Un mundo nuevo

La incertidumbre está por todos los lados y nos afecta sin remedio

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Antonio Gallego

Recuerdo que cuando estaba a punto de terminar el Bachillerato, en los años sesenta, me empecé a preocupar por mi futuro. Sabía que me enfrentaría en breve al mundo real, que la presencia familiar se iría debilitando y que tendría que preguntarme cuál sería el siguiente paso. Tuve la suerte que al ser el más pequeño de la familia, la situación de mis padres había mejorado en el terreno económico lo cual me abría la posibilidad de continuar mis estudios fuera de Zamora si así lo deseaba, algo que no pudieron hacer mis hermanas mayores. Decidí ir a Madrid a estudiar Físicas, comprendí que solo me valdría el esfuerzo personal y así se empezó a configurar mi futuro.

El mundo y sus tendencias entonces eran totalmente diferentes a las actuales. Además, los españoles estábamos inmersos aún en una cruel y triste dictadura, con el apoyo oscuro de la iglesia católica española y la pobreza que inundaba el país. Acabábamos de entrar en 1955 en la ONU y las salidas al extranjero eran muy escasas salvo algún viaje de fin de estudios que te alejaba unos días de nuestra cruda realidad. El mundo estaba dividido en bloques geopolíticos y aún existía el Muro de Berlín. Mi primera salida al extranjero fue a Londres, a los pocos años de casarme, en 1972.

Tenemos delante de nosotros nuevos desafíos que requieren mucho conocimiento como son el cambio climático, la sostenibilidad, el futuro del trabajo en el sentido de cómo será y qué formación debo tener

Por el contrario, ahora estamos dentro de la Unión Europea, tenemos democracia y los jóvenes se mueven por todo el mundo con normalidad. Aun así, posiblemente nunca hemos tenido un futuro tan incierto. En estos momentos vivimos en un mundo en constante aceleración en casi todos los aspectos: cambio social, tecnológico, del mundo del trabajo, de la comunicación, el cambio climático, etc.… lo que hace difícil comprender las cosas, organizarse la vida y adaptase a ellas. Esto genera una inquietud que en muchos casos nos paraliza o se intenta adaptar a lo nuevo sin demasiada reflexión. También hay gente que no lo quiere ver y prefiere pensar que su juventud va a ser eterna y su vida seguirá igual.

La incertidumbre está por todos los lados y nos afecta sin remedio. Si eres mayor y estás jubilado ¿Cuál será el futuro de las pensiones? Si perteneces a la clase media y tienes hijos, estas preocupado por su futuro, tan impreciso, y también por tu propia situación de clase, dudando si se mantendrá o puedes perderla bajando un escalón social. Y no hablemos de los jóvenes que están continuamente oyendo que vivirán peor que sus padres. En resumen, se han perdido casi todas las certezas que en algún momento se tuvieron.

Tenemos delante de nosotros nuevos desafíos que requieren mucho conocimiento como son el cambio climático, la sostenibilidad, el futuro del trabajo en el sentido de cómo será y qué formación debo tener, la necesaria transición ecológica que debemos preservar a otras generaciones y todo lo ligado a la inteligencia artificial en un mundo cada vez más dominado por la robótica. También debemos ser más responsable con nuestro nivel de consumo y sus nuevos componentes.

Desde el punto de la ordenación social, aparecerán cambios en los modelos jerárquicos, debilitándose el concepto de jerarquía vertical y generándose nuevas modelos de comunicación horizontal y libre gracias a la tecnología. La convivencia se organizará de manera muy diferente y la gestión de la soledad siempre estará ahí a pesar de vivir en un mundo técnicamente más abierto y comunicado.

Asimismo, aparecerán nuevos modelos de gobierno político más colaborativo y dependiente de la globalidad. La soberanía tendrá unos costes elevados. Se tendrá que huir de las simplificaciones sociales y políticas. Tampoco debemos olvidar que a pesar de que nuestra sociedad está basada, en parte, en el conocimiento aún existe una enorme cantidad de desconocimiento presente, en parte gracias a la tecnología y falta de referencias intelectuales, sin comprender y entender ya que está llena de ruidos, manipulación y mentiras.

Como el mundo seguirá siendo imperfecto y desigual no podemos olvidarnos de la protección de los más débiles que seguirán estando entre nosotros.

En resumen, un mundo nuevo, más complejo, con incertidumbres, como siempre ha ocurrido, pero que mecerá la pena vivirlo.

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