Siete días y un deseo

Por soñar, que no quede

En un solo día Ramos ganaría tanto como usted en tres años

Sergio Ramos.

Sergio Ramos. / NICOLAS TUCAT

José Manuel del Barrio

José Manuel del Barrio

¿Cuándo ha sido la última vez que ha soñado con que era una persona muy rica? De tener 500 millones de euros o más, tres o cuatro mansiones de tropecientos metros cuadrados cada una, cinco o seis bólidos, un avión, dos o tres dehesas de cientos de hectáreas, una isla para usted solito, etcétera. Yo lo sueño cada tres por cuatro. La última vez, el viernes por la noche. ¿Y saben cuándo suele sucederme? Cuando el día anterior he leído noticias como la que sigue: “Oferta mareante a Ramos. Primera propuesta del Al Hilal: 30 millones netos por año, cifra a la que no puede ni acercarse el PSG, donde no ha renovado aún”. Para quienes estén fuera de juego, hablamos de Sergio Ramos, jugador de fútbol, exmadridista, que actualmente milita en el PSG de la capital parisina. “¡30 millones netos por año! Caray, eso tiene que ser muchísima pasta”, pensé. Y me puse a echar cuentas para salir de dudas. Ante situaciones similares, siempre hago lo mismo: cojo la calculadora, introduzco los datos, observo los resultados y me pongo a reflexionar.

En su momento hice lo mismo con Cristiano Ronaldo, Messi o Mbappé, los tres futbolistas que destacan por tantas cosas. Otras veces consulto la lista de las personas más ricas del mundo: Bernard Arnault, Elon Musk, Jeff Bezos, Larry Ellison, Warren Buffett, Bill Gates, Carlos Slim y Larry Page. Pero también me entretengo con los más ricos de España: Amancio Ortega, Juan Roig, Rafael del Pino, Sol Dauraella, familia Entrecanales, Sandra Ortega, Jordi Rubiralta, Florentino Pérez, entre otros. Y cuando finalizo las consultas, casi siempre hago lo dicho: cojo la calculadora y me pongo a tantear los años que debería trabajar para alcanzar el patrimonio de unos y otros. Con la oferta que le hacían a Ramos (¡30 millones netos por año!), el resultado fue para llorar. Y lo mismo sucedió cuando la comparación la realicé con el salario medio mensual de los trabajadores españoles, que se sitúa en 2.086 euros brutos. Pues bien, si usted es uno de ellos, que sepa que “solo” debería trabajar 1.200 años para ganar lo mismo que Ramos en un solo año.

El único consuelo que me queda es saber que la pasta no es todo en la vida y que, como escribía Aristóteles, la felicidad sigue siendo la máxima aspiración humana

O sea: en un solo día Ramos ganaría tanto como usted en tres años. Pero los 30 millones anuales que le ofrecen al futbolista son poca cosa si se comparan con el patrimonio de las personas que he citado más arriba. Si echan cuentas, ya saben lo que les espera. En mi caso, llorar. Pero, como he dicho, por las noches me desquito y sueño con que soy uno de ellos. El problema se agrava cuando regreso a la realidad y compruebo que, como decía Pedro Calderón de la Barca, la vida es un sueño. El único consuelo que me queda es saber que la pasta no es todo en la vida y que, como escribía Aristóteles, la felicidad sigue siendo la máxima aspiración humana. Y en esas andamos algunos. No se trata de la felicidad lograda con los placeres sensibles y fugaces, sino aquella serena y estable que proviene de la contemplación de la verdad y que se logra con la práctica de la virtud. ¡Casi nada! En fin, que he arrancado con Ramos y he finalizado con Aristóteles. Lo cual no está mal para reflexionar sobre las cosas realmente importantes de la vida.

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