Que una familia con medios suficientes cobre una ayuda social, en este caso sobre el tema de la electricidad, por la mala planificación del Gobierno, puede ser inmoral y poco ético, pero es legal por ser una concesión abierta a todos sin límite alguno. Más lamentable y discutible es que unos diputados y senadores cobren dietas e incluso por desplazamientos, por acudir a su puesto de trabajo, al margen de sus salarios, así como que los cobren quienes no precisan desplazarse en razón de su domicilio. E incluso que luego a tales políticos les quede una pensión vitalicia o bien les giren las puertas hacia la empresa privada al cesar en sus cargos públicos, valiéndose de estos como viene sucediendo en determinados casos que vamos conociendo y en todos los partidos políticos.
Eso sí suena a ilegal y escandaloso. Trato de favor que merece un cambio profundo para acabar con unos beneficios que no proceden.
Ángel Santamaría Castro