Zamoreando

Ni por arriba ni por abajo

Tenemos unas mínimas tan bajas que da grima incluso reconocerlo

Una señora, abrigada para sobrellevar el frío intenso en Zamora.

Una señora, abrigada para sobrellevar el frío intenso en Zamora. / V. E.

Carmen Ferreras

Carmen Ferreras

Ni el infierno del verano, ni el frío polar del invierno. En materia de temperatura los extremos no me gustan. Ni por arriba, ni por abajo. Siempre hay un término medio para todo. La Agencia Estatal de Meteorología no da abasto. Lleva una temporada protagonizando la noticia. El tiempo siempre es noticia. Últimamente lo que la Aemet nos cuenta nos deja helados. Ayer, sin ir más lejos, cerca de treinta provincias de una decena de comunidades autónomas figuraban en riesgo amarillo por fenómenos costeros o temperaturas mínimas de hasta -9º.

Lo del oleaje nos pilla un poco lejos pero es que el frío nos ha tocado de lleno. Zamora está entre las más de 25 provincias con temperaturas mínimas de entre -1º y -9º centígrados. Tenemos unas mínimas tan bajas que da grima incluso reconocerlo. Nunca le he encontrado al frío el encanto del que hablan algunas personas. No se lo veo por ninguna parte. En la mitad norte peninsular, nos pilla de lleno, las temperaturas seguirán bajando ligeramente. Podrían subir aunque fuera también ligeramente, pero no. El mercurio se niega a realizar la ascensión que todos esperamos.

Además, hay que contar con las heladas generalizadas que suelen cebarse también con Zamora. Abrir las persianas por la mañana y ver los tejados cubiertos de una pátina blanca que hiela la mirada es todo uno. Encima, vayas donde vayas, además de en casa propia, las calefacciones están tan bajas que incluso tomando un café rápido los pies se te quedan fríos salvo que lleves unos buenos calcetines polares. Nada digo de las manos. Suele decirse aquello de ‘manos frías, corazón caliente’. No precisamente ahora. Manos frías porque no se llevan guantes cuando hace un frío de mil demonios.

Menos mal que luce el sol y hacia el mediodía, entre cristales, da gloria. Si encima la niebla hace acto de presencia, apaga y vámonos. Que el astro rey no nos abandone porque si ya la sensación térmica con sol es mucho más baja de lo que señala el termómetro, con niebla será mejor no salir de casa. Total, Zamora está como está, hecha unos zorros. Se echa de menos aquel comercio boyante con vitola de la tierra. Ahora son las franquicias las que imponen su tiranía, porque con ellas no se puede contar para hacer patria chica. Lo que ganan aquí, se lo llevan allí, al lugar de donde quiera que procedan.

El personal empieza a estar harto de este frío. Es verdad que estamos en invierno y hay que hacerle frente al cambio climático pero, por favor, de forma más moderada. Mejor por arriba que por abajo.

Suscríbete para seguir leyendo