Una reflexión sobre “Hacia lo verdadero”

El último ensayo de Luis Ramos sobre la obra de Claudio Rodríguez

ZAMORA. LUIS RAMOS ENSAYO CLAUDIO RODRIGUEZ

ZAMORA. LUIS RAMOS ENSAYO CLAUDIO RODRIGUEZ / JOSE LUIS FERNANDEZ

Pablo García Malmierca

Pablo García Malmierca

Claudio Rodríguez aperturas y aproximaciones hacia la poesía y la creación: Baltasar Lobo, José María Mezquita Gullón, Fernando León de Aranoa, Pedro Salinas o Carlos Bousoño. (En Hacia lo verdadero de Luis Ramos, publicado por Chamán Ediciones).

Luis Ramos publica su segundo ensayo sobre la figura de Claudio Rodríguez, Hacia lo verdadero (Cercanías a la vida y al arte en la poesía de Claudio Rodríguez), en la editorial albaceteña Chamán. Se trata de un ensayo que complementa y enriquece de manera notable al publicado en la editorial Piediciones, El sacramento de la materia.

Roberto Juarroz en su Poesía vertical incluye estos versos: “Si alguien, /cayendo de sí mismo en sí mismo, /manotea para sostenerse de sí /y encuentra entre él y él / una puerta que lleva a otra parte, /feliz de él y de él /pues ha encontrado su borrador más antiguo, /la primera copia”. Es estudioso y poeta zamorano, desde hace ya un tiempo, en toda su obra, ya sea ensayística, poética o narrativa, se muestra especialmente preocupado por un concepto fundamental en su concepción del del arte, el “entre”, este concepto podríamos definirlo como el movimiento que se produce entre un elemente observable y su observación por parte del artista, léase aquí poeta, pintor, músico o cualquier otro creador. Se trata de un movimiento doble pues el elemento de la naturaleza observado devuelve una respuesta que el artista debe interpretar y transformar en concepto. Este movimiento es fundamental en la poética de Claudio Rodríguez, mediante la contemplación viva de un elemento que a cualquiera nos podría parecer intrascendente: la ropa tendida, los juegos infantiles… El poeta desgrana una realidad trascendente que quedará reflejada en el poema y que será labor del lector desgranar mediante una lectura activa que implica en palabras de Luis Ramos: “entrar en el poema siendo una persona y salir siendo otra completamente diferente”. Este movimiento que se define como “entre”, sería el espacio donde el concepto se forma mediante la observación y el entendimiento. Esta contemplación viva tan recurrente en Claudio conlleva otro de sus conceptos clave, la poesía como salvación, pues será la que nos redima y nos ayude a comprender el mundo. Luis en su argumentación desgrana otra multitud de conceptos clave en la obra del universal poeta zamorano como pueden ser el amor, la muerte, la infancia, el paisaje…

Sin embargo, este ensayo no se queda en ser un mero recopilatorio de temas que añadir a la ya extensa producción sobre Claudio Rodríguez. En su afán de indagar en ese “entre” el libro se expande de forma notoria, pues Luis Ramos amplia la lectura del poeta hacia puntos de fuga que clarifican su obra y la enriquecen de manera clarificadora. Estoy refiriéndome a las diversas relaciones que se establecen entre la poesía de Claudio y su forma de entender la creación y la de otros contemporáneos, así como su relación con otros autores con los que no ha compartido espacio, pero sí intereses y filiaciones.

Donde realmente destaca, a mi juicio, este ensayo es en la apertura hacia otros oficios artísticos, siendo un concepto claro el de la mano, pues es este el “entre” que une el cuerpo, la mente, con la escritura, la escultura, la pintura o el cine

Cabría destacar sus relaciones con dos poetas como Pedro Salinas o Carlos Bousoño, con el primero tal y como se destaca en el ensayo comparte la visión de la poesía como aventura salvadora hacia lo absoluto; con el segundo la sensación de que todo naufragio conlleva también una salvación.

Pero donde realmente destaca, a mi juicio, este ensayo es en la apertura hacia otros oficios artísticos, siendo un concepto claro el de la mano, pues es este el “entre” que une el cuerpo, la mente, con la escritura, la escultura, la pintura o el cine. Esta mano que articula el oficio del artista, lleva a Luis Ramos a relacionar a Claudio y a otro de nuestro autores universales, Baltasar Lobo, al que le unen una de las características más evidente y valorables de Claudio el fuerte sentido ético de su poesía; junto a este el impulso creador, que en Lobo tiene su propia materialización en esculturas con el mismo título, incluso en ese impulso ascensional que marca sus escultura sobre la maternidad, no olvidemos que para Claudio “Siempre la claridad viene del cielo”. La emoción o la alegría puntos que comparte con el propio poeta, pues para Claudio la poesía debe ser ante todo alegría, como forma de superar la herida primordial que le acompañaría ante la pérdida de su padre cuando tenía 11 años, y que trató de suplir con la búsqueda de modelos paternales como Vicente Aleixandre o Eugenio de Luelmo, sin olvidarnos de algunos de sus maestros y profesores.

Otra de las calas interesante del libro, sería sus concomitancias con Fernando León de Aranoa y sus Lunes al sol, sería el propio Fernando el que reconociera que durante el rodaje la poesía de Claudio había estado presente en todo momento, incluso el propio Javier Bardem habría reconocido que el cineasta le había enviado el poema donde se cita el siguiente verso: “que estamos en derrota, nunca en doma…”. Verdadero leitmotiv de la película. Es también muy interesante el análisis en esta parte del ensayo del ritmo basado en el tres que se utiliza durante toda la narración fílmica.

Me gustaría, para terminar, hacer especial referencia al texto donde se indican las concomitancias creativas entre José María Mezquita Gullón y la poesía de Claudio que lleva por título “Empapados de horizonte”. Artículo muy revelador donde el paisaje y la observación de dos poetas andariegos se convierten en una concepción de la creación muy semejante, donde la minuciosidad y el oficio cumplen con creces sus funciones como creadoras del arte.

El ensayo de Luis Ramos, Hacia lo verdadero, se muestra así como análisis de la obra de nuestro poeta más reconocido, pero, como dije ante, como expansión y apertura de su poesía. Y en esto, la intención de Luis es también patente, pues recordemos que para Claudio los poemas siempre fueron apertura, ya que una de sus más patentes intenciones era crear la duda en el lector.

(*)Poeta, profesor y miembro

del Seminario Permanente Claudio Rodríguez

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