La subida de las pensiones, la mayor de las farsas

Apañaos estamos para llegar a fin de mes

Archivo - El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá

Archivo - El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá / Jesús Hellín - Europa Press - Archivo

Ramón M. Carnero

Ramón M. Carnero

Quien a estas alturas no se haya dado cuenta de que la subida de las pensiones con el IPC era electoralista está –como la mayoría de la información, nuestros datos personales, fotos y demás mandangas internéticas hoy día– en las nubes. La tan cacareada, por el gobierno, subida de las pensiones de un 8,5%, es la mayor de las farsas políticas. Y si no, lean ustedes bien la carta remitida por el rimbombante Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones a los pensionistas, entre los que me encuentro. Se darán cuenta de que, revisionista como es este gobierno, ha reescrito la fábula de La cigarra y la hormiga, para no discriminar a la primera. Pobrecita ella con estos fríos.

Verán. El Presi le dijo al ministro José Luis, Escriva usted a los pensionistas y dígales… Bueno. Eso déjalo para más tarde. Ahora anuncie a bombo y platillo que le subiremos las pensiones al nivel del coste de la vida, para que no pierdan poder adquisitivo. Y antes de mandarles la carta en enero hable con María Jesús, la de Hacienda, que tiene algo que añadir.

Y llegó enero. Y frotándonos las manos porque ya nos habían dicho que la subida era del 8,5%, a los pensionistas nos llegó una carta con dos folios. En el blanco, todo escrito con letra negra –y eso que ellos no hacen como otros antes– nos estima tanto el señor ministro Inclusivo de la Seguridad Social y otras hierbas, que hasta nos manda un saludo cordial. Pero no del corazón que deriva del latín (cor-cordis). El de nuestro ministro debe derivar del “corda”, galego, que en castellano es “cuerda”; tan estimada para atar.

“El porcentaje de retención puede incrementarse y, aunque su pensión suba, lo que cobra en 2023 (el importe líquido total) podría ser inferior a lo que cobraba en 2022”

Ahora vean el otro folio que apunta a la ecología por lo mucho en verde que hay escrito. Un poquito para abajo, para abajo, escrito en negro nos dice lo que vamos a cobrar con esa subida del 8,5%. Pero tres líneas más abajo, el bisturí (es su licenciatura) de la Ministra de Hacienda ha seccionado el 2,53%, como poco 30 euros mensuales. Estamos en el mes de las rebajas. De lo que resulta que sólo nos queda amarrado o atado cordialmente una subida del 5,97% para compensar el nivel de vida del 8,5%. Vamos, que cuando trabajábamos nos aplicaban, entre otras cosas, el IRPF. Y, ahora, jubilados, nos lo vuelve a aplicar. ¡Qué contentas están las cigarras! Es la tomadura de pelo de las rebajas de enero

Pero no queda ahí la cosa. En el reverso, impreso en verde todo él, que supongo mucha gente que no leerá –por aquello de que a mí conque me la suban me conformo–, en el apartado “Si su pensión está sujeta a retención a cuenta del Impuesto sobre la Renta (IRPF)”, en el tercer cuadrito (¡pobres hormigas!) dice: “El porcentaje de retención a cuenta del IRPF se fija calculando lo que usted va a cobrar durante todo el año. Así, si su pensión se aprobó en 2022, la retención se calculó sobre las mensualidades de pensión que usted cobraría en el año. En 2023 el cálculo se hace sobre el año completo. Por tanto, el porcentaje de retención puede incrementarse y, aunque su pensión suba, lo que cobra en 2023 (el importe líquido total) podría ser inferior a lo que cobraba en 2022”. ¡Toma subida igual al IPC!

Así es como progresamos con un gobierno progre: ellos a llenarse los bolsillos –falcon pa`quí, falcon pa`llá. Los pensionistas lo pagarán¬. Nosotros con los bolsos rotos de buscar y rebuscar. No vamos a tener ni para remendarlos para que no se nos enfríen los dedos. Apañaos estamos para llegar a fin de mes.

Suscríbete para seguir leyendo