siempre atento y a colaborar con “su” gente; siempre al lado de los suyos; de esos de los que casi nadie nunca se acuerda para ponerles sueños en las manos.

Un hombre que merece todos los elogios por su capacidad de empatizar; por su cercanía al pueblo, a los suyos, a la gente sencilla y más rural de nuestra provincia

Feliciano es un hombre que se hace querer. Desprende cercanía y amabilidad con esa su sonrisa siempre pegada a la comisura de sus labios. Sabiendo estar en el plano que en cada momento le corresponde sin asumir mayor protagonismo del que en cada momente se le ha asignado. Se diriía, un hombre bueno, jussto y, ante todo, honesto. Un hombre de los que tan necesitados estamos en esta convulsa sociedad que parece que nos lleva sin rumbo. Un gestor incansable de la cultura de esta tierra. Bien sabe que es de pueblo y se debe a los suyos; a lo rural. Por eso aparece en fotografías sosteniendo carteles alentado lo rural; impulsando mascaradas, Semanas Santas de pueblo y del pueblo, jornadas culturales, seteras, para la salud, el ganado, el vino... Y es que Felicano y la cultura en esta tierra nuestra van unidos al pueblo. Él mismo diría que es una humilde parcela de esta nuestra cultura popular, siempre procurando no restar protagonismoa nadie. Su sencillez, humildad, bondad, discreción,...su sentido de la responsabilidad no se lo hubiesen permitido. ¡Enhorabuena, Feliciano! Gracias por tu compromiso. Un abrazo.

Benjamín Charro Morán

Suscríbete para seguir leyendo