Yo invito y tú pagas…

Más cargas para los pequeños empresarios que intentan cuadrar sus cuentas mes a mes

Manuel Antón

Manuel Antón

Qué fácil es decirle a un empresario: yo le subo el sueldo a tus empleados, pero les tienes que seguir pagando tú…

Yo invito y tú pagas…

Yo invito y tú pagas… / Manuel Antón

Si no eran pocas las cargas que ya tenían que soportar los pequeños empresarios para poder cuadrar sus cuentas mes a mes, ahora viene de nuevo doña Yolanda y le da por apretar un poco más la cuerda que ya muchos tienen al cuello, para terminar de asfixiarlos.

Visto de otra manera, cierto es que para los trabajadores, las continuas subidas del SMI (salario mínimo interprofesional) son un respiro, pues han ido poniéndoles más cerca de lo que debería ser normal, es decir, que cobrasen un salario digno para poder ir saliendo adelante.

Aquellas empresas que producen bienes de primera necesidad, al verse obligadas a subir el salario a sus trabajadores, a renglón seguido hacen lo que pueden hacer, o no les queda más remedio que hacer, cual es subir el coste de producción

Mas, visto de otra, tampoco es menos cierto que aquellas empresas que producen bienes de primera necesidad, al verse obligadas a subir el salario a sus trabajadores, a renglón seguido hacen lo que pueden hacer, o no les queda más remedio que hacer, cual es subir el coste de producción, que al fin y a la postre repercutirá en el precio final de los productos que habrán de seguir comprando los mismos trabajadores que fueron beneficiados con la subida del SMI, pero un pelín más caros, con lo que, como se suele decir, "lo comido por lo servido".

Es el cuento de nunca acabar, porque quienes tendrían la posibilidad de hacerlo siguen saliendo a pescar en los caladeros de los más necesitados, y vuelta a empezar. Y pregunto: ¿Cuándo vamos a terminar con esta farsa?...

Señoras y señores del Gobierno, por favor, respondan.

Si no quisieran responder, permítanme que responda yo por ustedes: cuando se hayan celebrado las elecciones. Y si no, al tiempo.

¡País!

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