La experiencia es un grado

Quienes tienen responsabilidades de poder deberían hacer más uso del refranero español

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Manuel Antón

Manuel Antón

Aunque no seas activo en las redes sociales, si a pesar de ello te sientes vivo, mantienes la ilusión haciendo lo que haces y puedes expresarte libremente diciendo lo que piensas, mira al cielo y da gracias porque, tal y como está el percal, puedes considerarte un privilegiado.

Cuando echo la vista atrás y recuerdo donde estaba cuando tenía treinta, cuarenta, cincuenta y hasta sesenta años, y pienso en cómo era, las aspiraciones que tenía y lo que me preocupaba y ocupaba en el día a día, no puedo por menos que afirmar que la experiencia es un grado, y que, tal y como dice el refrán que reza: “Sabe más el diablo por viejo que por diablo”, solo las experiencias acumuladas pueden hacer que tu sabiduría sedimente y un día estés en disposición de poder discernir e incluso aconsejar, aunque, como también todo el mundo sabe, “nadie escarmienta en cabeza ajena”.

Solo las experiencias acumuladas pueden hacer que tu sabiduría sedimente y un día estés en disposición de poder discernir e incluso aconsejar, aunque, como también todo el mundo sabe, “nadie escarmienta en cabeza ajena”

Hoy, analizando cómo está organizada y como se desenvuelve la sociedad, echo de menos el uso del refranero español, cuyo conocimiento siempre estuvo ligado a la sabiduría popular, pues no en vano el refrán, desde hace siglos, ha sido considerado como una pequeña obra de arte literario que, casi siempre, resume en pocas palabras pensamientos de gran profundidad que destilan verdades como puños.

Si quienes tienen responsabilidades de gobierno, laborales, como educadores, como padres…de vez en cuando escucharan a los mayores, y repasaran el Refranero Español, mejor les iría pues, solo quien ha vivido lo suficiente y con la edad ha ido atesorando conocimientos puede tratar de enseñar, y no digamos legislar con razones fundadas. Por eso, al comprobar la osadía, e incluso la soberbia con que se conducen algunas personas, y más si tienen responsabilidades de poder, me quedo sin palabras porque no puedo entender cómo es posible que quienes las escuchamos no reaccionemos.

Solo espero y deseo que vayamos tomando nota de todo lo que está aconteciendo para que cuando nos den la palabra y podamos votar, sepamos qué decir y a quien escoger.

“Quien mucho habla, mucho yerra”

“Si no sabes ser dueño de tus silencios, serás esclavo de tus palabras”

“La soberbia, es de los vicios la reina”

¡País!

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