Los núcleos rurales tienen las mismas necesidades

La necesidad de reformar del artículo 138 de la Constitución para incluir la despoblación

Una calle vacía en la Zamora rural

Una calle vacía en la Zamora rural / EMILIO FRAILE

Miguel Jesús Castillo

Miguel Jesús Castillo

La gran parte de los pequeños núcleos de población de la península Ibérica y de las islas está en riesgo de desaparecer antes de que acabe este siglo. De no poner freno y atajar las medidas necesarias, España perdería el mosaico de tradiciones, valores humanos, culturas, gastronomía, y en general una forma de vida que hacen únicos a sus pueblos.

Así pues, perdería la viabilidad económica de un campo sin gente ni cuidadores, al igual que su intrahistoria y, como recuerdo, solo quedarían las calles y casas vacías, colegios sin niños y las ruinas de los 1.840 municipios en riesgo de extinción a día de hoy.

Por lo que debemos considerar el caso de la despoblación como uno de los problemas más importantes que sufre este país en el siglo XXI, y hacernos conscientes que este problema, no solo tiene un ángulo, sino son varios los vértices que tenemos que abordar y trabajar. Donde dotar de infraestructuras y servicios públicos, de ocio y de transporte a todas las comarcas que forman parte de esta España , de forma que se pueda saldar una deuda histórica caracterizada por una falta de inversiones y el deterioro de los servicios públicos que inciden negativamente en la calidad de vida de las personas del mundo rural de este país.

Si abordamos este tema debe ser desde la raíz, y para ello “tocar” la carta sagrada, para algunos, de 1978. Por lo que sería necesario la necesidad de reformar del artículo 138 de la Constitución de forma que se agregue junto al hecho insular, el factor despoblación dentro de las situaciones de especial atención para atender el reequilibrio económico entre los distintos territorios del país, así como una serie de medidas legislativas, encaminadas a conseguir una justicia social a través de una discriminación positiva y una legislación adecuada a la realidad del mundo rural.

Las comarcas son espacios de convivencia cuyo progreso representa la unidad básica para el desarrollo integral de todo el país, así como la transición hacia un modelo poblacional más respetuoso con el medioambiente

No deberíamos de olvidarnos de la transición energética, donde estos núcleos serán claves, y así abordar un plan especifico para el mundo rural. En el que se potencien las energías renovables, con la creación de un empleo digno, se respete la biodiversidad y el paisaje , y finalmente se compense a estos núcleos económica y socialmente.

Igualmente asistimos a una masculinización del mundo rural, que pone en peligro el relevo generacional, según el último diagnóstico de la Dirección General del Desarrollo Sostenible sobre la igualdad de género en el mundo rural. La ausencia de mujeres y sobre todo de mujeres jóvenes en el medio, que viene agravada por las condiciones y la discriminación que sufren en el ámbito laboral y doméstico, da lugar a la imposibilidad de la supervivencia del mundo rural sin ellas.

El acceso a los servicios básicos se ha vuelto casi patrimonio exclusivo del mundo urbano, estos se nutren de los recursos, tanto humanos, como materiales e inmateriales de la España Despoblada, debiéndose en gran medida el bienestar de los núcleos urbanos a los territorios de esta, donde se producen los alimentos, se genera oxígeno y se mantiene el agua. Al igual que se extraen materias primas vitales para industrias de fabricación y transformación, se embalsa agua para el consumo humano ,se usa esta para la producción industrial, y se produce la energía que abastece a los centros industriales y viviendas.

Los habitantes del mundo rural tienen las mismas necesidades que los de los núcleos urbanos más importantes, se necesitan de unos servicios públicos de calidad, de inversiones en infraestructuras y proyectos de desarrollo, así como el especial apoyo al emprendimiento y a la cultura.

Esto no se puede interpretar en convertir el medio rural en urbano, sino que, manteniendo su idiosincrasia, las condiciones de vida se igualen en ambos territorios, y el desarrollo sea homogéneo.

Las comarcas son espacios de convivencia cuyo progreso representa la unidad básica para el desarrollo integral de todo el país, así como la transición hacia un modelo poblacional más respetuoso con el medioambiente, respetando la biodiversidad y el paisaje y más saludable para el conjunto de los ciudadanos.

Vemos que para promover un territorio equilibrado y sostenible , la despoblación debe ser una cuestión de referencia para la administración, y abordarlo como un Pacto de Estado, tratando temáticas hasta ahora abandonadas en todas estas comarcas.

(*) Antropólogo

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